Luis Ángel de la Viuda.
Luis Ángel de la Viuda, una figura clave de la radio y la televisión privadas
La larga trayectoria de Luis Ángel de la Viuda le convirtió en uno de los periodistas más activos y decisivos de nuestro país en la segunda mitad del siglo XX.
Culto, ingenioso, espontáneo, a veces demasiado. Con aspecto de prócer romano y cara de prócer romano, Luis Ángel de la Viuda siempre parecía estar de buen humor.
Su larga trayectoria le convirtió en uno de los periodistas más activos y decisivos de nuestro país en la segunda mitad del siglo XX. Ejerció desde los momentos más duros del franquismo hasta la consolidación de las televisiones privadas, pasando por la Transición y el felipismo.
Luis Ángel de la Viuda estuvo vinculado a la Radiotelevisión pública desde 1969. Ocupó cargos relevantes tanto en la radio como en la televisión. Llegó a ser director de informativos jefe de programas de Radio Nacional de España (RNE).
Con Adolfo Suárez ocupando la dirección general de Radiodifusión y Televisión, De la Viuda llegó a ser director de Programas de TVE. Ambos fueron buenos amigos hasta que el político abulense fue investido presidente del Gobierno.
Pese a su experiencia en medios públicos, su gran obsesión eran la radio y televisión privadas. Ya en 1979 comenzó a correr el rumor de que el periodista iba a abandonar Prado del Rey. A lo que él respondió con una muestra de su humor, remedando a Miguel Mihura: “Ni afirmo ni desmiento mi dimisión del cargo”.
Ya entonces la pequeña pantalla le había convertido en un personaje muy popular y su respuesta fue muy comentada.
De la Viuda, frente al crucifijo, jura su cargo de adjunto a la dirección de Adolfo Suárez en RTVE.
Ya estaba en su cabeza la idea de crear una radio privada. Aunque siempre manifestó su oposición a que el Gobierno tuviera que dar las concesiones, en 1981 solicitó una licencia para una cadena de televisión privada que se llamaría Tele-Ochenta, Cadena de Ondas Amigas.
También solicitaba licencias para emisoras de radio.
De la Viuda ya se había convertido en empresario, además de periodista. Le fueron concedidas diecinueve emisoras en distintos puntos del país que acabarían conformando la cadena Radio 80, propiedad de su propia empresa y, entre otros accionistas, la Editorial Católica, editora del diario Ya.
En una época muy politizada, Luis Ángel de la Viuda, también director de la cadena, anunció un proyecto, que más tarde calificaría de demasiado idealizado.
"Nuestras emisoras no tienen ningún compromiso de militancia política. Ningún grupo tiene mayoría de acciones como para controlar la cadena. La banca no tiene acciones en nuestras emisoras, sino que nos presta ayuda financiera. Pretendemos hacer una radio de compañía, con el propósito de informar, distraer y ofrecer programas culturales y educativos para los distintos segmentos de la población".
Aquel fue el germen de lo que más tarde sería Antena 3 Radio y Antena 3 Televisión.
"En 1989 se pone en marcha Antena 3 TV. Luis Ángel de la Viuda desempeña un papel fundamental en su puesta en marcha, con el cargo de subdirector general de Noticias y Actualidad"
De hecho, con el tiempo fue incorporando a su cadena de radio figuras populares que luego serían emblemáticas tras la llegada de las privadas: José María Iñigo, Mari Cruz Soriano, Gomaespuma o Pedro Meyer.
En Navidad de 1989 se pone en marcha Antena 3 Televisión. Luis Ángel de la Viuda desempeña un papel fundamental en su puesta en marcha, con el cargo de subdirector general de Noticias y Actualidad.
Con Manuel Martín Ferrand al frente, la cadena alcanza gran notoriedad hasta convertirse en un referente de la oposición al Gobierno de Felipe González.
Sin embargo, aquella aventura no llegaría a cumplir los cuatro años.
En junio de 1993, en lo que se calificó como una operación política, Antonio Asensio (propietario del Grupo Zeta), el Banesto de Mario Conde y el magnate Rupert Murdoch se hicieron con el control de la cadena. Inmediatamente, presentaron su dimisión el director general, Martín Ferrand, y Luis Ángel de la Viuda, entre otros cargos del anterior equipo.
Luis Ángel de la Viuda, Juan Luis Cebrián, Pura Ramos, Carmen Sarmiento, Fernando Ónega, Luis del Olmo e Iñaki Gabilondo.
En ese periodo, De la Viuda presentó un programa llamado Escuela de periodismo, que alcanzó mucha popularidad en la profesión periodística. El programa era un remedo del añorado La Clave de José Luis Balbín. Se trataba de un debate entre profesionales de la comunicación, pero en lugar de ir acompañado de una película sobre el tema de turno se ilustraba con un episodio de la mítica serie de los setenta Lou Grant.
Luis Ángel de la Viuda también participó de forma activa en el periodismo escrito. Fue director del diario Pueblo en 1974, tras el cese de Emilio Romero.
Durante el franquismo, también había sido director de la revista SP, una revista inspirada en Time y que pese a haber sido fundada por falangistas no se libró de la censura.
Como articulista, fue colaborador de Diario 16 y de ABC y, ya más tarde del diario El Mundo. Pero su periódico del alma, al que siempre estuvo vinculado, era El Diario de Burgos, el periódico de su siempre añorada ciudad natal.
Luis Ángel de la Viuda pertenecía a otro tiempo muy diferente al actual. Contradictorio, como tantos que pasaron de la dictadura a la democracia sin solución de continuidad.
Fue un periodista que grabó los discursos de Franco, pero que también luchó como pocos por la libertad de información a través de la radio y la televisión privadas.
*** El periodista Luis Ángel de la Viuda (1932) ha muerto este lunes a los 93 años.