Cámara de vigilancia de un CIE en Barcelona

Cámara de vigilancia de un CIE en Barcelona David Zorrakino / Europa Press

Observatorio de la Defensa

El Gobierno niega el uso de cámaras chinas en el Centro de Inteligencia de las FAS, pero su adquisición ya se ha adjudicado

La licitación, resuelta el pasado septiembre, recoge la compra de sistemas de vigilancia de la compañía china Hikvision, vetada en varios países.

Más información: La valla de Ceuta y Melilla está vigilada también por cámaras chinas que "amenazan" a la seguridad nacional según EEUU

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La utilización de tecnología china en infraestructuras y labores críticas dentro de las Fuerzas Armadas españolas parece no suponer ningún problema para el Gobierno de Sánchez.

Además del uso de drones de DJI por parte del Ejército de Tierra, otro de los aspectos más relevantes de este asunto pasa por la instalación de cámaras de videovigilancia de compañías chinas en ubicaciones muy sensibles para la seguridad nacional.

Dentro de esta categoría, el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS) adjudicó el pasado septiembre un contrato para la instalación de sistemas de seguridad y alarma en diversas zonas de operaciones.

Tal y como informó EL ESPAÑOL, el contrato recoge el empleo de tecnología de la marca china Hikvision, una de las compañías investigadas y vetadas por Estados Unidos por motivos de seguridad nacional.

Tan sólo unos días después de la publicación del contrato en este medio, varios diputados del Partido Popular registraron una pregunta en el Congreso sobre el empleo de tecnologías provenientes del país asiático en el CIFAS, cuyo centro de operaciones se emplaza en la madrileña Base de Retamares.

La respuesta aportada ahora por el Gobierno apunta a que el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas "no tiene previsto la utilización de tecnología china en sistemas de videoseguridad y alarmas".

Unas declaraciones oficiales que contrastan con la documentación publicada en la Plataforma de Contratación del Estado. La licitación no ha sufrido ninguna modificación para descartar el empleo de tecnología china desde que se publicó el pasado mes de junio y todavía apunta a los equipos de Hikvision necesarios.

Entrada a la Base de Retamares

Entrada a la Base de Retamares Ministerio de Defensa

En el pliego de prescripciones técnicas adjunto a la licitación se alude de forma directa a varios sistemas de la compañía antes mencionada. Entre ellos está la cámara de videovigilancia modelo DS-2CD2543G2-IWS de 4 megapíxeles y la plataforma de software Hik-Central, que se emplea para la gestión centralizada de sistemas de seguridad.

Otra incongruencia que queda reflejada en la documentación publicada está relacionada con el origen de la tecnología. Uno de los requisitos es que "los dispositivos de seguridad que se adquieran deben de ser de procedencia europea o EEUU", algo que no se cumple al recurrir a la compañía china Hikvision.

El contrato se ha articulado a través de la Jefatura de Asuntos Económicos del Estado Mayor de la Defensa, organismo que depende directamente del Ministerio liderado por Margarita Robles, y ha sido adjudicado por 24.000 euros a Siadde Soluciones, compañía que ya ha trabajado en anteriores ocasiones en la Base de Retamares.

Sistemas ya desplegados

Asimismo, en el pliego de prescripciones técnicas señalan que "la alusión a marcas comerciales y referencias concretas se realiza en soporte a los materiales actuales de los que dispone la unidad y serán objeto de reposición y/o sustitución".

Por lo que las cámaras y sistemas de Hikvision ya se encontrarían en servicio en la Base de Retamares fruto de anteriores despliegues.

"Los materiales objeto del contrato se instalarán al 100% en las redes desplegadas", apuntan. Estos equipos están conectados en su integridad a los sistemas de circuito cerrado de televisión de la Base de Retamares, donde el CIFAS tiene su cuartel general.

Además de en la Base de Retamares, los sistemas de vigilancia de Hikvision se encuentran desplegados en numerosos organismos públicos de toda España.

Cámara de vigilancia en Hong Kong

Cámara de vigilancia en Hong Kong Europa Press / Chan Long Hei

Uno de los contratos más importantes fue el rubricado en 2022 por el Departamento de Seguridad de Presidencia. Con un presupuesto de 118.500 euros, se sustituyeron los equipos más antiguos instalados en la Moncloa por cámaras de la compañía china.

Otra de las compras más relevantes tuvo como objeto la instalación de cámaras de Hikvision en el vallado fronterizo de Ceuta y Melilla, una de las zonas más sensibles y críticas para la seguridad nacional de cuantas tiene España.

Según distintos pliegos analizados por EL ESPAÑOL, los sistemas de Hikvision también están presentes en edificios del Ministerio del Interior, Renfe, el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, el Ministerio de Hacienda y Correos.

La tecnología de la compañía china también está activa en otros organismos y entidades a nivel estatal, autonómico, provincial y local.

Amenaza a la seguridad

Hikvision se encuentra en la lista negra de proveedores tecnológicos de Estados Unidos desde el 2019, coincidiendo con Huawei y otras compañías chinas.

El motivo esgrimido por la Casa Blanca durante el primer mandato de Trump apuntó directamente a la seguridad nacional, concretamente a la posible filtración de datos captados y almacenados hacia los servicios de inteligencia de China.

El siguiente en mover ficha fue el Parlamento Europeo. En 2021 votó a favor de retirar las cámaras térmicas de Hikvision cuando tan sólo había pasado un año desde su instalación. En este caso, aludiendo al "abuso contra los derechos humanos".

Solo un año después, en noviembre de 2022, la Administración Biden redobló el veto y prohibió la importación de cualquier equipo de Hikvision a Estados Unidos. De nuevo, apuntando a "un riesgo inaceptable para la seguridad nacional".

Reino Unido también ha sido otro de los países que se ha alejado de la tecnología china para cubrir sus necesidades de videovigilancia. A finales de 2022, Londres dio la orden de retirada de los sistemas de Hikvision —y otras compañías— de lugares sensibles por temor a que estas empresas se vieran obligadas a compartir información con Pekín.

A pesar de los vetos internacionales de los países tradicionalmente aliados de España, el Centro Nacional de Inteligencia español (CNI), a través del Centro Criptológico Nacional, emitió en 2022 un certificado de seguridad para varios sistemas de Hikvision, cámaras de videovigilancia incluidas.

"Teniendo en cuenta las evidencias obtenidas durante la instrucción de la solicitud de certificación del producto Hikvision Network Camera Series, se propone una resolución positiva", determinó la resolución del CNI.

Distintas fuentes en los servicios de inteligencia han manifestado en varias ocasiones a EL ESPAÑOL el malestar y "profunda desconfianza" hacia esta y otras empresas tecnológicas, señaladas por sus vínculos con el Partido Comunista Chino.