Diseño preliminar de los centros de datos espaciales de Starcloud

Diseño preliminar de los centros de datos espaciales de Starcloud Starcloud Omicrono

Aviación y Espacio

Llevar los centros de datos al espacio: la ambiciosa idea de Nvidia que ejemplifica la exigencia energética de la IA

Las limitaciones que afrontan los centros de datos en la Tierra han llevado a varias compañías a apostar por satélites que cumplan la misma función.

Más información: El ingenioso sistema para dar energía limpia y barata a los centros de datos: los integra en el interior de aerogeneradores

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Los datos son el eje sobre el que gira la actual era de la información digital. Servidores, procesadores, discos duros y tarjetas gráficas se encargan de mover cerca de 495 millones de terabytes de datos cada día.

Y todo apunta a que el ritmo de crecimiento anual llegue al 40% por culpa de las redes sociales, las plataformas de streaming y, sobre todo, la omnipresencia y los grandes requisitos de computación de la inteligencia artificial.

Según Goldman Sachs, la demanda energética de los centros de datos aumentará un 165% para 2030. Por eso, compañías como Google, Meta o Amazon están apostando por la energía nuclear y los reactores modulares, pero ni siquiera esa inversión parece suficiente.

Mientras tanto, un reciente informe de la ONU señala que este crecimiento imparable “entraña graves riesgos para los ecosistemas acuáticos y presenta expectativas insostenibles para el futuro”.

Una de las grandes esperanzas para resolver estos problemas en los próximos años parece estar en el espacio. Los centros de datos espaciales no sólo eliminarían las restricciones físicas que tienen en la Tierra, sino que podrían funcionar como un respaldo de emergencia para proteger los datos frente a ciberataques o desastres naturales.

Diseño preliminar del centro de datos espacial

Diseño preliminar del centro de datos espacial Starcloud Omicrono

En diez años, casi todos los nuevos centros de datos se construirán en el espacio exterior”, asegura en un comunicado de prensa Phillip Johnston, CEO de Starcloud, una startup estadounidense que, aliada con Nvidia, lanzará en noviembre un satélite con la GPU NVIDIA H100, una 'bestia' con 80.000 millones de transistores.

Este será el primer paso hacia un gigantesco centro de datos en la órbita baja terrestre, que se alimentará gracias a 4 km de paneles solares y la compañía confía en lanzar a lo largo de la próxima década. No es una idea aislada, y está sustentada en investigaciones científicas, como la que acaba de publicar en Nature Electronics un equipo de la Universidad NTU de Singapur.

La 'nube' en las estrellas

Starcloud, con sede en Redmond (Washington), forma parte del programa NVIDIA Inception para startups y el Google for Startups Cloud AI Accelerator, compañías con las que está desarrollando su visión de los centros de datos espaciales.

El principal objetivo es aprovechar las ventajas energéticas y de refrigeración que ofrece el vacío. “En el espacio, se obtiene energía renovable casi ilimitada y de bajo coste”, afirma Johnston.

Los centros de datos en el espacio que propone Starcloud

Estos sistemas utilizarán la exposición solar constante como fuente de energía y el vacío del espacio profundo como un disipador de calor infinito, eliminando la dependencia del agua dulce necesaria para las torres de evaporación terrestres.

El satélite Starcloud-1 que se lanzará en noviembre es el gran protagonista de esta fase inicial, que marcará el debut en el espacio de la GPU NVIDIA H100. Con ella, los ingenieros de la compañía esperan ofrecer una potencia de cálculo 100 veces superior a la de cualquier operación espacial anterior.

“Starcloud debe ser competitivo con el tipo de carga de trabajo que se puede ejecutar en un centro de datos terrestre, y las GPU de NVIDIA son las que ofrecen un mayor rendimiento en términos de entrenamiento, ajuste e inferencia”, explicó Johnston.

La startup también planea ejecutar Gemma, el gran modelo de lenguaje abierto de Google, en la H100 en órbita y busca integrar la futura plataforma NVIDIA Blackwell para multiplicar el rendimiento del sistema.

El satélite Starcloud-1

El satélite Starcloud-1 Starcloud Omicrono

Entre los primeros casos de uso se encuentra el análisis de datos de observación de la Tierra, incluyendo imágenes de radar de apertura sintética (SAR, por sus siglas en inglés), como las que se usan en catástrofes naturales como la DANA de Valencia, que generan unos 10 GB de datos por segundo.

Ejecutar las operaciones de computación directamente en el espacio permite obtener información casi instantánea, reduciendo los tiempos de respuesta de horas a minutos para aplicaciones críticas, como la detección de incendios forestales o la respuesta a señales de emergencia.

Respecto al impacto ambiental, Johnston aclara: “El único coste medioambiental será el del lanzamiento, pero luego se producirá un ahorro de dióxido de carbono diez veces superior a lo largo de la vida útil del centro de datos en comparación con el consumo energético de un centro de datos terrestre en la Tierra”.

Mientras todas las miradas están pendientes de la demostración de la viabilidad de la iniciativa con el Starcloud-1, el equipo ya trabaja en el próximo lanzamiento de su primer satélite comercial, el Starcloud-2.

Este tendrá un clúster completo de GPUs, almacenamiento persistente, sistemas térmicos y de alimentación patentados en un formato de satélite pequeño. Si nada se tuerce, la compañía asegura que estará plenamente operativo en órbita sincrónica solar en 2026.

Otras iniciativas

La idea de Starcloud no es nueva, y varias compañías están desarrollando programas en paralelo para lanzar y gestionar centros de datos en el espacio, gracias al abaratamiento del acceso a la órbita que ofrecen compañías como SpaceX.

De hecho, hasta Jeff Bezos, el CEO de Amazon y la compañía espacial Blue Origin, se apunta a la tendencia, asegurando que "en los próximos 10 a 20 años se construirán centros de datos a escala de gigavatios en el espacio" y que la energía solar, disponible de forma continua, "hará que acaben superando en eficiencia a los centros de datos de la Tierra".

Otra startup estadounidense, Lonestar Data Holdings, está detrás de una de las iniciativas más avanzadas. Ya ha realizado pruebas de concepto en la Estación Espacial Internacional, aunque con sus misiones para establecer un centro de datos en la Luna no ha tenido tanta suerte.

Módulo Nova -C de Intuitive Machines

Módulo Nova -C de Intuitive Machines SpaceX Omicrono

La misión IM-2 de Intuitive Machines, lanzada en marzo de 2025, fracasó cuando el aterrizador Athena cayó de lado en la superficie lunar y solo pudo operar unas horas antes de que se agotaran sus baterías.

Axiom Space, conocida por ser la responsable de los próximos trajes de astronautas de la NASA y por su proyecto de estación espacial comercial privada, el lugar perfecto para desplegar centros de datos.

Y es que la Axiom Station, su gran baza respaldada por la agencia espacial estadounidense, está diseñada desde su concepción inicial para albergar cargas útiles comerciales, incluyendo módulos específicos para el procesamiento y almacenamiento de datos.

En Europa, el fabricante aeroespacial Thales Alenia Space también está desarrollando distintos conceptos para centros de datos orbitales. Su enfoque se centra en el diseño de los módulos presurizados que garanticen la seguridad y el funcionamiento de los servidores, gestionando la energía y la disipación de calor.