Una de las claves para asegurar una correcta formación de los mas jóvenes es saber estar al día y cambiar según cambie la sociedad; los libros de texto tienen que reflejar los eventos importantes acaecidos últimamente y los descubrimientos que han cambiado la manera en la que vemos la naturaleza, por ejemplo. Por lo tanto, no es extraño que la tecnología vaya obteniendo cada vez mas protagonismo en el temario escolar, aunque sigue estando en un segundo o incluso tercer plano respecto al resto de materias. El próximo curso que empieza en Septiembre eso va a cambiar en Francia, con la llegada de clases de programación para alumnos de Primaria.

Trayendo las clases a la actualidad

El ministro de Educación francés, Benoît Hamon, ha estado estos días defendiendo la implantación de dichas clases, que por el momento serán opcionales y extracurriculares. Para Hamon, su prioridad es que los niños franceses de Primaria sean capaces de leer, escribir y hablar francés, además de saber cálculos básicos de matemáticas; pero también cree que ya no es posible ignorar las “nuevas tecnologías”. No es cuestión de si los niños tienen que saber informática y programación, sino cuándo y cómo.

Benoît Hamon, ministre de l'Éducation nationale dans son bureau .

En estas clases opcionales, que se celebrarán después del horario lectivo, los jóvenes aprenderán los fundamentos de la programación, y el objetivo es que sean capaces de usar algoritmos simples para crear apps. Para implementar estas clases, al gobierno aún le quedan muchos obstáculos; el mas obvio es que 16.000 escuelas públicas del país aún no tienen acceso a Internet por banda ancha, aunque otro gran problema es encontrar profesores para estas nuevas asignaturas. Las escuelas superiores de educación incluirán la programación en su formación básica a partir de este año, pero mientras tanto los profesores de matemáticas y tecnología serán los encargados de impartir las clases.

Francia se une así a países como Reino Unido y EEUU que tienen planes similares para enseñar programación a los mas jóvenes. Está claro de que se trata de una buena idea, aunque seguramente los niños no vayan a aprender a programar gran cosa en estas clases; los beneficios serán otros. Aprender a programar no implica escribir líneas de código una detrás de otra, sino aplicar una metodología, afilar nuestra lógica y saber encontrar la mejor solución a los problemas que se nos presentan, todas ellas habilidades que los niños podrán aprovechar en otras materias a lo largo de su vida académica.

Fuente | Le Journal de Dimanche | ZDNET