El fabricante de cámaras deportivas GoPro no está pasando por su mejor momento desde hace unos años. Su plantilla cada vez es más pequeña (como sus beneficios y su atractivo) y, de hecho, Nick Woodman, su CEO, ya ha confirmado que está en venta. La crisis interna ha llegado hasta tal punto que han llegado a acuerdos de licenciación de su tecnología, por lo que próximamente veremos productos con tecnología GoPro pero con otras marcas.

Ahora, puede tener un gran comprador detrás, y la compañía ha subido en bolsa un 7,19% debido a los rumores de compra. Concretamente, el posible comprador se trataría de la firma china Xiaomi, conocida por la fabricación de dispositivos electrónicos de bajo coste pero con altas especificaciones.

GoPro, en venta. Xiaomi, uno de sus compradores más posibles

La compra podría reforzar la sección de imagen del fabricante, un mercado en el que se habían introducido hace pocos años con una cámara deportiva GoPro killer por mucho menos dinero que la original y con una calidad de imagen realmente buena (por lo tanto, sí, Xiaomi tiene parte de culpa de la actual situación de GoPro tras su irrupción en el mercado, junto con otras firmas con soluciones también más baratas).

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Los precios tan agresivos de Xiaomi tienen cierta culpa de la actual situación de GoPro; ahora, se plantearían comprar la compañía

Los chinos estarían dispuestos, según Bloomberg, a pagar 1000 millones de dólares para hacer efectiva la compra, algo más de los 760 millones de dólares de capitalización bursátil de la compañía. La compra costaría un tercio de lo que en su momento costó Beats cuando Apple se hizo con ella, o lo mismo que costó YouTube en 2006.

La compra también haría efectiva la llegada de GoPro a Estados Unidos, algo bastante difícil hasta ahora para la china. De hecho, en EEUU no se venden dispositivos Xiaomi; una de las principales razones, por miedo a un posible espionaje chino (recordemos que Trump prohibió usar Kaspersky por miedo a un espionaje ruso).

Y esa ventaja, a su vez, es un problema a la hora de realizar la compra, pues el actual equipo de gobierno está complicando demasiado la compra de compañías estadounidenses por parte de compañías chinas (algo que ya ocurrió con la compra de Qualcomm por la parte de Broadcom, aunque por motivos distintos).