7 abril, 2024 02:31

Ocho personas y un piloto a casi 40 kilómetros de altura en una cápsula con grandes ventanales a través de los que ver la curvatura de la Tierra. Ese es el objetivo que persigue Halo Space, la compañía española con mayor recorrido en un campo todavía casi inexplorado que espera que en 2026 los primeros curiosos ocupen sus globos estratosféricos. La mirada está puesta en 2029, cuando la empresa prevé realizar 400 viajes al año a partir de entonces subiendo a la estratosfera a más de 3.000 pasajeros anualmente.

Por el momento, han realizado cinco vuelos de prueba exitosos. Si todo sale bien, en apenas unos meses Halo Space tendrá bases en Estados Unidos, Arabia Saudí, Australia y España. Tan solo unas 20 personas no astronautas han conseguido subir al espacio costeando un ticket que ronda los 60 millones de dólares, aunque al final de la década se espera que baje a la mitad. Hay otra gente que prefiere decantarse por vuelos en cohete que suben a unos 100 kilómetros en viajes muy cortos e intensos: 500.000 dólares es su precio.

Halo Space quiere superar todo ello haciendo vuelos a través de un globo estratosférico, de gas, que lleva colgando una cápsula presurizada con ocho pasajeros y un piloto para una experiencia que también ofrecerá una visión de la curvatura de la Tierra.

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"Al evitar las aceleraciones que tendría un cohete, nuestros pasajeros podrán desplazarse por dentro de la cabina o hablar con otros pasajeros, todo esto delante de un ventanal enorme de 1,40 metros de largo por 1,40 metros de ancho", relata Carlos Mira, CEO de la compañía. Subirán y bajarán a unos 20 km/h: "Esto es para todo el mundo, no hace falta un entrenamiento especial. Si puedes subir a un avión comercial, también podrás hacerlo en nuestras cápsulas", indica.

En 2021 comenzó la andadura de esta empresa llamada a revolucionar un mercado todavía por explorar. En estos tres años, Halo Space ya ha realizado cinco vuelos de prueba. El primero de ellos tuvo lugar en 2022, en India, ensayo que volvieron a repetir en septiembre de 2023 hasta en cuatro ocasiones más en el desierto de Mojave, en California. "Estamos hablando de un área militar, así que el solo hecho de que te dejen volar allí para tus experimentos ya es un reconocimiento de que no estamos haciendo las cosas tan mal", explica Mira.

Cralos Mira, CEO de Halo Space.

Cralos Mira, CEO de Halo Space. E.E.

Éxito de las pruebas

Aquella puesta de largo tuvo lugar, concretamente, el 7 de diciembre de 2022. El vuelo duró 4 horas y 10 minutos. Un globo aerostático, que alcanzó una dimensión máxima de 120 metros de ancho, elevó el prototipo no tripulado de la cápsula de HALO a una altitud de 37 kilómetros, para luego aterrizar con seguridad en una zona designada. El lanzamiento tuvo lugar en las instalaciones para globos del prestigioso Instituto Tata de Investigación Fundamental (TIFR), en Hyderabad (India).

Según la información proporcionada por la compañía, el globo aeroespacial de HALO Space, fabricado con policarbonato muy fino, pesaba 773 kilogramos y alcanzaba un diámetro máximo de entre 110 y 130 metros (la longitud de un campo de fútbol). Propulsado por hidrógeno, el globo elevó con éxito la cápsula en la estratosfera. En aquel momento, Mira comentó que el objetivo era "probar a tamaño real el comportamiento de vuelo de la cápsula HALO en el lanzamiento, ascenso, crucero, descenso y aterrizaje, así como los sistemas de seguridad, tierra y equipos de a bordo".

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La segunda ronda de vuelos de prueba, cuatro en total, llegó en 2023, en el lago seco de Cuddeback (California), un área habitual para la realización de vuelos experimentales tanto civiles como militares. "El objetivo de estos vuelos es probar el sistema de descenso y aterrizaje con un paracaídas dirigible tipo parapente", aclaró Halo Space en aquel momento.

De esta forma, el 19 y 27 de septiembre de ese año se llevaron a cabo estas pruebas en las que la cápsula se elevó con un helicóptero hasta una altura de 2.000 metros, desde donde se soltó. Comprobaron así que la velocidad de descenso de la cápsula con el paracaídas fue inferior a 5 metros por segundo, con una tasa de planeo de 3,5 a 1, es decir, por cada metro que se baja en vertical, avanzó 3,5 metros en horizontal.

Otra imagen de las pruebas realizadas en California.

Otra imagen de las pruebas realizadas en California. E.E.

"El próximo y sexto vuelo marca un hito para la empresa española porque completa la fase más larga del desarrollo del vehículo espacial y sus sistemas operativos, realizado en un tiempo récord de sólo tres años, situándose un paso más cerca de su meta", han afirmado desde la compañía en referencia al futuro vuelo de prueba en junio de 2024, en Arabia Saudí.

Frente a sus competidores, Halo Space ha sido la única empresa que ha conseguido realizar los vuelos de prueba con cápsulas de tamaño real. "Hemos llegado a los 37 kilómetros de altura, por encima de un vuelo comercial convencional, y el haberlo hecho en cinco ocasiones nos ha dado la posibilidad de probar todos los sistemas críticos, que son claves, para este tipo de vuelos", añade el CEO. Desde su punto de vista, esto les posiciona como la compañía líder en el mundo del turismo espacial.

Un sueño humano

Pero la idea de poder visitar el espacio como aquel que se va de luna de miel a Vietnam no es nueva, sino un sueño que siempre ha acompañado a las personas. La tecnología, para ello, también está desarrollada. "El primer reto que tuvimos que superar era encajar todas las tecnologías ya creadas para que funcionen con total seguridad en este tipo de vehículos", confirma Mira. Sin ir más lejos, las cápsulas presurizadas existen desde hace 60 años y los paracaídas que utilizan para el aterrizaje de precisión, una especie de parapente, desde hace cuatro décadas.

Nosotros tenemos que demostrar a una agencia de certificación que nuestros vuelos son totalmente seguros

Carlos Mira, CEO de Halo Space

No es fácil tamaña empresa, aunque ya han conseguido permisos provisionales en Estados Unidos, Arabia Saudí y Australia, los lugares que, junto con España, Halo Space pretende tener sus bases. "Así nos aseguramos que, como mínimo, tenemos dos de ellas funcionando cualquier día del año", concretiza.

La legislación

Otro de los grandes retos a los que se enfrenta esta compañía española es que es tan vanguardista que abrir camino se torna algo más complicado. "No existen todavía vehículos de este tipo, ni legislación al respecto. Por eso, colaboramos con las agencias de seguridad para que juntos podamos crear la normativa", añade Mira.

En Halo Space las cosas son algo diferentes a las compañías de la competencia. Según relata su CEO, han conseguido rodearse de empresas del sector aeroespacial con muchos años de experiencia y líderes en sus categorías que aportan un gran intangible a la empresa. "En el equipo tenemos el privilegio de contar con antiguos directivos de Airbus Military, director de ingeniería, técnicos de programa, que han diseñado los aviones de los últimos 30 años", comenta orgulloso.

Una de las pruebas, durante su desarrollo en California.

Una de las pruebas, durante su desarrollo en California. E.E.

El gran objetivo de Halo Space es poder llevar turistas al espacio en 2026. "Estamos, francamente, muy cerca. Todos los hitos que nos planteamos cuando comenzamos con el desarrollo los hemos cumplido. Ahora mismo estamos desmontando el segundo prototipo de la cápsula para transportarla a Arabia Saudí para el vuelo de prueba de junio", desarrolla el propio Mira.

Poder visitar el espacio, por otro lado, será parte de la experiencia que Halo Space ofrecerá a sus clientes. "Queremos lograr una visión más inmersiva de todo lo que rodea al viaje. Queremos explicarles bien qué se está haciendo en el sector y prepararlos para cuando suban al espacio y tengan esa experiencia que les transformará al ver la Tierra desde fuera", dice el CEO.

Exclusividad

Halo Space desarrolla y comercializará el producto en exclusividad, al menos hasta 2030. "A partir de entonces, quizá valoremos la opción de que otras compañías tengan nuestro programa que tanto nos ha costado crear. Es un mercado demasiado pequeño, un nicho muy reducido que no interesa a compañías como Boeing o Airbus", concluye Mira.

Eso pasa por la formación que deben recibir los pilotos de sus cápsulas. "Colaboramos para definir el perfil que hace falta. Es bonito ser pionero y rompedor, pero hay cosas que cuestan más esfuerzo", opina. Esta dificultad tampoco parece ser problema para la empresa española. Sin ir más lejos, tras el primer vuelo a la India, en diciembre de 2022, varios pilotos contactaron por LinkedIn ofreciéndose a comandar las operaciones de prueba.

Por lo tanto, otro de los retos que tienen por delante es encontrar lugares en los que se pueda ofrecer esta formación. "Cuando estén definidos los conocimientos y los cursos necesarios, la idea es que un centro externo los ofrezca yendo de la mano con nosotros", concreta un Mira orgulloso y satisfecho del camino logrado hasta ahora. Un camino que, dentro de dos años según las previsiones, se hará realidad: miles de personas podrán subir al espacio.