El único restaurante de Betanzos recomendado por las guías es el que no tiene tortilla
Ir a Betanzos, aparcar en el parking bajo la plaza Hermanos García Naveira y dejarse caer por algunas de las callejuelas para comer tortilla de patatas es algo que todos los coruñeses y muchos gallegos han hecho alguna vez. Sin embargo, los jueces de la guía Repsol fueron a tiro fijo, evitaron el hipnótico olor de esas cuestas y llegaron a orillas del Mandeo para probar A Artesa da Moza Crecha. Su menú degustación combina productos de temporada con otros kilómetro cero de las Mariñas Coruñesas, pero no hay ni rastro de esa tortilla de patatas con huevo suelto que ha hecho famosa a la ciudad de los caballeros.
A Artesa da Moza Crecha es el único restaurante del emblemático pueblo que está recomendado por alguna de las grandes guías gastronómicas. La buena noticia de la Guía Repsol llegó hace unas semanas y es un nuevo reconocimiento a un proyecto hostelero impulsado por una pareja y bautizado así en honor a su hija, nacida justo en su inicio. “A Artesa” (un recipiente para amasar pan) a secas quedaba un poco soso, así que decidieron dedicársela a la recién nacida Flavia, una chica que apuntaba maneras: ella es A Moza Crecha (crecha significa chulita en gallego).
La historia de Lolo Mosteiro y Paula Martínez comenzó en el mercado de Abastos de Betanzos con un pequeño puesto de comida y desde 2016 el proyecto ha ido evolucionando hasta constituirse en una de las referencias gastronómicas de la zona. No solo atienden al restaurante, un gran local a orillas del río, justo enfrente del lugar desde donde parten las barcas de Os Caneiros. También ofrecen cáterings privados y dan cursos de formación en toda la comarca sobre cocina, y en concreto sobre la de productos kilómetro cero de la Reserva da biosfera Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo.
Una visita secreta de la Guía Repsol
Mosteiro cuenta cómo les sorprendió recibir un email de la Guía Repsol acerca de su inclusión: los críticos de la guía habían estado en el restaurante (sin avisar), y que por la reseña estaba claro que habían probado el menú degustación y que él los había atendido personalmente. El chef cuenta que de entrada no te avisan qué galardón vas a recibir, y que esa primera recomendación es un pequeño empujón más a un proyecto que tiene entre sus pilares el poner en valor los productos kilómetro cero de toda la zona de las Mariñas Coruñesas, y también los vinos de Betanzos.
El proyecto de A Moza Crecha es un trabajo a medias entre Mosterio y su esposa: los dos cocinan, pero en el momento de atender a la clientela es Lolo quien está en sala y Paula la que continúa en los fogones. Los dos tienen claro que hay que poner en valor los frutos del río Mandeo, los productos de huerta, los quesos y, sobre todo, los vinos. A Artesa tienen en carta todos los vinos que se hacen en Betanzos, no solo el blanco lexítimo, también los espumosos y los vinos dulces. Además, ofrecen un maridaje de su menú degustación con los vinos de esta zona.
Este menú va evolucionando a medida que progresa el año, adaptándose a los productos de temporada de la zona, y también a la respuesta de los clientes. Si un plato gusta mucho a los clientes, intentan mantenerlo; si otro recibe más críticas, procuran mejorarlo o cambiarlo.
El riesgo de no tener tortilla en la capital de la tortilla
¿Es atrevido abrir un restaurante diferente en el pueblo donde se come la mejor tortilla de patatas de Galicia, y probablemente de España? "Aquí en Betanzos, o estás en el centro y haces tortilla, o no te comes nada", explica Mosteiro. El proyecto de A Moza no partió de cero a orillas del Mandeo, sino que evolucionó desde aquel pequeño puesto en el Mercado de Abastos, que se convirtó más adelante en una Gastroteca, por lo que hicieron una marca previa.
La apertura del restaurante llegó en julio de 2021, con la complicación adicional de hacerlo entre oleadas de la pandemia. "Ahora somos una empresa de servicios gastronómicos, como nos gusta decir", comenta Mosteiro, explicando que el restaurante se complementa con los cáterings y con las formaciones. "Incluso tenemos una lancha para hacer experiencias gastronómicas en la Ría de Betanzos".
Pese a que el local no tiene carta, es imprescindible reservar antes y está alejado de las zonas más concurridas del pueblo, de vez en cuando entra algún turista despistado pidiendo tortilla. "Por supuesto que sucede", cuenta Mosteiro, contando que suelen redirigir a esos clientes a los grandes referentes del pueblo. Aun así, se han llevado alguna sorpresa muy agradable. Clientes que creían haber entrado en uno de los templos de la tortilla betanceira han acabado probando el menú degustación y yéndose muy satisfechos, llevándose de recuerdo los excelentes vinos y productos agrícolas de las Mariñas Coruñesas.
