Esquema del robot espía que se derrite.

Esquema del robot espía que se derrite. Cornell University Omicrono

Defensa y Espacio

El revolucionario robot espía que se disuelve y desaparece tras lograr la información enemiga

El dispositivo, todavía prototipo, está ideado para recopilar datos de adversarios de forma eficaz y autodestruirse antes de ser capturado.

17 marzo, 2023 02:48

El avance de la tecnología está teniendo un papel importante en la investigación militar, permitiendo la creación de armas y máquinas que pueden cambiar las reglas de juego en la guerra. Ejemplos claros son máquinas como Vision 60, un perro robot del Ejército de España para misiones delicadas o los 'terminators' iraníes que acaban con los adversarios sin ayuda. En esta ocasión, el nuevo protagonista es un robot espía capaz de destruirse a sí mismo tras recopilar información enemiga.

Fabricado por un grupo de investigadores, este pequeño robot espía es sigiloso y lo suficientemente pequeño como para pasar desapercibido ante el enemigo; siendo totalmente capaz de autodestruirse una vez completada su misión, como indican en NewScientist. Un dispositivo que en un futuro se podría utilizar en conflictos para recopilar datos de forma encubierta, disolviéndose en un charco de textura aceitosa antes de caer en las manos equivocadas.

Desarrollar robots blandos -aquellos que están hechos con materiales más flexibles- que puedan controlar su propio ciclo de vida y degradarse a pedido manteniendo su hiperelasticidad es un importante reto de investigación, como señalan los científicos en su estudio. En este caso, han creado una máquina de este tipo que se autodestruye rápidamente bajo una estimulación externa específica, como al colocarse bajo luz ultravioleta (UV).

Este robot se autodestruirá

El robot espía, creado por el profesor Seung-Kyun Kang de la Universidad Nacional de Seúl, en Corea del Sur, junto con un grupo variado de científicos, mide aproximadamente tres centímetros de largo y cuenta con cuatro patas. Y se mueve usando aire neumático que le permite tanto arrugarse como deslizarse por cualquier superficie como si se tratara de un gusano.

Los investigadores han creado esta máquina utilizando material desarrollado por ellos mismos. Concretamente, han fabricado una silicona que han mezclado con hexafluorofosfato de difenil yodonio emisor de iones fluoruro (DPI-HFP) que cuenta con la capacidad para degradarse rápidamente tras exponerse a la luz ultravioleta y al calor

Esquema del material del robot y su autodestrucción.

Esquema del material del robot y su autodestrucción. Cornell University Omicrono

La gran innovación de esta máquina es que puede exponerse por sí misma a la luz ultravioleta y desintegrase en una forma totalmente irrecuperable en aquellos escenarios en los que se desee que se autodestruya. Por ejemplo, durante un conflicto bélico una vez concluya con su misión de espionaje o al ser descubierto por los enemigos, para que no puedan conocer qué información confidencial ha obtenido.

Además de ello, el robot también cuenta en su interior con una serie de tecnología blanda, entre las que se incluyen sensores de tensión, de temperaturas para detectar el ambiente y fotodetectores, que encuentran la luz ultravioleta en condiciones normales de funcionamiento. Los dos últimos sensores sirven para vigilar las condiciones desencadenantes que inician la destrucción del dispositivo.

Proceso de autodestrucción del robot.

Proceso de autodestrucción del robot. Cornell University Omicrono

Durante el estudio, los investigadores simularon una misión para probar su nuevo robot. En ella, la máquina tenía que explorar un entorno desconocido y autodestruirse antes de que lo atraparan los enemigos. Los científicos señalan en su investigación que durante esta prueba su dispositivo tomó en primer lugar lecturas de temperatura de una pistola de calor y, posteriormente, se movió hasta una zona diferente.

Para ese mismo desplazamiento el robot utilizó fotodetectores para encontrar la luz ultravioleta de una lámpara. Mientras que en una tercera zona de la misión, la máquina fue capaz de alertar a los investigadores cuando los niveles de temperatura eran demasiado altos.

Para terminar la prueba y al completar la tarea, esta máquina localizó y se movió hacia una placa caliente que se encontraba a 120°C. Debido al calor de la misma y a la anterior exposición a la luz ultravioleta de la lámpara, el robot espía se disolvió en un fluido aceitoso en aproximadamente una hora.

Usos más allá de militares

Aunque esta máquina se ha diseñado inicialmente pensando para que en un futuro no muy lejano se pueda utilizar para recopilar información confidencial enemiga durante un conflicto; lo cierto es que los investigadores también señalan que este robot blando espía podría ser de utilidad en otros escenarios

Por ejemplo, los científicos indican que sería de gran ayuda para reducir los residuos de la robótica blanda, para explorar áreas peligrosas donde la recuperación de robots es imposible o para "garantizar la seguridad del hardware en operaciones militares de invasión o transporte", ya que pueden deteriorarse antes de que los enemigos lo recuperen.

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El robot es ahora tan sólo un prototipo, pero el estudio se presenta como una investigación a la que seguir la pista. "Creo que el reconocimiento y la recopilación de datos -por parte del robot- es optimista. Los investigadores están vendiendo una visión de que, tal vez, en 20 años esta máquina estará haciendo tareas de espionaje", indica Matthew Johnson-Roberson, uno de los autores y profesor de la Universidad Carnegie Mellon, en Pensilvania (Estados Unidos).

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