Un soldado británico durante el ejercicio Immediate Response en el área de entrenamiento de Drawsko Pomorskie, Polonia. Reuters
Reino Unido refuerza su defensa: construirá fábricas de municiones y drones ante futuros escenarios bélicos
El plan, dotado con 1.800 millones de euros, servirá para apoyar a Ucrania y elevar la autosuficiencia industrial británica en un entorno internacional volátil.
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El Reino Unido ha iniciado una de sus mayores apuestas industriales en materia de defensa desde la Guerra Fría: la construcción de una red de nuevas fábricas de municiones, materiales energéticos y explosivos militares destinadas a restaurar una capacidad estratégica que el país no mantenía plenamente desde hace casi dos décadas.
El plan, que moviliza 1.500 millones de libras (1.800 millones de euros), forma parte de una estrategia más amplia para reforzar la preparación ante posibles conflictos armados, apoyar a Ucrania y elevar la autosuficiencia industrial británica en un entorno internacional cada vez más volátil.
Durante un discurso en Westminster, el secretario de Defensa, John Healey, confirmó que ya se han identificado 13 localizaciones potenciales para estas nuevas plantas, con la construcción de la primera prevista para comenzar el próximo año.
Healey aseguró que "Gran Bretaña avanza en la construcción de las fábricas del futuro”, y reivindicó la transformación económica que vive el país: “Durante años, las históricas regiones industriales británicas sufrieron la pérdida de empleos sin esperanza de retorno; ahora estamos revirtiendo esa tendencia”.
El secretario de Defensa subrayó que el actual contexto, aunque marcado por nuevas amenazas, abre la puerta a oportunidades sin precedentes: “Vivimos una nueva era en la que la inversión en defensa se traduce en trabajos de calidad, negocios sólidos y habilidades renovadas para la ciudadanía británica”
Una capacidad “siempre activa”
Asimismo, el Ministerio de Defensa subraya que esta red de fábricas garantizará una capacidad productiva permanente, clave para asegurar el suministro constante de municiones avanzadas, explosivos y artículos pirotécnicos tanto a las Fuerzas Armadas británicas como al sostenimiento militar de Ucrania.
Las nuevas fábricas —al menos seis durante la actual legislatura— estarán orientadas a producir los materiales esenciales para la cadena de suministro armamentística.
El anuncio se alinea con las conclusiones de la Revisión Estratégica de Defensa, publicada en junio, que estableció el compromiso de crear una “cadena de municiones siempre activa” y reforzar el ritmo de reaprovisionamiento, una lección directa de la guerra en Ucrania y del esfuerzo continuado de apoyo a Kiev.
El Ministerio también ha publicado una Planned Procurement Note (PPN) que detalla los requisitos de producción de nueve materiales energéticos considerados críticos, además de un plan de inversión plurianual diseñado para estabilizar y expandir la capacidad nacional.
Defensa como motor económico
Healey subrayó que las decisiones del próximo presupuesto serán clave para evitar un retorno a unas Fuerzas Armadas “vacías y con financiación insuficiente”. Insistió en que la inversión récord en defensa es esencial para proteger al país frente a una “nueva era de amenaza”, pero también para impulsar lo que denomina un “dividendo de defensa” para la economía británica.
“Estamos convirtiendo la defensa en un motor de crecimiento, apoyando sin ambigüedades los empleos británicos y las habilidades británicas mientras hacemos que el Reino Unido esté mejor preparado para luchar y mejor capacitado para disuadir futuros conflictos”, declaró.
El sector defensa británico sostiene actualmente más de 460.000 empleos, incluyendo 24.000 aprendices del Ministerio de Defensa. Solo en el último ejercicio, este departamento gubernamental gastó 31.700 millones de libras con empresas radicadas en el país, y el 70% de esos empleos se localizan fuera de Londres y el sureste de Inglaterra.
Dos fábricas de drones
Como parte de este impulso industrial, Healey confirmó también que dos nuevas fábricas de drones entrarán en operación esta misma semana.
Una de ellas, la denominada “resilience factory” de Helsing en Plymouth y la otra, la línea de producción de STARK en Swindon.
Estas instalaciones forman parte del programa de Defence Growth Deals, respaldado con 250 millones de libras, que busca situar al país en la vanguardia tecnológica del sector.
El nuevo presupuesto anual “Invest”, dotado con 11.000 millones de libras, financiará equipamiento para las fuerzas de primera línea, mientras que la nueva UK Defence Innovation, con 400 millones solo este año, impulsará capacidades industriales y tecnológicas emergentes.
Además, el 10% del presupuesto de equipamiento de Defensa queda reservado para tecnologías novedosas.
Preparando el futuro
La selección provisional de emplazamientos —que incluye condados como Monmouthshire, Cumbria, Ayrshire, Shropshire, Derbyshire, Essex, Hampshire o Pembrokeshire, entre otros— busca asegurar que el “dividendo de defensa” se distribuya por todo el territorio nacional.
Cada planta reforzará la capacidad británica de reabastecimiento rápido, estableciendo ciclos continuos de producción e innovación, una necesidad que la guerra en Ucrania ha puesto en evidencia.
El Gobierno británico asegura que avanza “a ritmo acelerado” en la implementación de la Revisión Estratégica de Defensa para garantizar que “el Reino Unido sea seguro en casa y fuerte en el exterior”, situando la seguridad nacional como eje central de su plan de renovación para la próxima década.
Con este movimiento, Londres envía un mensaje claro: en una Europa que rearma y en un entorno global cada vez más contestado, reconstruir la base industrial de defensa es tanto un imperativo estratégico como una palanca económica nacional.