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Los lazaretos: los edificios de A Coruña para proteger los ciudadanos de las pandemias

Antes del coronavirus otras enfermedades azotaron la ciudad y ante ellas los coruñeses encontraron refugió en el castillo de San Antón y el hospital marítimo de Oza
El castillo de San Antón y el Hospital de Oza
Quincemil
El castillo de San Antón y el Hospital de Oza
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La crisis del coronavirus no es la primera que acecha nuestro territorio y en A Coruña contamos con dos edificios que protegieron a los ciudadanos ante las grandes pandemias que azotaron la ciudad en el pasado. A estas construcciones se las denomina lazaretos y normalmente solían ubicarse a las afueras de las ciudades, o en el caso de las localidades costeras como la coruñesa, en grandes espacios alejados de los puertos.

En la ciudad herculina todavía se conservan esas edificaciones, ya que el castillo de San Antón y el hospital marítimo de Oza fueron las construcciones encargadas de albergar a los ciudadanos ante la amenaza de diferentes enfermedades. Nada que ver con la situación actual en la que los coruñeses se confinan en sus casas para evitar la propagación del Covid-19.

El refugio de los marineros

En el caso del castillo de San Antón, fue construido en el siglo XVI a raíz de una visita de Carlos V en abril de 1520 a la ciudad, para defender la ría de los piratas ingleses. Más tarde se usó como prisión y después del siglo XVIII volvió a emplearse como lazareto para aislar a los marineros, que llegaban a la ciudad afectados de enfermedades infecciosas.

El espacio fue declarado en 1949 como Monumento Histórico Artístico y ha sido reconocido como Bien de Interés Cultural. Además, desde 1968 alberga el Museo Arqueolóxico e Histórico da provincia.

Lucha contra la tuberculosis

El otro edificio que sirvió como lazareto en la ciudad fue el hospital marítimo de Oza. La zona vivió acontecimientos históricos como el desembarco de las tropas británicas durante el asalto de Francis Drake de 1589. Por entonces, el lugar albergaba una fortaleza, una capilla, un faro y más tarde ya se instaló un hospital.

En concreto, en 1888 se erigió la construcción hospitalaria, que se utilizó durante la Guerra de Cuba como refugio para los heridos en batalla. Posteriormente, en 1910 se convirtió en Sanatorio Marítimo para tratar la tuberculosis. Fue entonces cuando se construyó el hospital de estilo modernista que actualmente se conserva, aunque debido al paso de los años ha tenido que ser rehabilitado.

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