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Diferentes trastornos mentales alteran las mismas zonas cerebrales

5 febrero, 2015 18:52

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En teoría, cuando hablamos de enfermedades mentales, por lógica podemos tender a pensar que habrá una zona cerebral afecta por cada una de dichas enfermedades (aunque no lo tengamos demasiado claro hoy en día, pero poco a poco vamos haciendo descubrimientos). Sin embargo, ¿qué me diríais si os digo que enfermedades tan diferentes como la esquizofrenia, la depresión, la adicción o el trastorno obsesivo compulsivo se centran en apenas tres regiones cerebrales? Al menos, así lo afirma un reciente estudio.

Varios trastornos mentales, mismas zonas cerebrales

Para llegar a esta conclusión, los investigadores de la Universidad de Stanford, cuyo estudio se publicó hace poco en el Diario de la Asociación Americana de Psiquiatría Médica, compararon los resultados de cientos de estudios de imágenes cerebrales que analizaron los seis principales trastornos psiquiátricos actuales. Resultó que la mayoría de ellos se vinculaban a la pérdida de materia gris en una red de tan solo tres regiones cerebrales implicadas en las funciones cognitivas superiores, como el autocontrol o ciertos tipos de memoria. Así, tiene bastante sentido que algunos tratamientos usados para unas enfermedades mentales también funcionen bien en otras (por ejemplo, los antidepresivos en el trastorno obsesivo-compulsivo).

Los científicos, a cargo del Dr. Amit Etkin, responsable principal del estudio, querían comprobar si los principales trastornos mentales compartían una zona cerebral en común, así que se dispusieron a investigarlo recurriendo a la literatura médica. Analizaron más de 200 estudios de imágenes cerebrales donde habían participado más de 7.000 personas con esquizofrenia, trastorno bipolar, depresión, adicción, trastorno obsesivo-compulsivo y ansiedad; además de 8.500 voluntarios sanos.

Al comparar resultados, se descubrió que todos los trastornos psiquiátricos tenían una característica común: Pérdida de materia gris (la zona donde se encuentran los cuerpos de las neuronas) en tan solo tres regiones cerebrales; la corteza cingulada anterior dorsal (DACC), la ínsula derecha y la ínsula izquierda. Las tres regiones están interconectadas y vinculadas a la denominada función ejecutiva, la cual permite que funcionemos en nuestro día a día, es decir, que nos relacionemos con nuestro medio (trabajar, tener relaciones sociales, evitar distracciones…).

Si son diferentes trastornos mentales y se alteran las mismas  zonas cerebrales… ¿podemos usar los mismos tratamientos?

Como ya hemos comentado al principio, y como bien señala el Dr. Etkin, si el problema se encuentra en la alteración de las mismas zonas cerebrales, es lógico pensar que un mismo tratamiento podría servir para diferentes enfermedades que compartan un origen común.

Pero, ojo, pues aunque hay bastantes similitudes estructurales entre los diferentes trastornos mentales, también existen diferencias. Un claro ejemplo es la esquizofrenia, que destacó por una mayor pérdida de materia gris respecto a las demás enfermedades; también tenemos la depresión, donde se añade la participación de la amígdala y el hipocampo, las regiones implicadas en las emociones y en la memoria. Por lo que sí, hay muchas similitudes, pero no son completamente iguales en origen.

Sabiendo esto, el próximo paso del Dr. Etkin y sus colegas es comparar la actividad cerebral en las diferentes enfermedades, ya con datos en la mano a nivel estructural. Y, por otra parte, se quiere comprobar la eficacia de la estimulación eléctrica cerebral en las regiones cerebrales estudiadas (que, por lo visto, parece estar muy de moda).

Vía | LiveScience.