Restos del cohete Jielong-3 que atravesaron el cielo español.

Restos del cohete Jielong-3 que atravesaron el cielo español. X Omicrono

Aviación y Espacio

Ni meteorito ni ovni: la gran bola de fuego que atravesó España ayer por la noche eran los restos de un cohete chino

La cuarta etapa del Jielong-3 reentró a la atmósfera casi a las 12 de la medianoche del domingo 10, para sorpresa de muchos ciudadanos de la península.

Más información: Crece el riesgo de que la basura espacial choque contra aviones en pleno vuelo: la advertencia de un grupo de expertos

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Las redes sociales en España se inundaron durante la madrugada del domingo de vídeos de internautas mostrando lo que parecía ser una bola de fuego caer desde el cielo. Incluso algunas personas teorizaron sobre una posible lluvia de estrellas. No era otra cosa que un cohete chino desintegrándose.

Muchos ciudadanos han podido presenciar un espectáculo de luces nocturno que cruzó la zona sureste de España, que según los expertos no era un meteorito ni un ovni, sino la reentrada de la cuarta etapa del cohete Jielong-3 en la atmósfera. 

Numerosos internautas de zonas tan repartidas como Andalucía, Alicante, Islas Baleares han registrado el evento, que pudo hacerse un hueco en redes sociales como X o Instagram. Un reingreso que se produjo cerca de las doce de la medianoche y que también fue citado por expertos y organismos espaciales internacionales.

Jielong-3

El Jielong-3 o Smart Dragon 3 es un cohete orbital de combustible sólido, destinado a misiones comerciales de distinta índole. Está conformado por cuatro etapas, y tiene un diámetro de 2,64 metros en su primera etapa y una masa de despegue de 140 toneladas.

Es capaz de transportar cargas útiles de una tonelada y media en órbitas heliosíncrona a alturas de 500 kilómetros. El pasado viernes 8 de agosto pudimos ver el lanzamiento del cohete en directo, con el objetivo de lanzar satélites de comunicaciones de Geely Automotive a la órbita baja LEO.

En su sexta misión, el cohete pudo lanzarse desde la plataforma de lanzamiento móvil Oriental Spaceport (Area 1) en aguas costeras chinas. Además de los satélites de comunicación, el cohete pudo transportar cargas útiles de equipos de observación oceánica.

La Red de Investigación de Bólidos y Meteoritos (SPMN) española pudo recoger el evento casi en directo citando una buena cantidad de metrajes provistos por los usuarios. Tras una serie de especulaciones, pudieron confirmar la reentrada de la cuarta etapa del cohete Jielong-3.

La pista final la daba Jonathan McDowell, experto astrónomo y conocido comentarista de esta clase de eventos, que explicó cómo la cuarta etapa alcanzó una órbita de perigeo bajo, reingresando en el cielo español el pasado domingo 10 de agosto.

El propio McDowell relata cómo el cohete desplegó la carga útil en la órbita baja para acabar colocándose en dicha órbita de perigeo, lo que llevó a esta etapa a ser simplemente basura espacial desintegrándose en la atmósfera.

Ante la idea de peligro en torno a estas etapas, McDowell tranquiliza a los más preocupados. "Se habrá quemado por completo. [...] No hay nada que ver aquí. Me preocupan más las etapas de cohetes más grandes, no esta", sentencia el experto.

El proceso, que duró varios minutos, dejó una larga estela de fuego en el cielo fragmentándose en un buen número de piezas, dando una sensación de lluvia de estrellas. Jose María Madiedo, doctor en Astrofísica del Instituto de Astrofísica de Andalucía, detalla el hecho.

El objeto, explica Madiedo, cayó a una velocidad de unos 29.000 kilómetros por hora, sobrevolando la península y continuando hacia el mediterráneo. "El objeto artificial se volvió incandescente al entrar en la atmósfera", relata el experto.

Así, la cuarta etapa del cohete creó una bola de fuego artificial que se inició a 118 kilómetros de altitud sobre el Atlántico, destruyéndose en una serie de fragmentos que sobrevolaron Andalucía, Murcia y el sur de Alicante.

No se han reportado daños ni materiales ni humanos en torno a este lanzamiento, lo que indica que los fragmentos que hayan sobrevivido a la reentrada han caído directamente al mar Mediterráneo. 

Hace más de un año pudimos ver un ejemplo de lo contrario. La NASA dejó caer a la Tierra un palé de basura espacial con viejas baterías de la ISS, tras estar años orbitando la Tierra. Una familia en el estado de Florida sufrió el impacto de una de estas baterías, sin causar heridos pero con notables daños materiales.