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El perjuicio del tabaco que no conocías

Sumándose a las campañas y eslogans ya conocidos, se suma un nuevo perjuicio del tabaco que podría sorprenderte.

1 junio, 2016 19:08
Un grupo de investigadores descubre que el tabaco podría ocasionar un problema que no se ha contemplado en todas las campañas cuyo esfuerzo es detener su práctica, y está muy relacionado las amenazas para la salud pública actuales.

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Junto con el alcohol, el tabaco es una de las sustancias perjudiciales para el organismo que más se consumen en todo el mundo. Bajo el eslogan de “fumar mata“, un paquete de tabaco te advierte que su consumo podría generarte severos problemas de salud. Diferentes tipos de cáncer, condiciones pulmonares, cardiovasculares, problemas de los que ya somos muy conscientes que vengan de la mano de los cigarrillos. Pero, ¿y si está ocasionándonos algún problema más que no se ha estudiado o que a priori no se nos advierte?

Para saber por donde van los tiros, sin más preámbulos os acerco el último estudio de la Universidad de Louisville publicado en Tobacco Induced Diseases, que nos revela un perjuicio del tabaco que quizás no conocíais; el tabaco está produciendo bacterias más resistentes.

La estrategia bacteriana para aprovechar el perjuicio del tabaco

NewBacteria_web_1024

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Antes que nada, debéis saber que las bacterias tienen una peculiar forma de organizarse cómo población en la que todo son ventajas para estos microbios; el biofilm. Al igual que el ser humano decidió organizarse en la sociedad formando lo que actualmente conocemos cómo asentamientos (ciudades, pueblos, países) las bacterias se organizan formando un biofilm.

Agrupadas, interconectadas, y perfectamente comunicadas, las bacterias consiguen de esta forma adherirse a una superficie sólida, intercambiarse nutrientes a demanda, mandar rápidamente señales celulares y asegurar su supervivencia.

Un ejemplo de este biofilm, es el que se organiza en nuestros grifos, y que permite que el agua mantenga una calidad al actuar positivamente frente a nuestra salud, controlando otras poblaciones de bacterias que sí pueden ser nocivas para el ser humano. Lamentablemente, no es el caso del tabaco.

Nuestra boca, la terminal dónde aterrizan infinidad de bacterias

boca

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Ahora pasamos al siguiente punto que nos ayudará a comprender por qué el tabaco es más nocivo de lo que creíamos. Cómo bien ya sabréis, la boca es una de las partes más sucias del organismo, y con sucia no me refiero a otra cosa a que alberga millones de microbios. Frente a este inevitable suceso, se mantiene un “orden” gracias al trabajo coordinado por el sistema inmune y los fluidos celulares, que combaten a esas poblaciones bacterianas.

Y aquí llega el tabaco, pues causa un estrés en las células, disminuyendo el potencial de nuestro sistema  inmune y su capacidad para hacer frente a las recién llegadas bacterias. Al poseer unas defensas menores, nuestro organismo no es capaz de combatir la proliferación bacteriana en nuestra boca, de forma que se mantengan durante más tiempo.

De esta forman, las bacterias pueden organizarse formando biofilm levantando la bandera de la victoria en nuestra boca o garganta, y formando un gran “bunker” que será difícil derribar.

El tabaco podría ser una amenaza mucho mayor en los años venideros

humo_tabaco

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Impermeabilidad a antibióticos, reservorio de enfermedades, daño celular, proliferación, todo son ventajas frente a nuestro sistema inmune y nuestra intención de eliminar las amenazas que ponen en peligro nuestra salud. Por si fuese poco, esta organización tiene cómo consecuencia que más bacterias “aprendan” del terreno ganado, y adquieran esta estrategia para ser resistentes. En definitiva, el efecto irá poco a poco amplificándose.

Este problema adquiere una mayor repercusión si somos conscientes de la estimaciones para 2050 de las resistencias bacterianas, que demuestran que podrán causar más de 10 millones de muertes en todo el mundo.

¿Cómo se les puede hacer frente?

A partir de aquí, nos queda confiar en las campañas anti-tabaco, en los consejos e indicaciones de la OMS, y por supuesto, de la investigación, que está estudiando cómo desorganizar estos biofilms, reduciendo la dificultad que tendríamos para combatir las poblaciones bacterianas.