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El mensaje viral de una gallega que lamenta que "no vamos a salir mejores" de la pandemia

La ferrolana es dependienta en una tienda y asegura que algunos clientes no cumplen con las normas de higiene y seguridad: "si tengo el virus aquí, lo tengo en casa", dijo una señora ante la prohibición de probarse las prendas
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Una gallega escribió hoy un hilo en Twitter que en apenas unas horas se ha vuelto viral. La mujer, historiadora del arte, trabaja en una tienda de una cadena a nivel europeo que tiene unos 1.000 metros cuadrados y usa su experiencia como dependienta para explicar por qué "no vamos a salir mejores" de la pandemia por coronavirus.

La empresa, según relata la ferrolana en su perfil, tomó las medidas necesarias para volver a abrir el establecimiento durante el proceso de desescalada. La tienda tiene un circuito de entrada y salida y marcas que indican la distancia de dos metros en el espacio reservado para realizar el pago. Además, los probadores no están abiertos porque las empleadas están trabajando pocas horas y algunas todavía están en el ERTE, por lo que se decidió ampliar el período de devolución de la ropa de forma que los clientes puedan probársela en casa "con calma".

"Parecen unas normas sencillas: no probar la ropa, seguir un recorrido, mantener la distancia en la cola de caja", resume la gallega. "Pedimos mucho", añade antes de explicar varias situaciones a las que las empleadas se han tenido que enfrentar desde la reapertura.

La ferrolana relata que el primer día una compañera le indicó "con educación" a una señora que entraba sin mascarilla que debía ponérsela. "Vete a tomar por el culo", respondió la clienta. Además de este tipo de contestaciones, las trabajadoras de la tienda escuchan quejas por la poca cantidad de ropa disponible o porque no hay prendas para verano, a lo que la dependienta responde que no es "un artículo de primera necesidad".

Quejas por no poder probarse las prendas

"Ayer muchísima gente en la tienda. Yo en caja. Mi compañera agobiada porque la gente no obedece, se prueba la ropa por las esquinas y tienen más que decir. Un señor cerca de mí probándose unos polos", continúa el hilo de la historiadora. El cliente del polo se acerca y asegura no haberse probado los pantalones: "si no dejáis probar pues lo devolveré si no me queda bien". "No hay problema, tiene 45 días", responde la dependienta. A continuación, la pareja de este hombre se probó unas gafas, ante lo que la ferrolana le pregunta si se las va a llevar.

Según recoge la mujer en el hilo, la señora le tiró las gafas en caja y le gritó: "¡¿Me quieres decir por qué no se puede probar la ropa?! Es una vergüenza", antes de añadir que "si tengo el virus aquí, lo tengo en casa". La dependienta le explicó que todas las prendas devueltas se desinfectan y pasan una cuarentena de 48 horas para garantizar que están libres de Covid-19, ante lo que el marido la acusó de no saber trabajar de cara al público antes de pagar y marcharse.

La dependienta asegura que este tipo de situaciones se producen a diario y pide consciencia sobre lo que ocurre en estos momentos y colaboración por parte de los ciudadanos para poder hacer su trabajo. "No puedo más", concluye la ferrolana.

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