Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos y de la Universidad Autónoma de Madrid han desarrollado un prototipo de robot cuyo principal objetivo es el de dar apoyo a los sistemas de emergencia. En este caso, se ha ideado para ayudar a los bomberos a la hora de hacer las intervenciones para aportar información en tiempo real, localizar el foco del fuego de un incendio en el interior de un edificio o detectar la toxicidad del ambiente.

"Cuando los bomberos tienen que hacer una intervención en un edificio no conocen a qué peligros se van a tener que enfrentar. Esto ahora es posible gracias a nuestro robot, que sirve para monitorizar el entorno de las habitaciones obteniendo parámetros como la localización de objetivos, su posición, la temperatura ambiente, la humedad y calidad del aire, como puede ser dióxido de carbono (CO2) y componentes tóxicos que pueden resultar nocivos para las personas", explica Noelia Fernández Talavera, creadora del robot, a EL ESPAÑOL - Omicrono.

Localizar el fuego

El robot surgió realmente hace un año y medio, y fue el trabajo de fin de grado de Noelia. Una máquina que esta investigadora creó durante la pandemia en su propia casa y durante el confinamiento. Fabricado en acero, este robot utiliza dos placas para recoger información, que luego importa a una base de datos que está en un servidor web y de ahí lo manda a una plataforma de visualización en tiempo real con la que los bomberos pueden ver cómo va subiendo la curva de la temperatura o de la humedad. 

"El robot es pequeño, por lo que se puede mover fácilmente, y permite obtener información en tiempo real para saber si un bombero puede o no entrar en ese entorno, para ver si es seguro. Tiene sensores de temperatura, de humedad y ultrasonidos, que indican la posición de los objetos que están a su alrededor para esquivarlos durante las intervenciones. Por ejemplo, puede avisar si se ha caído una viga más adelante y no se puede pasar por ahí y refleja su posición en el mapa", indica la investigadora.

Una vez que el robot ha entrado dentro del edificio en llamas, gracias a sus sensores incorporados detecta la posición en tiempo real de todos los objetos que hay alrededor y donde están los focos de fuego. "El robot pretende ser una máquina de apoyo y protección para estos profesionales. Por esa razón puede transportar una o varias cámaras normales o térmicas para ayudar a localizar las llamas o a víctimas", explica Noelia Fernández.

Gracias a estas cámaras y los sensores, cuando el robot está dentro de una estancia y al tener la posición al instante de todos los objetos que hay alrededor y los focos de fuego, puede localizar a posibles víctimas. "Hicimos una prueba con una cámara infrarrojos y de visión para ver dónde estaban personas atrapadas. Con ellas pudimos encontrarlas rápidamente y ver todo el entorno", apunta la investigadora. 

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El robot en una de las demostraciones. Noelia Fernández Omicrono

En el caso de que no se le coloquen cámaras, los bomberos también tienen la opción de hacer que el robot vaya de forma autónoma a un objetivo determinado. Es decir, se le puede enviar a una parte de una habitación para buscar a víctimas o la salida más cercana, y para ello la máquina calcula la trayectoria más rápida y segura. Incluso lo pueden controlar manualmente desde fuera para volver a inspeccionar un entorno antes de entrar en acción.

Para ver lo que el propio robot ve, los bomberos pueden utilizar un ordenador u otro dispositivo portátil, como una tablet. "Los datos se suben a una plataforma de visualización que está en la nube y teniendo la IP cualquier bombero puede ver el contenido. Una aplicación que también muestra el mapeado de la zona hecho por el robot y la localización tanto de la máquina como de posibles personas atrapadas", informa la investigadora.

Un prototipo

Por el momento el robot es tan sólo un prototipo, que ya se ha puesto a prueba en las instalaciones de la Jefatura de Bomberos de Alcorcón, en Madrid, a través de una serie de experimentos en condiciones similares a incendios reales. "En ellas vimos que el robot no sufrió ningún daño al acercarlo al fuego, pero es cierto que si lo pones encima del foco, la estructura no se funde, pero sí los sensores porque sus bases son de plástico", apunta Noelia Fernández.

Sí que se encontraron con algunos problemas. Por ejemplo, el primer día el robot no andaba, sino que patinaba en el suelo. "Yo lo había probado en el suelo de mi casa, que estaba muy limpio. En cuanto llegamos a la zona de pruebas, el suelo estaba con piedras, sucio, con cenizas y hasta aceite. Cambiamos los motores para obtener más potencia y que se pudiera mover por ahí gracias a sus ruedas de oruga, que respondieron bien. Pero en general todo fue según lo planeado", apunta.  

El robot en una de las demostraciones. Noelia Fernández Omicrono

El robot es realmente barato, cuesta entre 1.000 y 1.500 euros; mientras que los otros modelos que existen "alcanzan los 24.000 euros y en investigación no nos podemos permitir gastarnos tanto. El objetivo principal era que fuese económico y modular. Ahora tiene seis capas, pero a lo mejor en el futuro se nos ocurre incluirle otro tipo de sensores que resulten interesantes para los bomberos", explica Noelia Fernández. 

El equipo de investigadores, que también está compuesto por María Cristina Rodríguez Sánchez, Juna Jesús Roldán Gómez y Francisco Martín Rico; continua trabajando en el desarrollo del producto. Actualmente "estamos centrados en un nuevo prototipo que incorpore una tecnología mejor y, además, estamos dando apoyo aéreo a los bomberos con un dron de interiores", señala la autora.

El robot en una prueba. Noelia Fernández Omicrono

Una tecnología que no viene para quitar el trabajo a los bomberos, sino que es simplemente un apoyo que sirve para conocer de forma previa, durante y posterior a la intervención, las condiciones de un entorno asociado a una emergencia. De esta manera, se pueden minimizar riesgos mejorando la información sobre el escenario y reduciendo los tiempos de exposición al fuego de estos profesionales.

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