Los drones se han convertido en uno de los grandes problemas de las fuerzas de seguridad y ejércitos de todo el mundo. Un tipo de aeronave que comenzó como una herramienta más de espionaje, como los Predator que tiene España, ahora cuentan con poder de ataque. Algunos de ellos lanzando misiles y otros -los llamados drones suicidas- estrellándose contra su objetivo.

Estos últimos son especialmente dañinos en según qué circunstancias. Por ejemplo, un enjambre de pequeños drones suicidas con cargas explosivas en su interior dirigiéndose al centro de una ciudad o a alguna infraestructura crítica como una central nuclear. Lo que conduce directamente al desarrollo de nuevas armas capaces de anular esos ataques.

En ocasiones, no se necesitan medidas complejísimas compuestas de sistemas de radiación electromagnética y la inventiva junto a la sencillez puede desempeñar un papel fundamental. El ejemplo perfecto lo tenemos con el último arma creado por la Defense Advanced Research Projects Agency, también conocida por su acrónimo DARPA, que está comprobando que usar serpentinas contra drones puede ser una gran idea.

Serpentinas vs drones

Al igual que se necesitan sistemas de protección antidrones en algunas infraestructuras, las unidades móviles de los diferentes ejércitos son también objetivos de los malhechores. Incluso unos más delicados debido a que no se recomienda el uso de armas explosivas si están circulando por zonas pobladas dejándoles sin una de las armas más eficaces. Si se llegan a emplear, podrían incluso herir a terceras personas o edificios cercanos. En el marco de un programa para proteger a este eslavón más débil del ejército, DARPA ha desarrollado un "sistema interceptor de drones reutilizables y de bajo coste", como la documentación oficial lo describe.

Lanzamiento de cápsula con la serpentina DARPA

Las primeras indagaciones comenzaron hace ya cuatro años y el objetivo era crear un sistema integrado que frustrara los ataques de pequeñas aeronaves no tripuladas y autónomas. "El objetivo es proteger a los convoyes de alto valor que se mueven a través de regiones potencialmente pobladas donde existe el requisito de evitar el uso de armas defensivas explosivas y mitigar los daños colaterales", apuntan desde DARPA.

El sistema elegido pasa por el lanzamiento de una cápsula en cuyo interior se encuentra un material troceado que nos recuerda a las serpentinas. Algo así como el clásico tubo a presión del que sale disparado confeti al girar un extremo. Solo que adaptado a un entorno militar mucho más sofisticado y más potente.

"El demostrador de la tecnología neutralizó con éxito drones tácticamente relevantes utilizando un radar de banda X que detecta e identifica automáticamente las amenazas del sistema aéreo no tripulado". Por tanto, el lanzamiento de la cápsula con las serpentinas será autónomo al igual que los siguientes pasos del proceso.

Ese mismo radar en banda X empareja cada uno de los interceptores lanzados -las cápsulas- con un objetivo a batir. Un sistema automatizado guiará la trayectoria y, en el momento justo, hará salir a presión todo el confeti dirigido al dron.

Serpentinas disparando a drones

"Debido a que nos estábamos centrando en proteger a los activos móviles, el programa impulsó las soluciones con una huella pequeña en términos de tamaño, peso y potencia", ha declarado Gregory Avicola, jefe del programa que está llevando este arma dentro de DARPA. "Esto también permite sistemas más asequibles y menos operadores".

Las especificaciones sobre la tecnología que ofrece la propia agencia son de lo más descriptivo, la detallas como un sistema que "dispara serpentinas fuertes y fibrosas desde interceptores reutilizables que estropean las hélices [del dron atacante] y causan pérdida de propulsión".

Sistemas con radiación

Además del confeti de grado militar, una de las armas de contramedida que termina con enjambres enteros de drones es la que emplea radiación. Una de las más famosas es Epirus Leonidas, un sistema de desarrollo estadounidense que es capaz de anular cientos de drones creando un escudo invisible de radiación. Cuando detecta que se acerca un enjambre, emite un impulso electromagnético que consigue dejarlos fuera de juego instantáneamente.

Sistemas antidornes Leonidas Epirus

Un equipo mucho más manual y de menor calado es el que emplean las fuerzas de seguridad del estado en España. La Policía Nacional cuenta con escopetas de radiación capaces de anular a drones, pero tan solo sirven para amenazas aisladas y no para enjambres enteros.

Dronebuster Flex Force

Dentro de esta última categoría, el ejército de Estados Unidos ya está probando otra arma capaz de secuestrar a los drones. El militar tan solo tiene que apuntar y disparar para que la escopeta de radiación se haga con el control de la pequeña aeronave, pudiendo ordenarla maniobras como el aterrizaje o que regrese a su punto de partida.

También te puede interesar...

Noticias relacionadas