Lanzamiento de un misil balístico intercontinental desarmado desde una base militar ubicada en California, EEUU Departamento de Defensa
Tras el anuncio de Trump de retomar los ensayos nucleares, EEUU prueba el misil balístico 'Minuteman III'
Rusia detuvo sus pruebas nucleares en 1990 y Estados Unidos lo hizo dos años después, en 1992.
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Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos acaban de probar el lanzamiento de un misil balístico intercontinental desarmado, el primero desde que el presidente del país, Donald Trump, anunciase su intención de retomar las pruebas con armamento nuclear.
Así, en medio de un contexto internacional marcado por la creciente militarización del discurso global, EEUU ha disparado el misil 'Minuteman III', desde la Base de la Fuerza Espacial de Vandenberg, en California, en torno a las 1.35 del miércoles (las 10.35 horas en la España peninsular y Baleares), según anunciaba el Departamento de Defensa, horas más tarde, en su cuenta de la red social X.
El misil balístico intercontinental Minuteman III es uno de los pilares de la disuasión nuclear estadounidense y destaca por su tecnología, alcance y capacidad de respuesta.
Este misil mide aproximadamente 18,3 metros de largo y 1,68 metros de diámetro, con un peso de lanzamiento de 36 toneladas y tiene un alcance máximo de hasta 14.000 kilómetros, lo que le permite impactar objetivos en casi cualquier continente desde territorio norteamericano
La cartera de Pete Hegseth ha precisado en el mismo mensaje que se trata de una "prueba operativa" de un misil capaz de transportar hasta tres ojivas y ha reiterado su defensa de una "paz a través de la fuerza" bajo la Casa Blanca y el Pentágono.
Precisamente ayer, y en respuesta a las anunciadas intenciones del inquilino de la Casa Blanca, el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenaba a los principales cargos del Gobierno que presenten propuestas sobre posibles pruebas con armas nucleares.
Además, ha recalcado que "no hay planes para desviarse de estas obligaciones", si bien ha recordado que ya dijo en 2023 que "si Estados Unidos u otros Estados parte de este tratado llevan a cabo estas pruebas, Rusia tendrá que llevar a cabo medidas apropiadas en respuesta".
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha afirmado que Moscú está esperando "aclaraciones" por parte de la Administración Trump respecto a las pruebas nucleares anunciadas recientemente y que, según el secretario de Energía estadounidense, Chris Wright, no incluirán "explosiones".
Para justificar esta medida, Trump ha citado en varias ocasiones las últimas pruebas armamentísticas de Rusia, que incluyeron el lanzamiento del misil 'Burevestnik y el supertorpedo de propulsión nuclear 'Poseidón', si bien el Kremlin recordó que las mismas no equivalen a ensayos nucleares al no portar cabezas nucleares ni contar con explosiones de este tipo.
Un informe presentado en agosto por el Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos recogió que el país podría llevar a cabo pruebas con armas nucleares en un periodo de entre 24 y 36 meses una vez que el presidente diera la orden, según ha informado la cadena de televisión estadounidense CNN.
Desde 1996, cuando China realizó su última prueba nuclear, ninguna de las grandes potencias —ni Estados Unidos, ni Rusia, ni el propio país asiático— ha llevado a cabo nuevos ensayos atómicos. Rusia detuvo sus pruebas en 1990 y Estados Unidos lo hizo dos años después, en 1992.