Botadura de la fragata F-111 Bonifaz
La botadura de la fragata F-111 Bonifaz da el pistoletazo de salida a la modernización de la flota de combate de la Armada
Se trata de la primera de un total de cinco nuevos navíos multipropósito desarrollados por Navantia para la fuerza naval española.
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La Armada ha dado inicio a su ambicioso plan de modernización de su flota de combate. Con la botadura este jueves de la primera de las cinco fragatas de la clase F-110, en cuya construcción está inmersa Navantia, España ha puesto en marcha un proceso con el que espera convertirse en uno de los países con una de las fuerzas navales más poderosas del planeta.
Los nuevos navíos, tal como ha señalado el jefe de la Armada, almirante general Antonio Piñeiro Sánchez, están "llamados a ser la punta de lanza" de la institución que lidera de cara a las próximas décadas.
El programa F-110 representa uno de los proyectos navales más ambiciosos impulsados en España en los últimos años y simboliza un verdadero salto cualitativo tanto en el plano operativo como en el tecnológico e industrial.
Estos nuevos buques reemplazarán a las seis fragatas de la serie F-80, que tras más de tres décadas de servicio se aproximan ya al final de su vida operativa. Cada nueva unidad recibirá el nombre de un marino ilustre de la historia naval de España: Ramón de Bonifaz (F-111), Roger de Lauria (F-112), Pedro Menéndez de Avilés (F-113), Luis de Córdova (F-114) y Antonio Barceló (F-115).
Las F-110 se conciben como buques de escolta polivalentes, con gran capacidad de combate antisubmarino, antisuperficie y antiaéreo, plenamente interoperables con otras fuerzas navales.
Se trata de naves concebidas con la versatilidad necesaria no solo para operar en escenarios de alta intensidad, sino también para cumplir tareas vinculadas a la seguridad marítima o al apoyo a autoridades civiles en situaciones diversas.
Cada embarcación presenta 145 metros de eslora, una manga de 18,6 metros y un desplazamiento a plena carga de unas 6.200 toneladas. La dotación será de 150 personas con capacidad para alojar a 37 adicionales, una velocidad máxima superior a 26 nudos, una velocidad de crucero que supera los 17 nudos y una autonomía de más de 4.100 millas náuticas a 15 nudos.
Innovaciones tecnológicas
El diseño de las fragatas ha incorporado soluciones y tecnologías innovadoras que las sitúan a la vanguardia mundial de su clase. Destaca en este sentido el concepto de Gemelo Digital, una réplica virtual del buque que se alimenta en tiempo real de la información registrada por sensores distribuidos por todas las plataformas de la nave y que permite optimizar mantenimiento, consumos y eficiencia operativa.
A ello se suma el Sistema de Servicios Integrados, una infraestructura con más de 2.000 nodos inteligentes que actúan como un auténtico sistema nervioso de la fragata y proporcionan capacidades de iluminación, conectividad inalámbrica, sensores ambientales, videovigilancia, megafonía y localización del personal a bordo.
La planta propulsora híbrida CODELAG, compuesta por dos motores eléctricos de 3,4 MW cada uno, una turbina de gas de 22 MW, un empujador retráctil azimutal de proa y cuatro generadores diésel encapsulados de 3 MW cada uno, destaca por su versatilidad, capacidad de crecimiento futuro y respeto medioambiental.
La integración de estas plantas en el Gemelo Digital permite reconfigurar y optimizar su eficiencia en tiempo real. Por su parte, el Sistema Integrado de Control de Plataforma asegura el control centralizado de la propulsión, la generación eléctrica y los sistemas de seguridad del buque con un altísimo nivel de redundancia y supervivencia.
Botadura de la fragata F-110 Bonifaz de la Armada
Los buques cuentan también con uno de los elementos más avanzados de su diseño: el Espacio Multimisón, un área de más de 170 metros cuadrados con acceso por popa y costado.
El mismo puede acoger un segundo helicóptero, vehículos no tripulados, embarcaciones RHIB, contenedores de diverso tipo y módulos de misión específicos, dotando al buque de una flexibilidad operativa sin precedentes en la Armada española.
Sistema de combate
En materia de armamento, cada unidad dispone de un lanzador vertical de misiles MK-41 con 16 celdas, un cañón de 127 milímetros con capacidad para utilizar munición de alcance extendido, dos lanzadores cuádruples de misiles NSM, dos tubos dobles lanzatorpedos, dos cañones automáticos de 30 mm, cuatro ametralladoras pesadas de 12,7 mm y un sistema Nixie de contramedidas.
El sistema de combate, gobernado por el Scomba de Navantia, totalmente integrado con el Aegis de Lockheed Martin, articula las capacidades antiaéreas, antisubmarinas y antisuperficie. Esta plataforma analiza los datos procedentes de múltiples sensores, los integra y los presenta en una interfaz común, optimizando la toma de decisiones en escenarios de alta exigencia.
Botadura de la fragata F-111 Bonifaz
Dentro de los sistemas de detección y de guerra destacan el radar SPY-7 de Lockheed Martin, capaz de ofrecer una cobertura de detección y seguimiento excepcional; la suite de sonares integrada por el sonar remolcado Captas-4 y el sonar de casco BlueMaster UMS 4110 de Thales; y el radar multifunción en banda X junto con la suite de Guerra Electrónica desarrollada por Indra.
Finalmente, el programa de seguridad y protección se fortalece con el enfoque System Safety Approach, que integra de manera transversal las innovaciones del Gemelo Digital, el Sistema de Servicios Integrados y las medidas de ciberseguridad.
Con ello se garantiza una operación segura, se anticipan riesgos para la dotación, se maximizan los estándares de protección medioambiental y se asegura la supervivencia del buque en situaciones críticas.