Imagen del X-Bat preparado para despegar de forma vertical (VTOL).

Imagen del X-Bat preparado para despegar de forma vertical (VTOL). Shield AI

Observatorio de la Defensa

Shield lanza el X-BAT, el primer avión de combate VTOL pilotado por IA del mundo y que no necesita pista

Mientras EEUU da pasos firmes hacia la autonomía aérea, Europa avanza más lentamente con el programa FCAS/NGWS, que desarrollan España, Francia y Alemania.

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Las claves

Shield AI presenta el X-BAT, el primer caza VTOL autónomo pilotado por inteligencia artificial, capaz de despegar y aterrizar verticalmente sin necesidad de pista.

El X-BAT utiliza el sistema Hivemind, que le permite planificar y ejecutar misiones sin intervención humana, incluso en entornos sin GPS o comunicaciones.

Con una autonomía de más de 3.200 kilómetros y capacidad para operar como "ala leal" junto a cazas tripulados, el X-BAT puede portar misiles AIM-120, AIM-174 y armas de precisión.

La tecnología VTOL del X-BAT facilita operaciones desde espacios reducidos y buques, abriendo nuevas posibilidades para fuerzas armadas que no disponen de grandes portaaviones.

La estadounidense Shield AI acaba de sacudir el tablero de la aviación de combate. Su nuevo proyecto, X-BAT, se presenta como el primer caza autónomo con capacidad de despegue y aterrizaje vertical (VTOL), diseñado para operar sin pistas y pilotado íntegramente por inteligencia artificial.

Más que un prototipo, el X-BAT es una declaración de intenciones: un avance que apunta al futuro del poder aéreo estadounidense y lanza un mensaje inequívoco a aliados y competidores por igual —el combate aéreo ya no será exclusivo de los cazas tripulados.

El X-BAT combina la agilidad de un dron con las prestaciones de un avión de combate. Mide 7,9 metros de largo, con una envergadura de 12,8 y una altura máxima de 1,5 metros, lo que lo convierte en una plataforma compacta pero capaz de alcanzar altitudes superiores a 15.500 metros y un alcance de más de 3.200 kilómetros.

Su arquitectura VTOL le permite despegar verticalmente, realizar una transición controlada a vuelo horizontal y operar en misiones prolongadas. Shield AI describe dos fases básicas: un ascenso vertical hasta 500 metros y una transición al vuelo de crucero, con una capacidad de carga de hasta 4 g.

El aparato está basado en el sistema autónomo Hivemind, una IA que planifica, vuela y ejecuta misiones sin intervención humana directa, incluso en entornos sin GPS o comunicaciones.

Inteligencia artificial en cabina

Hivemind ya ha demostrado sus capacidades en simulaciones de combate, enfrentándose con éxito a cazas F-16. Su propósito no es reemplazar al piloto humano, sino operar junto a él: el X-BAT se concibe como un “ala leal”, capaz de acompañar y apoyar a cazas tripulados en misiones de ataque o defensa aérea.

Washington trabaja en la misma dirección con su programa Collaborative Combat Aircraft (CCA), que prevé la integración de drones avanzados con plataformas como el futuro NGAD. En ese ecosistema, el X-BAT aparece como un candidato natural.

El diseño del X-BAT admite distintas configuraciones de carga y misión. Integra un radar multimodo, sistemas de guerra electrónica y comunicaciones resistentes a interferencias. Su armamento incluye misiles aire-aire AIM-120 y AIM-174, además de opciones de ataque de precisión como LRASM y JSOW C-1.

Puede operar desde cualquier punto del teatro de operaciones, gracias a un sistema de lanzamiento y recuperación móvil (LRV). Bastan 30×30 metros de espacio despejado o la cubierta de un buque para despegar o aterrizar.

Europa y el reto del FCAS

Mientras Estados Unidos da pasos firmes hacia la autonomía aérea, Europa avanza más lentamente con el programa FCAS/NGWS, que desarrollan España, Francia y Alemania. El proyecto europeo busca un avión de sexta generación, pero acumula retrasos y tensiones industriales.

La tecnología VTOL del X-BAT abre, además, nuevas posibilidades para países como España, cuya Armada podría beneficiarse de aeronaves capaces de operar desde el Juan Carlos I o futuros buques anfibios sin necesidad de catapultas.

DronesEl proyecto X-BAT

DronesEl proyecto X-BAT

No sería un sustituto del F-35B, pero sí un complemento que multiplicaría la capacidad de disuasión en el Mediterráneo y el Atlántico.

De aquí a 2030, el camino puede tomar tres direcciones: una adopción rápida por parte de EEUU y su exportación a aliados; una integración gradual que permita a la industria europea adaptarse; o un escenario disruptivo, donde los cazas autónomos redefinan por completo la fuerza aérea moderna.

Sea cual sea el desenlace, el mensaje es claro: el futuro del combate aéreo ya no dependerá únicamente de los pilotos, sino de sistemas autónomos, distribuidos y más asequibles, capaces de cambiar las reglas del cielo.