Camilo y Marisa, el matrimonio más longevo de las Xubias cumple 70 años de casados

Camilo y Marisa, el matrimonio más longevo de las Xubias cumple 70 años de casados Paula Mahía

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A Coruña

Bodas de titanio en A Coruña: "La quiero más ahora que cuando nos casamos hace 70 años"

Marisa y Camilo, el matrimonio más longevo de As Xubias, de 90 y 93 años, celebran este domingo su amor eterno

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El mérito no está en permanecer unidos 70 años y quererse con locura más que el primer día. El mérito es ser como son: unos ángeles con la cabeza y las piernas tan jóvenes como su amor. Marisa tiene 90 años y Camilo, 93. Son de As Xubias de Abaixo de toda la vida, y allí lo que se dice es palabra de Dios.

Todo el mundo los quiere en este lugar de la ciudad de A Coruña. Sus paseos diarios, abrazados por ese paraíso coruñés que ahora quieren rehabilitar, son de cine. Caen las lágrimas al verlos, como le caen a Camilo cuando dice que "quiere irse antes que ella", que "no podría vivir si ella se muere".

Su historia merece disfrutarse. Se conocieron de niños. "A mí no me gustaba, era un pailán", ríe Marisa. Así están todo el día, metiéndose el uno con el otro. No se aburren. Pero no hace falta indagar mucho para darse cuenta de que continúan locamente enamorados el uno del otro. "La quiero incluso más que el día en que me casé", confiesa Camilo con un brillo especial en los ojos.

Ambos eran de As Xubias. "Nacimos los dos en Labaca", comienzan su historia. Aunque se conocían del barrio, no habían cruzado muchas miradas. "En aquel entonces las cosas eran diferentes. Yo iba a molestarla de vez en cuando, pero no iba a más", bromea Camilo. Que eso, en idioma adolescente, significa 'me gustas', con letras mayúsculas y en negrita.

Pero Marisa era una mujer dura de roer. A ella esas cosas no le atraían lo más mínimo. Camilo tuvo que currárselo más: "Íbamos poco a poco. De vez en cuando me ponía el brazo sobre el hombro, pero ella me lo apartaba". Entonces él se fue a la mili. "Ahí empezamos a intercambiarnos cartas. Un día me mandó unas medias de cristal, que por aquel entonces eran lo mejor. Él bromeaba diciendo que me las tenía que poner él", recuerda entre risas.

Tres años de novios

Eran dos adolescentes tonteando. Estuvieron tres años de novios y, cuando ella tenía 20 y él 23, se casaron. "En aquel entonces la mayoría de edad eran los 21 años. Me tuvo que acompañar mi tío para firmar", relata Marisa. Al poco tiempo tuvieron tres hijos maravillosos: Mari, Gela y Francis. De ellos nacieron ocho nietos y cinco bisnietos.

Mañana estarán todos en su aniversario de boda: las bodas de titanio, como se llaman cuando se cumplen 70 años casados. Tuvieron que consultarlo, ya que no son muchos los que llegan. Marisa se encargó de organizarlo todo para reunir a sus seres queridos, incluidos los del barrio: "Son también mi familia". En total serán unas 50 personas las que acogerán Camilo y Marisa en su maravillosa casa de As Xubias, con vistas a la ría.

Las fiestas y las celebraciones son lo que mejor se les da. Los cumpleaños los celebran como si fuera el último, y el aniversario no iba a ser menos. Y el día 20 se irán a Benidorm, como todos los años desde hace 29. "Este año ya hemos ido dos veces: una en mayo y otra ahora, en octubre", dice Camilo con la misma vitalidad que un chaval de 20.

Lo que tienen Marisa y Camilo es envidiable. Siempre juntos. Ni en casa se separan. "Cuando me voy a dormir, siempre viene él detrás", confiesa Marisa. Aunque admiten que es un amor diferente al de los 20 años. Es el "miedo", como lo llaman ellos, de no saber cuándo se irá esa persona de tu vida.

Al preguntarles si están enamorados, no dudan en la respuesta: "Más que el día en que me casé". Pero eso no se consigue de la noche a la mañana. "Los chavales de ahora no aguantan nada. Hay que saber perdonar, no sirve de nada vivir enfadados", relata Camilo. ¿El truco para llegar hasta aquí? "Paciencia y comunicación". "Intentar evitar irse a dormir enfadados", revela Marisa. Así fue como ellos llegaron a cumplir 70 años casados, queriéndose como el primer día… o más.