Sistema de misiles Typhon durante una demostración en la Base Aérea del Cuerpo de Marines de EE. UU. en Iwakuni, como parte del ejercicio anual Resolute Dragon junto a las Fuerzas de Autodefensa de Japón

Sistema de misiles Typhon durante una demostración en la Base Aérea del Cuerpo de Marines de EE. UU. en Iwakuni, como parte del ejercicio anual Resolute Dragon junto a las Fuerzas de Autodefensa de Japón Tim Kelly Reuters

Observatorio de la Defensa

EEUU exhibe en Japón su sistema de misiles Typhon: capaz de alcanzar China y Rusia desde el archipiélago nipón

El lanzador terrestre está diseñado para disparar misiles Standard-6 y misiles de crucero Tomahawk —con alcances de más de 240 y 2.500 kilómetros.

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Estados Unidos presentó este lunes en Japón, por primera vez, su sistema de misiles de medio alcance Typhon, en un gesto que refleja la creciente disposición de Washington y Tokio a desplegar armas que Pekín ha condenado como desestabilizadoras.

El lanzador terrestre, exhibido en Base Aérea del Cuerpo de Marines de Estados Unidos en Iwakuni, está diseñado para disparar misiles Standard-6 y misiles de crucero Tomahawk —con alcances de más de 240 y 2.500 kilómetros, respectivamente—, se incorporará al ejercicio anual Resolute Dragon. Su gran potencia de fuego permitiría, desde Japón, alcanzar objetivos en la costa este de China e incluso en ciertas regiones de Rusia.

El ejercicio, convertido en un pilar fundamental de la cooperación militar entre Estados Unidos y Japón, refuerza no solo el compromiso con la defensa mutua, sino también con la preservación de la paz y la estabilidad en el Indo-Pacífico, una de las regiones más sensibles en el plano geopolítico mundial.

Asimismo, refleja la determinación de ambas naciones de responder de manera coordinada ante escenarios de riesgo, mostrando capacidad de disuasión frente a potencias que cuestionan el orden regional.

En el simulacro, de dos semanas de duración, participan unos 20.000 efectivos japoneses y estadounidenses, desplegados tanto en tierra como en mar y aire. Además de las maniobras de tropas, incluye la participación de buques de guerra y baterías de misiles, lo que lo convierte en un ejercicio de amplio alcance y complejidad táctica.

La presentación del Typhon en el oeste de Japón marca un hecho significativo dentro de la estrategia de disuasión regional de Estados Unidos. Se produce tras su despliegue en Filipinas en abril de 2024, una decisión que desencadenó duras críticas por parte de China y Rusia.

Entonces, Pekín calificó el movimiento de provocador y desestabilizador, mientras que Moscú lo interpretó como un paso más hacia la intensificación de una carrera armamentista en Asia. Ambos países advirtieron que tales maniobras aumentan el riesgo de escalada militar en la región.

Despliegue del Typhon

El debate en torno al despliegue del Typhon se intensifica porque no se trata de un caso aislado. Estados Unidos también realizó este mismo año ejercicios de fuego real en Australia, demostrando su voluntad de reforzar la red de alianzas en el Pacífico.

Sin embargo, analistas militares advierten que la situación en Japón es diferente: su cercanía geográfica a China convierte la presencia del sistema en un gesto de mayor sensibilidad estratégica.

El Typhon también puede disparar misiles SM-6 diseñados para atacar barcos o aeronaves a distancias superiores a 200 km. Washington busca concentrar este tipo de armas antibuque en toda Asia mientras trata de contrarrestar el creciente arsenal de misiles de China.

A diferencia de los proyectos de misiles de próxima generación, el Typhon se basa en armas existentes que son fáciles de producir en masa.

Japón se encuentra inmerso en un proceso de transformación histórica en materia de defensa. El gobierno ha decidido aumentar de manera significativa su gasto militar, en un 7,2%, en línea con su estrategia para reforzar sus capacidades frente al cambiante entorno de seguridad en Asia-Pacífico.

Entre las medidas adoptadas destaca la compra de misiles de crucero Tomahawk para equipar a sus buques de guerra, lo que le permitirá contar con una capacidad de ataque de mayor alcance y precisión.

Paralelamente, Tokio está desarrollando sus propios misiles de alcance intermedio, con el objetivo de reducir su dependencia tecnológica de Estados Unidos y dotarse de un arsenal más autónomo.

Esta serie de adquisiciones y proyectos de desarrollo constituye la mayor expansión militar japonesa desde el final de la Segunda Guerra Mundial, marcando un giro de gran envergadura en su política de seguridad tradicionalmente defensiva.

El fortalecimiento militar en la región no se limita únicamente a Japón. Taiwán, ante la creciente presión de China y en un intento de reforzar su capacidad disuasoria, se ha propuesto incrementar en 2026 su presupuesto de defensa en un 20%, lo que equivale a superar el 3% de su Producto Interno Bruto.

Este aumento supone un esfuerzo sin precedentes para la isla, que busca modernizar sus fuerzas armadas, adquirir nuevas capacidades tecnológicas y garantizar su preparación frente a potenciales amenazas.