Helicóptero autónomo U-Hawk Lockheed Martin
Lockheed Martin convierte al Black Hawk en un helicóptero autónomo capaz de lanzar enjambres de drones
El denominado U-Hawk ha revolucionado la última edición de la feria de tecnología militar de la Asociación del Ejército de Estados Unidos.
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Durante medio siglo, el helicóptero Black Hawk ha sido un símbolo de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y de muchos otros países que han adquirido la aeronave a lo largo de las últimas décadas. Sin embargo, la empresa Lockheed Martin, su fabricante, ha presentado una nueva versión que podría redefinir el futuro del combate aéreo.
La compañía estadounidense, a través de su filial Sikorsky, ha logrado transformar un UH-60L en una aeronave completamente autónoma: el S-70UAS U-Hawk. En solo diez meses, según han detallado desde la empresa, se ha convertido al legendario helicóptero en una plataforma no tripulada capaz de transportar carga, operar sin piloto y lanzar enjambres de drones de reconocimiento o ataque.
El logro no es simplemente un avance mecánico, sino toda una revolución conceptual. El diseño original ha sido reconfigurado desde su base: la cabina de mando ha desaparecido y ha sido reemplazada por un conjunto estructural con puertas abatibles y una rampa de carga automática.
Este rediseño no solo incrementa en un 25% el espacio interno, sino que redefine la utilidad del vehículo. "Sikorsky está innovando con una solución del siglo XXI al convertir los UH-60L Black Hawk en una plataforma utilitaria totalmente autónoma", ha destacado Rich Benton, vicepresidente y director general de la empresa.
El nuevo helicóptero, presentado en la exposición de la Asociación del Ejército de Estados Unidos, que ha tenido lugar esta semana en Washingtom, encarna la visión de una armada aérea más ágil y segura.
Benton ha detallado que este prototipo ha sido desarrollado "desde el concepto hasta la realidad en menos de un año, y las modificaciones realizadas para transformar este Black Hawk tripulado en un UAS de carga útil multimisión pueden replicarse a escala de forma rápida y asequible".
Esa rapidez de ejecución ha sido posible gracias al trabajo del grupo de prototipado rápido Sikorsky Innovations, responsable también del rediseño de la estructura y del desarrollo del software de autonomía MATRIX, el corazón del U-Hawk.
Helicóptero autónomo U-Hawk
Tal como han explicado desde Lockheed Martin, el sistema de vuelo fly-by-wire de tercera generación, combinado con la inteligencia de MATRIX, permite que el helicóptero despegue, vuele y aterrice por sí mismo, mientras analiza en tiempo real su entorno mediante cámaras y sensores.
En el nuevo paradigma operativo, ya no es un piloto quien controla la aeronave, sino un operador remoto mediante una tableta. Desde esa interfaz, el operador puede arrancar motores, abrir rampas, configurar el vuelo y ejecutar la misión sin necesidad de subir a bordo. Al cargar los objetivos de la operación, MATRIX genera automáticamente un plan de vuelo y guía al helicóptero "de forma segura hasta su destino".
Un sistema escalable
Dentro del diseño del U-Hawk, cada cambio responde a una misión concreta. La ausencia de cabina y de los componentes tradicionales del control humano libera espacio para acomodar misiles, equipos tácticos o incluso vehículos terrestres no tripulados.
La rampa automatizada permite cargar rápidamente suministros o desplegar plataformas robóticas directamente en el terreno. "El U-Hawk continúa el legado del Black Hawk como el avión utilitario más importante del mundo y abre la puerta a nuevas capacidades como UAS", ha señalado Benton.
Helicóptero Black Hawk
El plan de Lockheed Martin no se detiene en un solo prototipo. Igor Cherepinsky, director de Sikorsky Innovations, ha explicado que el U-Hawk ha sido concebido como una evolución escalable: "El U-Hawk ofrece un UAS utilitario rentable al aprovechar la similitud con la flota UH-60 existente y su naturaleza no tripulada reduce tanto los costes operativos como los de mantenimiento".
"Nos hemos centrado en la eficiencia de la modernización mediante el diseño y la fabricación de ordenadores de gestión del vehículo, componentes de accionamiento y modificaciones del fuselaje. Incorporaremos esa eficiencia en futuras modificaciones y en la fabricación de nuestra familia de productos UAS", ha añadido Cherepinsky.
El helicóptero conserva la capacidad de levantar cargas externas de hasta 4.000 kilogramos, lo que le permite desempeñar misiones logísticas complejas o reabastecer fuerzas desplegadas sin depender de infraestructura terrestre. A esto se suma una autonomía sin precedentes: el U-Hawk puede mantenerse en vuelo hasta por 14 horas sin repostar y alcanzar rangos operativos superiores a 2.900 kilómetros.
Con esta nueva versión del helicóptero, Lockheed Martin no solo busca reducir costes, sino también eliminar el riesgo asociado a las operaciones en entornos hostiles. En palabras de Benton, la transición del Black Hawk al U-Hawk introduce "una solución replicable y asequible" que responde "a las necesidades de una era donde la autonomía y la seguridad son tan importantes como la potencia y la precisión".
El primer vuelo del U-Hawk está programado para 2026, aunque sus creadores anticipan que el camino hacia la producción en serie podría acelerarse dada la compatibilidad con la infraestructura existente.