Imagen del barco recuperado.
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Betanzos (A Coruña) recupera junto a la Reserva Biosfera Mariñas un barco abandonado en la ría
El destino de la embarcación es reconvertirla en un juego infantil a modo de barco fantasma
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El Concello de Betanzos y la Reserva de la Biosfera Mariñas Coruñesas ejecutaron este lunes, dentro del Plan de Sostenibilidad Turística, dotado de fondos Next Generation, una de las acciones previstas en el municipio, centrada en el estudio de los residuos localizados en la ría procedentes de barcos abandonados. Como iniciativa piloto se llevó a cabo la retirada de uno de ellos.
El proyecto presentado por la Reserva y los concellos que forman parte de la misma incluyó la retirada de los restos de esta embarcación y su traslado a Betanzos, en concreto a las instalaciones municipales de Bellavista para, a partir de este momento, elaborar la documentación correspondiente para la tramitación de los residuos por gestores autorizados y estudiar la viabilidad de su recuperación.
La alcaldesa, María Barral, explicó que en caso de ser viable la recuperación, el Concello impulsará, en una siguiente fase, con otras administraciones la restauración de la embarcación reconvirtiéndola en un futuro en un "barco fantasma" como juego infantil con información para sensibilizar de una manera lúdica a la sociedad y a los más jóvenes sobre la problemática de abandonar antiguos barcos en la ría.
Para ello, el Concello planteará la colaboración e implicación de otras administraciones en un proyecto que considera "de suma importancia para concienciar a la población sobre la riqueza de nuestro entorno natural".
La idea, según indicó la regidora, es buscar esa colaboración entre administraciones para financiar la recuperación del barco si técnicamente es viable y que en un futuro se instale en una zona próxima al río Mandeo para que tenga “esa nueva función de barco fantasma como juego”.
La localización de la embarcación fue posible a raíz del estudio realizado por la Reserva de la Biosfera en la ría de Betanzos, en colaboración con la Fundación Juana de Vega, donde se identificaron 46 residuos, especialmente de embarcaciones en ruina.
Después de ese estudio, se seleccionó uno de ellos, que previsiblemente estaba en mejores condiciones, para llevar a cabo un primer proyecto piloto y reconvertirlo en “barco fantasma” como juego infantil tematizado.
El barco abandonado elegido tiene 6,5 metros de eslora y 2 metros de manga. Estaba ubicado bajo el viaducto de la autopista AP-9.
Para retirarlo, se requirió un equipo de buceo, globos de elevación, una embarcación de remolque y un camión con grúa y se siguieron todas las medidas precisas para evitar afecciones al ecosistema marino y no remover los lodos del fondo marino.