Revista de prensa.

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La tribuna

Alfonso Guerra y la lucha de sexos

29 marzo, 2023 08:01

Dos noticias marcan hoy la pauta del día. La anulación por parte del Tribunal Supremo del cese del coronel Pérez de los Cobos y la vuelta a España de la prófuga Clara Ponsatí, que fue consejera del molt honorable Carles Puigdemont.

Vamos con lo de la Guardia Civil. Voy a intentar no decir “benemérita” en todo este rato porque, si no, acabaré recitando a Federico García Lorca. Hay dos formas de titular lo de Pérez de los Cobos, ya lo saben, el que fue jefe de la comandancia de Madrid hasta que Marlaska se lo cargó. Lo hizo por no haber informado al Ministerio del Interior de que se estaba investigando al Gobierno a cuenta de haber autorizado la manifestación del 8-M cuando el coronavirus ya estaba por todas partes.

Dos formas de titular. La primera, despacito, suave, como las bachatas que baila Feijóo desde que lleva camiseta y deportivas. La vemos en El País: “El Supremo anula el cese de Pérez de los Cobos en la Guardia Civil”. La segunda, vehemente, rockera, como una canción de Barricada. ABC: “El Supremo anula la represalia de Marlaska al coronel Pérez de los Cobos”.

Dos editoriales, el del propio ABC y el de El Mundo, piden la dimisión del ministro del Interior. Eso no parece que vaya a ocurrir. Tras “cinco años de polémicas” –recuerdan varios periódicos– Sánchez siempre lo ha mantenido en el cargo. La cuestión es qué va a hacer el Gobierno. Porque la anulación del cese significa la readmisión de Pérez de los Cobos… y la devolución de estos tres años de sueldo.

El Confidencial revela que una de las fórmulas que se plantea el Gobierno es volver a cesar, una vez readmitido, al que fue jefe de la Comandancia de Madrid… ¡por otros motivos! Es decir: con otro encaje legal. Esto es como cuando los padres castigan al hijo y el hijo se defiende con un argumento. Si no funciona y ve que se le mantiene el castigo, lo cambia. “En realidad lo hice por esto otro”.

EL ESPAÑOL cuenta esta mañana que, cuando Marlaska fulminó a Pérez de los Cobos por no informarle de que la Guardia Civil estaba investigando al Gobierno debido al 8-M, Moncloa lo supo. Es decir: que no fue cosa de Marlaska, sino que Sánchez también estaba en el ajo. El Mundo lleva a su portada un reportaje que da voz a diferentes mandos y agentes de la Guardia Civil. Dicen: “Lo de Pérez de los Cobos fue la vendetta del peor ministro”.

Ayer, efectivamente, con un gran rodaje de por medio, vino a España, perdón, “al Estado español”, Clara Ponsatí, hoy europarlamentaria y antes consejera de Puigdemont y que estaba huida de la Justicia. Fue detenida y después puesta en libertad con la orden de ir a declarar el próximo 24 de abril por un delito de desobediencia.

Varias claves: Ponsatí ha querido hacer ver con su detención que se está vulnerando su inmunidad de europarlamentaria. Los diarios explican hoy las razones del juez Llarena: asegura éste que la detención fue legal porque no se trata de abrir una causa nueva, sino de continuar con el desenlace de una que ya está abierta.

También hay bastante consenso en torno a esta otra premisa: la valiente Ponsatí ha regresado a España sólo tras la abolición del delito de sedición, y no antes. Porque ahora ya no se enfrenta a una pena de cárcel, sino de multa e inhabilitación.

La Vanguardia nos da otra pista interesante en su portada. Ponsatí no sólo pretende exhibir ante Europa las maneras dictatoriales del “Estado español”, sino hacerle un agujero a su rival directo en las próximas elecciones, Esquerra Republicana. Dice La Vanguardia: “ERC recuerda a la eurodiputada que su regreso es factible gracias a la supresión de la sedición”. Si Puigdemont regresara, nos recuerdan las cabeceras, probablemente no se iría de rositas, ya que él sí se enfrenta a una pena de cárcel debido al delito de malversación agravada que se le atribuye.

“Indignación ante el Tribunal Constitucional”, leo en un artículo de La Razón. Pero no está firmado por ningún independentista, sino por el obispo Antonio Cañizares. Lo dice por el aval del TC a la ley de la eutanasia. “Se nos pone difícil el aceptar al TC con declaraciones así”, escribe Cañizares.

Y termino con dos exhumaciones ocurridas ayer en virtud de la Ley de Memoria. La primera, la de Alfonso Guerra, exvicepresidente del Gobierno, que resucitó ayer en el restaurante Jai Alai de Madrid, donde ofreció una especie de discurso a varios exministros del PSOE y la UCD. Lo cuenta Vozpópuli. Guerra dijo: el Gobierno “ha sustituido la lucha de clases por la lucha de sexos”.

La segunda exhumación, Mariano Rajoy. En un mitin de Torrent, Valencia. “Rajoy, desatado”, titula EL ESPAÑOL. El expresidente se burló del “todas y todes” y dijo: “Se aprobó una ley que permite que los violadores salgan a la calle y se reduzcan sus penas. Hay que ser malo y tonto”. Luego añadió: “Siendo presidente del Gobierno visité cuatro veces China y no dije a nadie del Gobierno ni del telediario que estuviese dando la matraca”.

*Esta es la revista de prensa que Daniel Ramírez realiza cada mañana para 'La España que madruga', en 'Más de Uno', el programa de Carlos Alsina en Onda Cero.

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