Probamos el Realme GT: el móvil que aspira a aniquilar a la gama alta
Realme ha puesto toda la carne en el asador con su último móvil, el Realme GT. En una apuesta ambiciosa, ofrece un dispositivo de gama alta a un precio rompedor: 450 euros.
3 julio, 2021 01:00Noticias relacionadas
El mejor procesador que se puede tener en un teléfono Android, una pantalla Super AMOLED con una tasa de refresco de 120 Hz, carga rápida que llena por completo la batería del móvil en 35 minutos, buena cámara trasera y un diseño que no deja indiferente. Esos son los mimbres del Realme GT, el último teléfono que la compañía china ha lanzado en España, una apuesta que se culmina con el elemento más importante: un precio rompedor.
Una vez pasadas las promociones de lanzamiento, el Realme GT parte de un precio de 449 euros, lo que se traduce en menos de la mitad de los que se antojan como sus principales rivales en el panorama Android. Un órdago que la propia compañía asume bajo el eslogan de flagship killer (el asesino de los topes de gama).
Pero ¿realmente merece la pena este Realme GT? En OMICRONO hemos pasado las últimas semanas con el nuevo móvil estrella de la compañía para comprobar hasta qué punto supone una amenaza para los modelos de gama alta del mercado, y si es tan buena opción como pinta sobre el papel.
Diseño llamativo
Uno de los elementos donde los móviles que optimizan la relación entre calidad y precio suelen ser en el diseño y el acabado de los mismos. Sin embargo, el Realme GT también apuesta por un modelo diferenciador en este sentido. Cuenta con dos terminaciones en vidrio 3D, sin embargo, la opción más llamativa es la bautizada como Racing Yellow, la que tiene nuestra unidad de prueba.
La parte trasera es de un llamativo amarillo al que interrumpe una franja negra en la parte izquierda. Ésta sirve para integrar al módulo de cámaras en el diseño y lograr así un aspecto más armonioso y equilibrado. Por la combinación de colores bien podría haber sido el móvil oficial de Kill Bill, la película de Tarantino. Lo cierto es que la combinación de colores funciona y es agradable a la vista.
También lo es al tacto. A diferencia de los otros dos colores, con el amarillo tenemos una terminación en cuero vegetal que le hace completamente diferente a otro teléfono móvil. La compañía promete resistencia extrema con un tratamiento anti olor y grietas, resistente a huellas dactilares así como soporta condiciones de desgaste y rotura. Así, pese a que tenemos una pantalla de 6,43 pulgadas, el Realme GT es cómodo de agarrar, ergonómico a la mano (8,4 mm de grosor) y ligero (186 gramos).
Tenemos una pantalla agujereada en la esquina superior derecha, altavoces duales (con certificación Dolby Atmos) y un borde metalizado que da una sensación premium de buen acabado. Asimismo, cabe tener en cuenta que tenemos un detalle que ya no suele abundar entre los dispositivos de gama alta: la conexión para auriculares, que la tenemos en la parte inferior.
Potencia a raudales
Más allá de su diseño, donde verdaderamente llama la atención el Realme GT es en su experiencia de usuario y en su desempeño en el día a día. Es realmente una bestia escondida en un precio propio de la gama media.
Para empezar monta el procesador más potente de Qualcomm, el Snapdragon 888, lo que se traduce en que no vamos a encontrar límites para hacer prácticamente cualquier cosa que se nos ocurra con él. Se mueve fluido con aplicaciones pesadas, tiene un modo dedicado para juegos y se comporta realmente bien. A esto ayuda también una memoria RAM configurable hasta los 12 GB y una memoria de almacenamiento UFS 3.1 que permite cargar aplicaciones en un visto y no visto.
En general, el rendimiento al máximo tiene una contrapartida importante: el calor. Hay móviles de la competencia que han apostado por el 888 y bajo presión acaban sufriendo más de lo debido, sin embargo, el Realme GT ha tomado medidas con un sistema de refrigeración por vapor de agua combinando materiales como el acero inoxidable y el cobre.
Realme explica que su nuevo sistema es mejor que el de otros móviles y permite exprimir aplicaciones como videojuegos al máximo, pudiendo reducir hasta en 15 grados la temperatura del núcleo del chip. Lo cierto es que en ningún momento hemos tenido sensación de sobrecalentamiento puntual, como sí nos ha pasado con otros modelos con este chip.
Para completar la experiencia de rendimiento salvaje, el Realme GT apuesta por conexión a través de WiFi 6 y 5G, sin embargo, la experiencia de usuario se basa en otras dos características fundamentales: fluidez de pantalla y sistema de carga ultrarrápida.
Para lo primero el panel Super AMOLED de 6,43 pulgadas viene con una tasa de refresco de 120 Hz, así como una respuesta táctil de 360 Hz. Esto se traduce en que la imagen va extremadamente fluida y responde realmente bien a los toques -fundamental si queremos jugar con él. Además, la pantalla dispone de resolución Full HD+ (2400 x 1080 píxeles) cuenta con una buena interpretación del color y se ve realmente bien con luz solar.
Con respecto a la carga rápida, el Realme GT opta por 65 W a través de la tecnología denominada como SuperDart. No es la más rápida del mercado, pero sí una de las mejores que se pueden encontrar, superando a otros modelos más caros. Esta tecnología se traduce en que podemos pasar de tener el móvil del 0% de batería a completamente cargado en 35 minutos. Un rango de tiempo que no se da casi nunca, porque a lo que invita es a ir cargando los 4.500 mAh en ratos esporádicos (mientras nos duchamos, el desayuno, etc) para tenerlo listo durante el día. En cualquier caso, haciendo un uso del móvil normal, nos durará la batería para todo el día sin problemas.
Cámaras
El Realme GT apuesta por montar cuatro lentes, tres en la parte trasera y una incrustada en la pantalla. El módulo principal está compuesto por una cámara con un sensor Sony IMX682 de 64 megapíxeles de resolución al que acompañan una lente gran angular de 8 megapíxeles (con un campo de visión de 119 grados) y una lente macro para poder disparar a una distancia de enfoque tan cerca como a 4 cm del sujeto.
La configuración en sí no es mala y las cámaras, especialmente con buena luz, rinden de forma notable. Sin embargo, los móviles de gama alta se están decidiendo en el apartado fotográfico. Es ahí donde echan el resto y donde al final el precio inclina la balanza hacia un lado u otro. Así por ejemplo, el teleobjetivo se ha convertido en reclamo de los móviles premium de gama alta, una lente cara y de la que Realme ha decidido prescindir en este teléfono par así tener un precio rompedor.
Pese a esta ausencia, el Realme GT deja un buen sabor de boca. Las fotos que obtenemos son con colores fieles, detalladas, un buen HDR y una experiencia veraz a la hora de capturar lo que estamos viendo. No hay colores impostados sino que tenemos realmente un reflejo del entorno.
La estrella es el sensor principal, con él tendremos unos buenos resultados en casi todas las situaciones, incluyendo tanto en el apartado nocturno (donde se defiende bastante bien). Se echa de menos eso sí subir un poco el nivel en el apartado del vídeo. Tenemos opciones interesantes a través de software, pero le queda dar un paso para realmente estar ahí también en la gama alta.
¿Me lo compro?
El nuevo móvil de Realme es el rey de la relación entre calidad y precio si lo que buscamos es potencia y buena experiencia al menor precio posible. A eso hay que sumarle que sus cámaras en general responden bien y que cuenta con uno de los diseños más llamativos y bien acabados de todo el mercado Android.
El Realme GT rompe de verdad la baraja. Es fiel a su reclamo de flagship killer de la gama alta. Es cierto que se echan de menos algunos elementos adicionales que se pueden encontrar en teléfonos de Samsung, Oppo, Vivo, Xiaomi, Huawei o OnePlus de gama alta como la carga inalámbrica, resistencia al agua o cámaras con mejores lentes, pero son concesiones que se entienden cuando se ve su precio de menos de la mitad que otros rivales.
En suma, Realme ha conseguido una de mejores opciones a comprar tanto en experiencia de usuario como en rendimiento a bajo precio. Es casi perfecto y logra ser el gama alta que buscará la gran mayoría del mercado español.