Tecnología

¿Por qué a tu cerebro le encantan los videojuegos?

1 enero, 2015 21:02

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Los videojuegos han sido objeto de polémica casi desde su nacimiento. De hecho, hemos llegado a hablar tanto de sus perjuicios como de sus beneficios, por lo que no podemos afirmar (aún) que sean totalmente buenos o malos, pero lo que sí sabemos es que hay muchos buenos usos aún por descubrir. Uno de ellos es la llamada “gamificación“, es decir, convertir algunos ámbitos de la vida en poco más que un juego, con premios virtuales y demás, con el fin de motivarnos. Pero, ¿por qué esta gamificación de la vida le encanta a nuestro cerebro?

Videojuegos, cerebro y dopamina

Pantallazo-sitesimon | sitesimon - Chromium-1

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Seguro que os suena la dopamina, esa sustancia química que se transmite entre nuestras neuronas con el fin de otorgarnos sensación de “felicidad“. Su papel es verdaderamente importante en todo lo que hacemos, pues es la clave de la motivación humana. Si nos sentimos bien haciendo algo, repetimos, pues es la dopamina la que nos dice “esto te hace feliz”, hasta el punto de llegar a tener un papel crucial en las adicciones.

En cuanto a su papel en los videojuegos, las investigaciones han demostrado que el nivel más alto de liberación de dopamina se produce justo cuando, en un momento del juego, tenemos el 50% de oportunidades de fallar o acertar. El riesgo de los videojuegos, con su nulo peligro, consigue aumentar esta molécula en nuestro cerebro. Y lo más curioso es que no se libera como recompensa por conseguir algo, sino que su mayor repunte sea justo por la anticipación de que vamos a poder conseguir algo.

La motivación es el camino hacia el objetivo, no conseguir el objetivo en sí mismo.

La seducción de los videojuegos

Pero las cosas no son tan simples. Un videojuego no triunfa ni hace que nuestro cerebro quiera repetir solo por una cosa, sino que hay varios factores a tener en cuenta, y todos ellos son los que se sincronizaran para que nuestro cerebro siga segregando dopamina continuamente. He ahí el secreto de la gamificación.

Sensaciones:

Los videojuegos, igual que las películas pero en forma de gráficos cada vez más realistas, combinan las sensaciones visuales, táctiles y auditivas provocando así la activación simultanea de varias regiones cerebrales. Evidentemente, a más activación, más estimulación, más “adicción”, y en última instancia, mayor aprendizaje.

Seguridad:

Como he mencionado anteriormente, los videojuegos combinan el riesgo de ganar o perder con la seguridad de encontrarnos en un mundo virtual. Cualquier error puede rectificarse y cualquier prueba repetirse sin sufrir daños, lo que nos da vía libre a tomar más y mayores riesgos (con su consecuente aumento de dopamina cerebral).

Ambiente amigable

Los juegos hacen gala de poner en práctica un ambiente sustentado por cinco factores clave en el comportamiento humano:

  1. Colaboración: Los seres humanos somos sociables por naturaleza.
  2. Estado: Necesitamos competir y nos gusta que nos reconozcan nuestros logros.
  3. Novedad: Continuamente nos hacen centrar nuestra atención en el videojuego.
  4. Certeza: La información se da en tiempo real y de forma continua.
  5. Equidad: Se intenta evitar la percepción de injusticia o parcialidad.

Como veis, existen no solo uno, sino muchos factores a tener en cuenta para la relación entre cerebro y videojuegos. La típica frase de “quien prueba, repite” no es casualidad en este ámbito, porque, de hecho, el objetivo de los videojuegos es justamente que nuestro cerebro y sus picos de dopamina quieran repetir.

Vía | Forbes.