La creciente tensión geopolítica y la aceleración de los planes de rearme han convertido al sector en un imán para fondos de capital riesgo y private equity

La creciente tensión geopolítica y la aceleración de los planes de rearme han convertido al sector en un imán para fondos de capital riesgo y private equity

Observatorio de la Defensa

El capital riesgo en defensa bate récords en Europa y EEUU en plena carrera armamentística

Solo en Europa, las inversiones de venture capital enfocadas en defensa alcanzaron 949 millones de dólares hasta junio de 2025.

Más información: El rearme europeo se pone en marcha: 106.000 millones de euros en inversión en 2024 y récords empresariales en 2025

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Las claves

La inversión de capital riesgo en el sector defensa ha alcanzado cifras récord tanto en Europa como en Estados Unidos, impulsada por la escalada armamentística y la inseguridad global.

En Europa, el venture capital destinado a defensa superó los 949 millones de dólares hasta junio de 2025, mientras que en EEUU los acuerdos ya suman 3.200 millones, ambos muy por encima de los ejercicios anteriores.

El gasto militar mundial creció un 9,4% en 2024 hasta 2,72 billones de dólares; la OTAN acordó escalar el gasto hasta el 5% del PIB para 2035, con importantes inversiones en innovación y tecnología dual.

El Fondo de Innovación de la OTAN y el Fondo de Defensa Europeo canalizan miles de millones hacia startups y proyectos de I+D, consolidando la defensa como un sector prioritario para capital riesgo e innovación tecnológica.

El capital riesgo en defensa atraviesa un boom histórico tanto en Europa como en Estados Unidos, impulsado por la escalada armamentística y el renovado clima de inseguridad global. Nunca antes los flujos de capital privado habían sido tan intensos en la industria de defensa a ambos lados del Atlántico.

La creciente tensión geopolítica y la aceleración de los planes de rearme han convertido al sector en un imán para fondos de capital riesgo y private equity. Solo en Europa, las inversiones de venture capital enfocadas en defensa alcanzaron 949 millones de dólares hasta junio de 2025, superando ampliamente los 693 millones de todo 2024, según datos de Preqin.

En Estados Unidos, la tendencia es aún más marcada: con 3.200 millones de dólares (2.767 millones de euros) en acuerdos hasta octubre, el país ya rebasa holgadamente los 2.700 millones del año pasado.

Mientras las grandes potencias reconfiguran su seguridad colectiva, los mercados movilizan cifras sin precedentes. La demanda de tecnologías de nueva generación, la urgencia por reponer arsenales y la presión para reforzar las cadenas de suministro han propiciado un clima excepcional para los inversores.

Pero, como advierte el grupo de inversión Carlyle, la industria europea sigue siendo “altamente fragmentada”, con empresas más pequeñas que sus homólogas estadounidenses. La firma ve en la estandarización y la coordinación un potencial “superpoder europeo”, capaz de transformar esa debilidad estructural en una ventaja competitiva.

La dinámica inversora se sostiene sobre un entorno de inseguridad persistente. Según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI), el gasto militar mundial creció un 9,4% en 2024, hasta 2,72 billones de dólares, un máximo histórico. Los países de la OTAN acumularon 1,51 billones, el 55% del total global.

Y, en Europa, el gasto aumentó un 17%, hasta 693.000 millones de dólares. Sin embargo, este año, en la Cumbre de La Haya de la OTAN se fue aún más lejos: los aliados se comprometieron a escalar el gasto en defensa hasta al menos el 5% del PIB para 2035, una cifra que supondrá un cambio estructural en la economía de seguridad europea.

De ese volumen, el 3,5% se destinará a inversión básica en defensa y el 1,5% a infraestructuras críticas.

Si la hoja de ruta hacia el 5% se cumple, la inversión anual europea podría alcanzar los 1,79 billones de dólares en una década, redefiniendo el peso económico y estratégico de Europa en el escenario global

Fondos de innovación y nuevas prioridades

La magnitud del esfuerzo inversor obliga a acelerar también la innovación. El Fondo de Innovación de la OTAN, con un potencial superior a 1.000 millones de euros y centrado en “deep tech” de uso dual, se ha consolidado como una herramienta clave para transformar la industria europea.

El fondo —financiado por 24 países europeos de la OTAN pero operado de manera independiente— ha vivido una renovación interna con la incorporación de Ulrich Quay y Sander Verbrugge como nuevos socios.

En 2025, el fondo realizó operaciones destacadas, como la inversión de 8 millones de euros en Kreios Space (España), orientada a satélites para órbitas bajas y conectividad avanzada. También destinó 30 millones de euros a Portal Biotech (Reino Unido) para liderar la secuenciación de proteínas con nanoporos.

En el portafolio del Fondo de Innovación de la OTAN en 2025 figuran 19 empresas emergentes (startups) y siete fondos de capital riesgo, todos ellos centrados en la innovación para defensa y usos duales, es decir, tecnologías que pueden aplicarse tanto al ámbito militar como al civil.

La mayoría de estos fondos, además de invertir directamente, colaboran en coinversiones y aceleración, apoyando tanto la escalabilidad como la transferencia de tecnología civil-militar.

Europa ante su propia “Zeitenwende”

Los conceptos alemanes zeitgeist y zeitenwende han pasado de la retórica política al análisis económico. El documento técnico The New Martial Plan, de Carlyle, sostiene que la región está entrando en una “rotación estructural de capital hacia Europa”, con un potencial adicional de 9 billones de euros en inversiones en defensa e infraestructura en la próxima década.

La Comisión Europea también ha movido ficha con el ReArm Europe Plan/Readiness 2030, diseñado para canalizar más de 800.000 millones en gasto de defensa mediante flexibilidad fiscal, la creación de la Unión de Ahorros e Inversiones Europeas y el instrumento de préstamos SAFE, dotado con 150.000 millones para adquisiciones conjuntas.

A nivel de mercado, Preqin Pro identifica 128 fondos cerrados que permiten exposición a defensa, 53 de ellos centrados principalmente en el sector. La mayoría tiene enfoque en Norteamérica (88 fondos), seguida de Asia (18) y Europa (14). Las cifras confirman un creciente apetito por el sector en el continente, pero también la brecha aún existente con Estados Unidos.

Asimismo, en Europa existe varios mecanismos como el Fondo de Defensa Europeo ha sido considerado como el instrumento de la Comisión Europea para apoyar la I+D en materia de defensa de forma colaborativa entre empresas de todos los tamaños y agentes del ecosistema, sin sustituir a los esfuerzos propios de cada uno de los estados miembros. Este cuenta con un presupuesto de 7.300 millones de euros para el período comprendido entre 2021 y 2027. 

Desde la entrada en vigor de esta iniciativa, y teniendo en cuenta el montante destinado al programa de 2025, 1.000 millones de euros a proyectos de investigación y desarrollo en esta industria, la Comisión ha destinado, hasta la fecha, 5.400 millones de euros de los presupuestados, convirtiéndose en uno de los principales inversores en el ámbito de I+D de la industria de la defensa

Silicon Valley

La industria estadounidense vive un momento de expansión sin precedentes. El gasto militar podría superar el billón de dólares en el ejercicio fiscal 2026, con una clara prioridad: innovación acelerada, según el Council on Foreign Relations. 

La inteligencia artificial se está utilizando cada vez más en el sector defensa. En julio, Google, Anthropic, OpenAI y xAI recibieron contratos federales para integrar inteligencia artificial en seguridad nacional.

California y Silicon Valley se han consolidado como un semillero para los fondos de capital riesgo vinculados a defensa. La empresa estadounidense de tecnología de defensa Anduril recaudó 2.500 millones en una serie G que elevó su valoración a 30.500 millones, mientras Chaos Industries, Impulse Space, Divergent Technologies, Castelion Corp, Epirus y Saronic Technologies captaron entre 250 y 348 millones cada una en rondas de crecimiento.

En total, EEUU registra 62 acuerdos de capital riesgo en defensa en 2025, ya por encima de los 41 del año anterior.