Cuando tomamos una foto muchas cosas pueden salir mal: podemos conseguir fotos más nítidas, desenfocadas, mal encuadradas, etcétera. Pero un fallo recurrente en la fotografía, concretamente en el mundo de la óptica, es la llamada aberración cromática, que suele darse habitualmente.

La aberración cromática, en resumidas cuentas, consiste en una distorsión óptica en la toma provocada por una lente incapaz de enfocar todos los colores en un mismo punto. En la práctica, se traduce en unos bordes coloreados alrededor de los objetos de una foto, por la incapacidad de la lente de desviar todos los colores hacia un mismo foco. Unos investigadores de Harvard se han valido de la nanotecnología para acabar con este fenómeno, y el resultado es apasionante.

Fotografías y nanotecnología, la combinación perfecta

Aberración cromática

Investigadores de la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas (SEAS) de la Universidad de Harvard, a principios de año, presentaron lo que se conoce como “metalentes”, unas lentes planas que gracias a una nanoestructura serie de nanoestructuras eran capaces de eliminar casi por completo la aberración cromática de una fotografía. Esto se podía hacer gracias a que estas nanoestructuras ayudaban a enfocar todo el espectro visible en un punto fijo.

Estos mismos científicos han ido un paso más allá: han reutilizado esta misma tecnología para crear un “metacorrector”. Esto es una superficie de una sola capa de nanoestructuras que se pueden incorporar en todo tipo de lentes.

Según la misma Harvard: “Los sistemas ópticos de hoy en día, desde cámaras de teléfonos inteligentes hasta microscopios de vanguardia, utilizan tecnología que no ha cambiado mucho desde mediados de la década de 1700. Las lentes compuestas, inventadas alrededor de 1730, corrigen las aberraciones cromáticas que hacen que las lentes enfoquen diferentes longitudes de onda de la luz en diferentes puntos”.

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Este metacorrector permite diseños de lentes mucho más sencillos y menos engorrosos. Las lentes más eficaces contra la aberración cromática suelen ser enormes y muy caros, por sus costes de fabricación. Gracias a esta nanoestructura hasta una lente sencilla puede combatirla de forma mucho más eficiente. He aquí un ejemplo:

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El co-autor del experimento, Alexander Zhu, dice: “El uso de metacorrectores es fundamentalmente diferente de los métodos convencionales de corrección de la aberración, como los componentes ópticos refractivos en cascada o el uso de elementos difractivos, ya que involucra ingeniería de nanoestructuras. Esto significa que podemos ir más allá de las limitaciones materiales de los lentes y tener mejores rendimientos”.

Desgraciadamente no adelantaron ningún tipo de dato acerca de cuándo se implementaría esta tecnología. Una pena, estamos ansiosos por verla en acción.