Bajo reformado del antiguo bar El Molino, en la calle Santa Catalina.
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El futuro que le espera al bajo del mítico El Molino de A Coruña: no será un bar
Una empresa coruñesa de construcción, especializada en diseño, decoración y reformas de baños, abrirá este año una oficina técnica en el local del edificio rehabilitado de Santa Catalina que durante años ocupó el emblemático bar
La semblanza de un viejo bar: El mítico Bar El Molino de A Coruña, espumosa adolescencia
A El Molino no le sucederá un nuevo El Molino. Aquel bar de la calle Santa Catalina donde se jugaba al tute, al dominó y al parchís y donde los adolescentes de A Coruña se encontraban los fines de semana dará paso, tras la reforma del edificio, a la oficina técnica de una empresa coruñesa de la construcción.
Auga de Parada, especializada en diseño, decoración y reformas de baños, prevé abrir a finales de este año este espacio en el bajo del número 17-19 de Santa Catalina, donde hasta 2013 los clientes de toda la vida se entretenían con los juegos de mesa de lunes a viernes y los jóvenes de la ciudad socializaban los sábados y domingos entre música y bebidas.
La empresa tiene en Oleiros una superficie de 2.500 metros cuadrados donde expone su gran colección de piezas y accesorios únicos de prestigiosas marcas de pavimentos y revestimientos.
Asociada desde 2016 con la firma italiana Boffi, también cuenta con Showroom Boffi Studio Coruña, en la calle San Andrés (muy cerca del antiguo El Molino), unos 300 metros cuadrados para la exposición de innovadoras y exclusivas creaciones.
Una larga rehabilitación
La nueva oficina de Auga de Parada tendrá menor superficie, unos 150 metros, y estará ubicada en el bajo del mítico bar coruñés, que inicialmente se había previsto reabrir como local de hostelería.
Edificio del número 17-19 de la calle Santa Catalina, en A Coruña.
El Molino cerró hace doce años, puso fin a un tiempo de ocio que para muchos de sus clientes fue memorable porque consolidó costumbres y amistades. La razón fue la reforma del inmueble completo, con cuatro plantas de viviendas por encima del bajo. La promotora Riocaldo Inversiones se encargó de la obra tras comprar el edificio en 2019.
Los trabajos comenzaron en 2021 y duraron más de dos años. Al concluir se difundieron recreaciones del que sería el renovado espacio hostelero, donde se preveía mantener el suelo original de El Molino y recuperar una vitrina acristalada en medio de su interior.
Diseño previsto para el bajo del edificio cuando se proyectaba un local hostelero.
La obra que meses después se inició en el bajo ya no concibe la habilitación como bar sino su transformación en oficina. Los trabajos que allí se desarrollan respetan, aseguran fuentes de Auga de Parada, los elementos catalogados por el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) de Ciudad Vieja y Pescadería, como arcos y molduras del interior.
En el exterior, sobre el marco del acceso al bajo luce un rótulo que remite a sus orígenes hosteleros: "El Molino".
