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Tecnología

Crean un material que se autorrepara inspirado en Lobezno

Científicos de California y Colorado, inspirados en el cómic de Lobezno, han logrado desarrollar un material que se autorrepara y conduce electricidad.

27 diciembre, 2016 17:06

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Si sois fans de X-men (y sino, también), probablemente recordaréis la curiosa habilidad de autocuración del superhéroe Lobezno.

Como muchos sabréis, Lobezno tenía todo su esqueleto hecho de Adamantium, el metal más duro del mundo. Esto, a su vez, fue una intrusión artificial en su organismo. Realmente el poder de Lobezno no es poseer ese material, ni sus famosas garras, sino estar hecho él mismo de un material que se autorrepara: Su propio cuerpo.

Ahora, un grupo de científicos de la Universidad de California y la Universidad de Colorado, cuyo estudio se ha publicado en Advanced Materials, se han inspirado en Lobezno para crear ellos mismos un material que se autorrepara real, extremadamente elástico, transparente, y que puede usarse en músculos artificiales de alta energía.

El material que se autorrepara real, digno de Lobezno

Según refieren los investigadores, este nuevo material que se autorrepara es suave, similar al caucho, y de bajo coste. Puede estirarse hasta 50 veces su tamaño original, y lo mejor de todo, puede autorrepararse tras sufrir un corte de tijera en menos de 24 horas a temperatura ambiente.

De hecho, tan solo 5 minutos después de ser cortado, este nuevo material ya se estira hasta dos veces su longitud original. No está mal, ¿no?

A todo esto hay que añadir que este material que se autorrepara es un buen conductor iónico (puede conducir la electricidad a través de un flujo de iones), algo que se ha conseguido combinar por primera vez con un tipo de material que se cura a sí mismo, como es el caso. Sus aplicaciones en robótica, electrónica, baterías y biosensores podrían ser enormes.

Por qué el nuevo material que se autorrepara es diferente a todos los demás

material_lobezno

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Cabe destacar que la inspiración en Lobezno no es una frase hecha, pues los investigadores aseguran que el personaje de cómic fue la idea principal para imitar materiales de la naturaleza que se autorreparan solos, ayudando así a prolongar la vida útil de materiales y dispositivos artificiales que usamos hoy en día.

Ya existían anteriormente otros conductores iónicos transparentes y extremadamente elásticos. Sin embargo, añadir la propiedad de autorreparación ha sido algo complicado por los tipos de enlaces químicos usados. De hecho, la electricidad tiene la habilidad de degradar precisamente los enlaces químicos necesarios para llevar a cabo la autorreparación.

Por suerte, los investigadores encontraron la solución usando un tipo de interacción llamada “ión-dipolo”, consiguiendo mezclar una sal con alta fuerza iónica con un polímero estirable. En definitiva, creando un material que se autorrepara y que, además, puede conducir la electricidad. Esto último sería importante, ya que buscan imitar a los músculos humanos, cuyas contracciones se producen en respuesta a una señal eléctrica del cerebro (que en este caso, sería artificial).