Obús autopropulsado sobre cadenas PzH 2000 A4

Obús autopropulsado sobre cadenas PzH 2000 A4 Ministerio de Defensa de Alemania

Observatorio de la Defensa

KNDS toma nota de las lecciones de la guerra de Ucrania para perfeccionar su obús: así es el PzH 2000 A4

La compañía ha solventado en esta nueva versión las carencias que el sistema exhibió durante su despliegue en el campo de batalla ucraniano.

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En su afán de convertirse en la superpotencia militar de Europa, Alemania continúa adelante con el proceso de modernización de sus capacidades en materia de defensa, no solo con el objetivo de fortalecer a la Bundeswehr sino también incrementar la exportación de los equipos militares desarrollados por su industria nacional, a la que pretende posicionar como una referencia en el sector a nivel internacional.

La presentación de la versión A4 del obús autopropulsado de 155 mm PzH 2000 está estrechamente vinculado a este propósito. KNDS ha desarrollado esta nueva variante, exhibida junto a los primeros Leopard 2A8 contratados por Berlín y Oslo, tras las lecciones extraídas del campo de batalla ucraniano y las demandas de la guerra moderna.

De esta manera, el PzH 2000 A4 se presenta como un salto cualitativo en digitalización, conectividad y gestión energética. Esta versión no busca tanto aumentar el blindaje o la potencia de fuego bruta como reforzar la "inteligencia" del sistema: la capacidad de responder más rápido, integrarse mejor en redes tácticas y resistir en entornos cada vez más saturados electrónicamente.

Introducido en 1998, la reputación del PzH 2000 había sido sólida hasta su debut en combate real durante la guerra de Ucrania, en 2022. Alemania cedió varias unidades de este obús al Ejército ucraniano, convencida de la fiabilidad y precisión del sistema. Sin embargo, el bautismo de fuego reveló ciertas debilidades.

Los obuses, tal como recogió por entonces la prensa germana, mostraron un desgaste prematuro en apenas semanas de uso intensivo, con averías frecuentes y necesidades de mantenimiento constantes. Estas limitaciones, sumado a la importancia de la Artillería durante el conflicto, obligaron a Ucrania a depender de piezas estadounidenses M777, consideradas más robustas y ligeras.

Presentación de los Leopard 2A8 de Alemania y Noruega

Sin embargo, el problema no se reducía solo al desgaste mecánico. La compatibilidad con la munición estándar de la OTAN también se vio comprometida, dificultando la interoperabilidad con aliados. Esta experiencia fue un toque de atención para Berlín y los ingenieros de KNDS, que se dieron de bruces contra el hecho de que la sofisticación tecnológica no es suficiente si el sistema no puede sostener un ritmo operativo exigente ni operar de manera fluida.

De esta manera, el nuevo PzH 2000 A4 se configura como una respuesta directa a aquellos desafíos. No se trata de un simple ajuste técnico, sino de una reestructuración conceptual. La Artillería actual exige plataformas integradas en red, capaces de compartir información en tiempo real y ejecutar misiones coordinadas con otras armas y sensores.

Introducción de munición guiada

KNDS ha reescrito el corazón digital del vehículo, reemplazando el viejo sistema MICMOS de control de tiro por la nueva arquitectura Centurión. Este cambio multiplica la capacidad de cálculo y reduce los tiempos de procesamiento, lo que se traduce en una mayor velocidad de reacción y precisión en la ejecución de disparos. Además, permite compatibilidad con sistemas de control de tiro estandarizados por la OTAN, esencial para operaciones conjuntas.

A través de Centurión, el PzH 2000 A4 adquiere la capacidad de integrar munición guiada de precisión como los proyectiles Vulcano y Excalibur, diseñados para atacar blancos con errores mínimos a distancias superiores a 40 kilómetros. Este avance responde a la necesidad actual de “golpear primero y moverse rápido”, minimizando la exposición a los drones enemigos o al contraataque artillero.

Otra de las innovaciones clave se encuentra en el rediseño de la arquitectura de energía y refrigeración. La filial germana de KNDS ha optado por una división entre el generador y los sistemas de gestión térmica, creando una configuración modular que amplía las posibilidades de expansión electrónica.

Este enfoque no solo mejora la eficiencia energética -algo fundamental en misiones prolongadas- sino que prepara al vehículo para integrar sistemas futuros, desde sensores adicionales hasta suites de guerra electrónica.

En las guerras modernas, el consumo eléctrico de los vehículos de combate aumenta drásticamente por la cantidad de dispositivos electrónicos que integran: radares, sistemas de comunicación cifrada, cámaras térmicas y drones auxiliares. La nueva arquitectura eléctrica del A4 aborda esta realidad y refuerza la autonomía energética del sistema.

El diseño integrado facilita, además, un mantenimiento más rápido y reduce el peso logístico. Si en la guerra de Ucrania uno de los factores críticos fue la dificultad de reparar o reemplazar componentes dañados en condiciones de combate, el enfoque modular del A4 apunta precisamente a superar esa limitación.

Al contrario de lo que podría pensarse en un entorno bélico cada vez más letal, el A4 no aumenta significativamente su blindaje. En cambio, la industria alemana ha optado por priorizar una supervivencia basada en la información.

Así, en lugar de resistir más impactos, el PzH 2000 A4 tratará de evitarlos. Su red digital permite recibir alertas tempranas, coordinar movimientos con sensores externos y emplear la precisión para minimizar su tiempo de exposición.

Proyección hacia el futuro

KNDS ya trabaja en el siguiente paso de esta evolución: el PzH 2000 A5. Esta versión busca ser una plataforma totalmente digital, con una arquitectura electrónica semiabierta que permita integrar nuevos módulos o sistemas sin rediseñar por completo el vehículo.

La empresa está estudiando incorporar un cargador automático de munición, la optimización de la mecánica de la retícula y la reducción de la tripulación de cinco a tres operadores gracias a una mayor automatización.

Entre los complementos en fase de evaluación se incluyen visores indirectos para el conductor, optrónica avanzada para una percepción situacional más amplia, herramientas portátiles de programación de espoletas y estaciones de armas controladas de forma remota para la defensa cercana.

En conjunto, el A5 apunta a ser el puente hacia una nueva generación de artillería: más inteligente, conectada y capaz de operar en escenarios híbridos donde los límites entre guerra convencional y digital se diluyen.