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La heladería Gino Ginelli se despide de A Coruña tras 23 años en la playa del Orzán

En diez días se bajará la persiana en la que están pintados cafés y cruasanes, dejando un poco huérfanos los bajos de la avenida Pedro Barrié de la Maza, mientras Javier empieza su nueva etapa como jubilado
Eduardo, Javier, Sandra y Antonio
AN
Eduardo, Javier, Sandra y Antonio
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Un mes de agosto de 1996 Javier Lodeiro estrenaba el bajo del edificio recién construido ante la playa del Orzán y el próximo día 30 de noviembre bajará la persiana como lleva haciendo más de dos décadas. La diferencia se dejará sentir al día siguiente, el próximo 1 de diciembre cuando ya no la vuelva a abrir.

El equipo Gino junto con Eva, a la izquierda, una de sus fieles clientas (AN)

Ahora toca cerrar una etapa tras 23 años de desayunos y meriendas mirando el calendario que marca la fecha de su jubilación. Días que transcurrieron "tranquilos", al compás de temporales curados con un chocolate caliente y largos días de verano en los que tras la playa esperaba un helado.

Un lugar privilegiado con vistas al mar en el que se fijó para montar su negocio. "Una heladería enfrente de la playa y buenos cafés para aguantar el invierno". La franquicia Gino Ginelli ponía la condición de los helados Carte D'or y Javier rebuscó para poder ofrecer el mejor café de selección, llegado desde Brasil y Colombia en varias variedades a escoger.

Sandra, hija de Javier, prepara un café con las variedades especiales (AN)

Javier no niega que le da pena, pero asume que otra etapa de su vida ha llegado. El motivo principal de la tristeza es no ver a sus clientes diarios: "Tengo una clientela que es muy amiga", asegura. En cinco minutos saluda a los cinco clientes que entran a por su café y reparte caricias a sus perros, que le dan la pata como respuesta.

Javier saluda a sus clientes de todas las mañanas (AN)

Una clientela fija que lleva años haciendo parada en el local de la avenida de Pedro Barrié de la Maza y que se resisten a asumir que desde el mes de diciembre no habrá oportunidad de echar un rato agradable .Una de ellas se acerca y asegura que incluso "está enfadada" con el cierre. "Ojalá haya continuidad" , comenta otro.

No habrá despedida, pero seguro que los echarán de menos (AN)

Otros fijos del lugar son los camareros: 20 años lleva Antonio trabajando en el Gino Ginelli y ya más de una década suma Eduardo. Esperan tomarse unas "vacaciones" y que, con un poco de suerte, alguna de las "novias que le salen al local" los vuelva a llevar al lugar en el que han echado horas durante tantos años.

Javier Lodeiro inicia su nueva etapa como jubilado (AN)

La hija de Javier, Sandra Lodeiro, también siente la hostelería corriendo por las venas, pero está aprovechando para ganar experiencia internacional, aunque siempre ha estado echando una mano en el Gino. La próxima semana arranca un contrato en un hotel de Londres.

Una terraza privilegiada que se recogerá el próximo 30 de noviembre (AN)

Javier dice que no le gustan las despedidas, "ni los entierros", comenta sonriente. No preparará nada especial para el próximo sábado, aunque seguro que más de uno pasa a darles un "gracias" y un abrazo. Quién sabe si el cierre solo será temporal, pero por el momento, dejará a esta zona frente al mar huérfana de helados y buenos cafés.

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