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¿Pueden los osos polares cambiar de color?

24 noviembre, 2015 18:46

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El próximo 30 de Noviembre dará comienzo en París la vigésimo primera Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2015, también conocida como COP21 o CMP11. Con el objetivo de limitar y mantener el calentamiento global por debajo de los 2ºC, países de todo el mundo tratarán de tomar las medidas para lograr un acuerdo internacional que así lo permita. Y es que este fenómeno climático, de no ser controlado, podría acarrear consecuencias nefastas en nuestro planeta, ya que el aumento de las temperaturas y la subida del nivel del mar suponen a su vez una amenaza para las especies que habitan en él, tal y como las conocemos, como es el caso de la supervivencia de los osos polares… y de su color.

¿De qué color son los osos polares?

Para entender por qué estos animales podrían llegar a cambiar de color, antes debemos saber cuál es el verdadero color de los osos polares. A priori, la respuesta que nos ofrece nuestro sentido de la vista parece bastante obvia: de color blanco. Sin embargo, la verdadera razón resulta más compleja. En realidad la piel de estos osos es negra, y su pelaje, aunque parezca blanco, es transparente, y  los aísla extremadamente bien del frío y también los hace invisibles a la luz infrarroja. Este pelaje se comporta como la nieve; ambos son receptores del aire acumulado entre cristales de hielo (en principio transparentes), pero que dispersan la luz, es decir, la absorben y luego la emiten en todas direcciones. Así, lo que vemos es un color blanco, ya que refleja todos los colores que se encuentran en los componentes del aire; una mezcla de colores que se emite una vez la luz ha atravesado el pelaje transparente.
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Es esta ausencia de color en su pelaje la verdadera razón por la que estos animales pueden cambiar de color en un contexto diferente. Por ejemplo, pueden volverse de color amarillento por la oxidación producida por los rayos solares, o incluso teñirse de púrpura por el tratamiento con violeta de genciana, un compuesto químico usado para curar afecciones cutáneas. También es común que los osos polares lleguen a adquirir una tonalidad verdosa debido a las algas que quedan atrapadas entre sus pelos. Con el cambio climático, sería lógico pensar que la subida del nivel del mar y la fusión del hielo en el Ártico fuesen los responsables de una mayor cantidad de algas en el medio terrestre, y por consiguiente un enverdecimiento progresivo de los osos polares.

Una cuestión evolutiva y un futuro incierto

Las especies animales y vegetales que hoy en día vemos a nuestro alrededor son fruto de una adaptación evolutiva que ha tenido lugar durante miles de años. Esto se debe a la llamada selección natural, en la que de manera espontánea, aquellos individuos con las características más adecuadas para vivir en el ambiente en el que se encuentran son los que se “seleccionan” para sobrevivir, para tener descendientes a los que transferir dichas cualidades y así ofrecerles también esta ventaja evolutiva que garantice la conservación de la especie.

Así, los osos polares son de pelaje transparente porque esta característica les ha conferido una ventaja evolutiva ayudándolos a camuflarse en la nieve y así evitar el ataque de predadores, además de ofrecerles una excelente protección térmica para resistir las bajas temperaturas en el Ártico. Sin embargo, con la futura fusión de los casquetes polares, cada vez habrá más ejemplares expuestos a un ambiente terrestre sin nieve, en el que el color blanquecino característico de estos animales ya no supondrá una ventaja sino al contrario; un grave inconveniente para garantizar su supervivencia. Entonces, ¿de qué color pinta el futuro de los osos polares?

Un estudio llevado a cabo en 2013 analizó las fuentes genéticas de los osos pardos en las islas ABC (Admiralty, Baranof y Chichagof) en Alaska. Los investigadores descubrieron que estos osos de color marrón son en realidad descendientes de los osos polares que habitaban en dichas islas durante la fusión del hielo al final de la última era glacial. Los osos pardos llegaron a estas islas y comenzaron a reproducirse con estos ejemplares polares aislados, dando lugar a híbridos fértiles y puesto que la población de color marrón era más numerosa, ésta acabó por hacer desaparecer la población polar.

De igual manera, la vertiginosa velocidad que está alcanzando el calentamiento global actualmente, podría conducir a una desaparición de esta especie, que estaría destinada a ser cada vez más reducida. Los osos polares son sólo un ejemplo que pone de manifiesto la complejidad de todos los factores que intervienen en la vida sobre el planeta Tierra, y pueden ayudarnos a tomar en el presente las decisiones adecuadas que nos ayuden a proteger nuestro futuro.

Fuente | PLOS Genetics