NH90 es un helicóptero militar utilitario de tamaño medio bimotor, construido por NHIndustries.

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Observatorio de la Defensa

Dinamarca, Grecia, Finlandia y España, los países que menos dinero solicitan al fondo europeo de defensa SAFE

El SAFE exige que al menos el 65 % de cada sistema de armas financiado se fabrique en Europa, para impulsar la autonomía estratégica e industrial.

Más información: Robles anuncia que España pretende "coliderar" el refuerzo de la defensa marítima en la Unión Europea

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Las claves

Dinamarca, Grecia, Finlandia y España son los países que menos dinero han solicitado al fondo europeo de defensa SAFE, situándose a la cola entre los 19 participantes.

El fondo SAFE busca movilizar hasta 150.000 millones de euros para fortalecer la defensa coordinada entre los países de la UE y corregir carencias estratégicas.

Polonia, Rumanía, Francia e Italia lideran las solicitudes de financiación, reflejando una fuerte disparidad en las necesidades de rearme entre los Estados miembros.

El Reino Unido y Canadá han quedado fuera del fondo SAFE en esta primera fase, principalmente por desacuerdos sobre las condiciones de participación y requisitos industriales.

Dinamarca, Grecia, Finlandia y España han solicitado las cantidades más bajas del fondo europeo de defensa SAFE, situándose a la cola entre los 19 países participantes en esta nueva herramienta de rearme coordinado, según ha confirmado la Comisión Europea.

Este instrumento movilizará hasta 150.000 millones de euros con el objetivo de reforzar la adquisición coordinada de capacidades de defensa entre los Veintisiete, en el marco del esfuerzo europeo de rearme y preparación militar

Los documentos remitidos por los citados 19 países muestran una fuerte disparidad en las necesidades de financiación. Dinamarca, con 46,8 millones de euros, y Grecia, con 787,7 millones, se sitúan como los Estados que menos recursos han pedido. Les siguen Finlandia y España, ambos con 1.000 millones de euros —cantidad que Bruselas asignó a Madrid el pasado septiembre—.

En el otro extremo, los mayores solicitantes son Polonia —que encabeza la lista con 43.734 millones—, Rumanía (16.680 millones), Francia (16.216 millones) e Italia (14.900 millones). La elevada demanda refleja el amplio proceso de rearme en marcha en Europa tras el deterioro del entorno de seguridad.

El comisario europeo de Defensa y Espacio, Andrius Kubilius, celebró la respuesta de los Estados miembros y destacó que “los 19 han presentado sus planes nacionales de inversión en defensa para SAFE”.

Igualmente, señaló que hasta 15 países han comprometido ya ayudas para Ucrania, una cifra que significa algo “más de lo esperado”. Añadió que “hablamos de miles de millones, no de millones”, y defendió que el instrumento SAFE será “vital para la preparación de la defensa de la UE y para apuntalar nuestra base industrial”.

Requisitos y prioridades del programa

El Programa de Acción por la Seguridad de Europa (SAFE, por sus siglas en inglés), adoptado por el Consejo el pasado mes de mayo, busca corregir carencias críticas, fortalecer las capacidades militares comunes y facilitar adquisiciones conjuntas en el sector de la defensa.

El SAFE, exige que al menos el 65 % de cada sistema de armas financiado se fabrique en Europa, en un intento de impulsar la autonomía estratégica e industrial. Aunque solo los Estados miembros pueden recibir préstamos, los candidatos a la adhesión podrán sumarse a los procesos de contratación conjunta.

El programa se articula en torno a dos grandes bloques de capacidades, diseñados para responder a las necesidades más urgentes del entorno estratégico europeo.

​El primer pilar concentra las herramientas para sostener el esfuerzo bélico en el corto plazo: producción de municiones y misiles, artillería de campaña, sistemas de ataque en profundidad, vehículos de combate terrestres y armamento de infantería.

A este núcleo duro se suman los drones ligeros y las tecnologías antidron, junto con la protección de infraestructuras críticas, la ciberdefensa y la mejora de la movilidad militar dentro del territorio europeo.

El segundo bloque mira a la superioridad en el espectro completo del combate moderno, con el refuerzo de la defensa aérea y antimisiles y el desarrollo de capacidades navales de superficie y submarinas.

Lo completan los drones de mayor tamaño, el reabastecimiento en vuelo, el transporte estratégico, los sistemas C4ISTAR, los activos espaciales y la aplicación de inteligencia artificial a la guerra electrónica

Kubilius recordó que las prioridades se basan en los objetivos de capacidades de la OTAN: “todas las armas necesarias que debemos tener para estar preparados para la disuasión”.

La Comisión evaluará durante diciembre y enero los planes remitidos antes de aprobar el reparto final de los préstamos, en lo que representa uno de los mayores esfuerzos colectivos de la UE en materia de defensa.

"Nuestro objetivo es que, a inicios del próximo año podamos ajustar los montos iniciales de manera que, al inicio del año, estos proyectos puedan comenzar a implementarse", ha explicado en rueda de prensa el portavoz comunitario de Defensa, Thomas Regnier.

El Reino Unido se queda fuera

El Reino Unido ha quedado oficialmente fuera del fondo europeo de defensa SAFE después de que este lunes se cerrara el plazo para presentar propuestas. Al menos en una primera fase.

Londres rechazó asumir los 6.750 millones de euros que, según la prensa británica, exigía Bruselas para permitir su entrada en un programa diseñado para priorizar a la industria del continente.

El desenlace confirma la ruptura de las conversaciones anunciada el viernes y supone un revés para el intento de relanzar las relaciones pos-Brexit. En mayo, el primer ministro Keir Starmer celebraba una “nueva era” con la UE tras acordar un marco de cooperación en defensa y comercio que abría la puerta a participar en este fondo de 150.000 millones de euros destinado a rearmar Europa.

Nada de eso ha cuajado. “Aunque es decepcionante que no hayamos podido concluir las discusiones sobre la participación del Reino Unido en la primera ronda de SAFE, la industria de defensa británica seguirá pudiendo participar en proyectos en calidad de tercer país”, afirmó el ministro para las Relaciones con la UE, Nick Thomas-Symonds.

Recalcó que Londres solo firmará acuerdos que estén “en el interés nacional” y ofrezcan “valor por dinero”.

Las estrictas normas del fondo —que limitan al 35% el uso de componentes procedentes de fuera de la UE o de países asociados como Ucrania— también pesaban sobre la negociación. Pese a todo, la exclusión británica no alteró la cotización de los principales grupos de defensa del país, como BAE Systems, Rolls-Royce o Babcock.

También se queda fuera Canadá, aunque ambos podrían sumarse a futuros acuerdos.