El de los los juegos para sistemas móviles es un fenómeno muy diferente al de los juegos “tradicionales” para consolas o PC. Ya sea por su juventud o porque las reglas son diferentes, este mercado es mucho mas propenso a disfrutar de éxitos de la noche a la mañana, títulos absolutamente desconocidos que acaban en los dispositivos de millones de personas. Esto es algo que es muy difícil de conseguir en mercados establecidos con una gran prensa y base de aficionados a su alrededor, y es por eso que los desarrolladores intentan constantemente ser los creadores de ese éxito inesperado con lanzamientos todas las semanas.

La última estrella caída del cielo sin que nadie se diese cuenta es Flappy Bird. Sin un estudio grande detrás, y sin ningún tipo de campaña publicitaria, ha conseguido llegar a lo mas alto de las dos principales tiendas de apps del mundo, la App Store de Apple y Google Play. Por el momento se instala entre 2 y 3 millones de veces cada día, y la versión para Windows Phone está en desarrollo. Su creador, Nguyen Ha Dong, es un desarrollador independiente de Vietnam, y gracias al éxito de Flappy Bird está viendo como el resto de creaciones que pasaron inadvertidas en su momento están viviendo una segunda juventud. Ha Dong asegura que solo ha tenido suerte, pero en realidad hay razones de peso para su éxito, aunque él mismo no las quiera compartir.

Sistema de juego extremadamente simple

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Esta captura es del “tutorial” del juego, que aparece cada vez que iniciamos una partida. Ya está. No hay mas mecánicas a tener en cuenta, ni barras que vigilar, ni mas personajes con los que interactuar. Toca la pantalla, y el pájaro subirá. No la toques, y la gravedad hará que caiga. Es brutalmente simple, hasta el punto de que tardas mas tiempo explicándolo que directamente enseñándolo.

Dar toques a la pantalla táctil es adictivo, como bien demuestran otros juegos del mercado; es el equivalente a explotar burbujas en los videojuegos, y por eso se trata de una mecánica usada por otros juegos. Pero basar toda tu jugabilidad en ello es arriesgado, ya que corres el riesgo de aburrir al jugador. Ahí entra en juego el segundo motivo.

Equilibrio entre frustración y recompensa

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Pese a tener una mecánica sencilla, Flappy Bird no es un juego fácil. Solo con mantener a nuestro pájaro en el aire tendremos que pasar un periodo de aprendizaje, no demasiado largo porque inmediatamente aparecen obstáculos que tendremos que sortear. Solo después de muchos intentos pasaremos el primero, solo para fallar vergonzosamente en el segundo.

Pero la frustración nunca es duradera. El juego no se recrea en nuestro fallo, y en vez de eso nos devuelve al principio sin ninguna espera. Al mismo tiempo, la progresión siempre está clara; el sistema de puntuación es bien sencillo, por lo que siempre tenemos claro cuánto hemos mejorado con el tiempo, y hasta dónde podemos llegar. Aunque no haya una recompensa como tal, el mero hecho de superar nuestra marca de manera clara es suficiente para ofrecer una sensación similar.

Gráficos para nostálgicos

Cualquiera reconocerá los gráficos al instante. Eso es porque Flappy Bird “toma prestados” muchos elementos de clásicos de la era de Super Nintendo, en particular de la saga Super Mario; esas tuberías son tan famosas como el fontanero italiano, e incluso el pájaro protagonista recuerda a uno de los enemigos de la saga.

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Con estos gráficos, Flappy Bird apela directamente a jugadores con cierta edad, que son aquellos que mas agradecerán las partidas cortas pero intensas. Al mismo tiempo, este estilo no molesta a los jugadores mas jóvenes gracias a su estilo caricaturesco.

Usando las redes sociales para llevar la voz

Las redes sociales han sido las principales culpables de la popularización del juego; han sido sus usuarios los que han pregonado estas características a todos sus seguidores, en un boca a boca virtual que se ha vuelto inmensamente popular. El juego ha llegado a la categoría de “meme”, una idea que se transmite de manera viral por toda la red; por tanto, no ha hecho falta pagar dinero en promociones que a veces no tienen éxito, ya que han sido los propios usuarios los que la han hecho gratis.

Muchas compañías intentan y seguirán intentando repetir estos puntos para sus próximos éxitos, pero es este último el que será mas difícil de replicar: los usuarios suelen responder de manera negativa ante los intentos de manipulación por parte de empresas de marketing. Aquí es donde entra la “suerte” de la que habla Ha Dong. A menos que sepa algo que no sabemos, claro.

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