El arquitecto gallego que ha coronado el Empire State en Nueva York
No tiene nada que ver con el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome y su idea de construir allí el mayor rascacielos de España, aunque sí tiene que ver con un ourensano que puede presumir de rascacielos. El arquitecto Jorge Martínez, hijo de emigrantes de Celanova, acaba de entregar su proyecto más espectacular: la reforma de la planta 102 del icónico rascacielos neoyorkino, el Empire State.
Martínez ha sido el encargado de liderar una obra que pasará a la historia. Una remodelación que ha costado 165 millones de dólares y se ha desarrollado a lo largo de cuatro años para transformar las vistas del Empire State en una experiencia, reformando la entrada principal del edificio e incorporando una visión panorámica, con museo incluido, para los visitantes.
El estudio de arquitectura que en el que trabaja el arquitecto e interiorista gallego en Nueva York, Thinc Desing, fue el encargado de crear un espacio que permita la visión de la ciudad en 360 grados. Para ello, se construyó una nueva plataforma, a 365 metros de altura, desde el que se puede ver de un vistazo la ciudad estadounidense y al que se llega en un ascensor transparente.
Quienes ya han estado allí hablan de la "vista más espectacular del mundo". Pero si miramos hacia dentro, la exposición y la decoración con la que se ha abierto al público la planta 102 del rascacielos también es todo un espectáculo en el que hay aportación gallega. Jorge Martínez coordinó este proyecto que ocupa 10.000 metros cuadrados y en el que se repasa la historia del rascacielo.
Desde la historia de su construcción con obreros que trabajaban suspendidos a cientos de metros del suelo hasta King Kong acechando por sus ventanas. La prensa local lo ha llegado a llamar "el joyero de Manhattan". Una reforma que ofrece como resultado una planta completamente acristalada y que tiene la firma de un arquitecto que pasa sus veranos en Celanova.
El Empire State, construido hace ya 88 años es un símbolo del skyline de Nueva York. Sigue siendo uno de los edificios más altos y emblemáticos del mundo y ahora los gallegos podemos presumir de que, aunque no tengamos uno tan alto en nuestra tierra, el icono de Manhattan tiene un poquito de Galicia.
