Hazlo tu mismo

Para poder construir esta cámara tenemos que comprar las piezas por separado y unirlas nosotros mismos. Como el resto de cámaras tradicionales de carrete, tiene una rueda para rebobinar la cinta y un modo de disparo Bulb; una velocidad de disparo controlada por el usuario, es decir, nos permite mantener abierto el paso de la luz. De este modo, al presionar el disparador, no lo soltaremos hasta que hayan transcurrido algunos segundos, y entonces se cerrará el acceso de la luz.

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La cámara que cambia según tus necesidades

Otra posibilidad que nos ofrece Last Camera es intercambiar los objetivos (entre 45 y 22 mm) y modificar los efectos de las fotos de forma manual con solo mover una apertura que sirve para dejar pasarla luz (en la imagen inferior, slide door for light leak hole) que, al cambiar su posición, provoca efectos muy curiosos en las fotografías. Muchos critican que se trata de un fallo mecánico que crea efectos interesantes pero que, pese a ello, los usuarios reivindican que esta “opción” esté disponible.

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Si vemos la cámara desde otras perspectivas comprobamos que su

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Otra curiosidad es el paquete donde encontraremos la cámara, mucho más parecido a un maletín de herramientas que al de una cámara en sí, una razón más para comprobar el objetivo del producto.

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Un fenómeno en crecimiento

Y, por qué no, con esta cámara podremos dejar que los pequeños de la casa se diviertan construyéndola como si se trataran piezas de lego. Ya se organizan concursos en el país natal de este proyecto, Japón, donde se compite por crear el diseño más original.

Esta cámara de origen japonés ya se comercializa en internet, por ejemplo, en Amazon está a la venta por unos 58$. Pese a ello, la marca japonesa Superheadz no tiene pensado que su venta se haga más allá de internet y en mercados occidentales.

Fuente | Last Camera