Con el reciente lanzamiento del cohete Starship de SpaceX el pasado 14 de marzo, la industria aeroespacial dio un salto de gigante. El evento, que pudo seguirse desde España, abre cada vez más la puerta a que el ser humano pueda no solo llegar a la Luna, sino alcanzar Marte. Ahora, Elon Musk ha especificado que eventualmente los futuros cohetes Starship podrán llevar al hombre a otros sistemas estelares.

Así lo ha explicado el propio Musk en X (antes Twitter), respondiendo a una publicación de un usuario que ensalzaba el tercer lanzamiento del cohete Starship. En sus palabras, Musk detalló que un futuro cohete Starlink, "mucho más grande y avanzado", podría ser capaz de viajar a otros sistemas estelares.

Y es que desde hace ya algunos años, tanto la figura de Musk al frente de SpaceX como la propia compañía han resaltado las capacidades de adaptabilidad que tiene el cohete Starship. Parte del argumento del propio Musk para defender esta idea es que en sus palabras, el sistema Starship "está diseñado para atravesar todo nuestro sistema solar y más allá hasta la nube de objetos que nos rodean", dijo el magnate.

La Starship llegará a otros sistemas

La clave de los sistemas Starship que llevarán a la humanidad a la Luna y a Marte es su componente reusabilidad. Este es un sistema de transporte reutilizable, que consta de un propulsor Super Heavy de 33 motores Raptor y de la propia nave Starship, equipada a su vez con seis motores. Puede llevar desde tripulación humana hasta cargas a la órbita terrestre.

De hecho, es el cohete más grande construido en la historia. No es para menos, ya que el cohete disfruta de una altura de 122 metros y de un diámetro de 8, capaz de cargar de 100 a 150 toneladas métricas de carga. El tercer lanzamiento de prueba del cohete del pasado 14 de marzo ha sido el más exitoso hasta el momento, ya que mientras que las pruebas pasadas acabaron con el sistema explotando, en esta el cohete Starship consiguió llegar a la órbita.

Que la Starship es tremendamente potente no es un misterio en absoluto. El problema está, precisamente, en su capacidad de llegar a otros sistemas estelares, lo cual es una tarea hercúlea por las masivas distancias que nos separan. En el caso de nuestro Sol, el sistema estelar más cercano sería Alfa Centauri, que se encuentra a 4,36 años luz. Es decir, 41,2 billones de kilómetros de distancia.

Para resaltar el problema de la distancia, existen ejemplos como el estudio Photonic solution to phase sensing and control for light-based interestellar propulsion. Publicado en 2021 en la revista Optical Society of America B, este estudio se engloba dentro del ambiciocísimo proyecto Breakthrough Stardot, que busca llevar una sonda hasta el sistema Alfa Centauri en una distancia que como máximo se reduciría a 20 años.

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Sin esa tecnología, la historia es bien distinta. Algunos de los dispositivos más veloces creados por el ser humano, como fueron las sondas Helios, pudieron alcanzar la mareante velocidad de 250.000 kilómetros por hora, o lo que es lo mismo, 70 kilómetros por segundo. Incluso con esa cifra, las sondas Helios tardaría 18.000 años en llegar a Alfa Centauri, según la NASA.

Hasta la sonda Parker Solar Probe, que alcanzó en 2020 los 470.000 kilómetros por hora (195 kilómetros por segundo) tendría problemas similares. Se espera que para 2025 la sonda, por cierto, pueda alcanzar los 690.000 kilómetros por hora, lo que es lo mismo, un 0,064% de la velocidad de la luz. 

Starship despegando de la plataforma de lanzamiento. SpaceX Omicrono

En definitiva, todo apunta a que el sueño de Musk de llevar al ser humano a otros sistemas estelares tardará, como mínimo, unas pocas generaciones en cumplirse. Está por ver qué nuevos avances logra amasar la Starship en sus futuros lanzamientos, incluyendo el que llevará al hombre a la Luna en el año 2026 con el programa Artemis.