Buque de desembarco anfibio LST-100
EEUU acelera la construcción de 35 buques de desembarco ante un posible conflicto con China en el océano Pacífico
Washington se ha fijado en los diseños de las empresas Bollinger y Damen para su nueva flota, cuya primera embarcación comenzará a construirse este año.
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Estados Unidos ha pisado el acelerador para contar con una nueva flota de buques de desembarco anfibio de tamaño medio (LSM). De esta manera, la US Navy invertirá algo más de 268 millones de dólares (230 millones de euros) en el desarrollo de la primera embarcación del programa. Su desarrollo comenzará este mismo año, con una entrega prevista para 2029.
El proyecto prevé la construcción de entre 18 y 35 navíos que conformarán la denominada clase McClung. Todos ellos serán empleados por el 3º Regimiento del Cuerpo de Marines, con base en Hawái. La futura flota homenajea a la mayor Megan McClung, la primera mujer graduada de la Academia Naval en morir en combate, en 2006, durante la guerra de Irak.
Estos buques serán clave para la implementación del nuevo concepto operativo de los Marines denominado Operaciones de Base Expedicionarias Avanzadas (EABO, por sus siglas en inglés), que se confeccionó en consideración de "posibles escenarios de conflicto con China en el Pacífico Occidental", tal como señala un informe del Capitolio al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.
Bajo el concepto EABO, el Pentágono prevé tener unidades del Cuerpo de Marines del tamaño de un pelotón reforzado, moviéndose de isla en isla, para disparar misiles de crucero antibuque y realizar otras misiones -como reabastecimiento, inteligencia y reconocimiento- con el objetivo de contrarrestar y negar el control del mar a las fuerzas chinas en una hipotética guerra.
El éxito de este despliegue, han señalado desde el Cuerpo de Marines, dependerá en gran medida de plataformas de superficie como el LSM, que se posiciona como el principal buque de maniobra litoral de la fuerza dado que "permite transportar personal, equipos y brindar sostenimiento en un área ampliamente distribuida".
Los futuros LSM de la clase McClung complementarán la actual flota estadounidense de buques anfibios de mayores dimensiones LHA y LHD, que tienen el aspecto de un portaviones mediano, como lo es el 'Juan Carlos I' de la Armada; y de LPD y LSD, como lo son los navíos españoles 'Galicia' y 'Castilla'.
En este sentido, los LSM serán mucho más pequeños y menos costosos de adquirir y operar que los modelos arriba mencionados. Según lo presupuestado por la US Navy, la segunda embarcación, que se prevé construir en 2026 tendrá un coste 200 millones de dólares (172 millones de euros), mientras que a partir de la séptima unidad requerirá una inversión de 156 millones (134 millones).
LST-100 de diseño neerlandés
A modo de comparación, el último LHA adquirido por la fuerza naval estadounidense ha costado aproximadamente 3.800 millones de dólares (3.263 millones de euros), y los LPD-17 Flight II tienen un precio unitario cercano a los 2.000 millones (1.717 millones).
El cronograma que maneja el Departamento de Defensa establece, además del inicio del primer LSM este año, que los trabajos del segundo buque comiencen en 2026, el tercero y cuarto en 2027, el quinto y sexto en 2028, el séptimo y octavo en 2029, y al menos diez más en años fiscales posteriores.
Interés en los modelos de dos astilleros
Washington pretende que la futura flota se componga de buques relativamente sencillos y económicos. Entre las características, los navíos deben presentar una eslora de hasta 122 metros, un calado de 3,65 metros y unos 2.400 m² de espacio de carga en cubierta, suficiente para albergar hasta cuatro ballenas azules, según detalla el documento oficial.
Además, cada barco contará con una tripulación de 70 personas y podrá transportar a 50 marines y 648 toneladas de carga, al tiempo que alcanza una velocidad de tránsito de 14 nudos y una autonomía de crucero de 3.500 millas náuticas. Tendrá también capacidad de varada con rampa de entrada y salida para playas y una plataforma de aterrizaje para helicópteros.
En cuanto a su armamento, los buques dispondrán de dos cañones de 30 milímetros y seis cañones de calibre .50. Asimismo, se calcula que la vida útil de los futuros LSM ronde los 20 años.
Si bien la US Navy había pensado en un primer momento diseñar un LSM completamente nuevo, esta idea se descartó a finales del año pasado dada la elevada inversión requerida para desarrollar un buque desde cero. Finalmente, se ha optado por adquirir una plataforma actualmente disponible en el mercado.
Buque LST-100
De esta manera, tras recibir propuestas de 14 constructores navales de todo el mundo, el Pentágono se ha fijado en dos modelos: el ILSV del astillero estadounidense Bollinger y el LST-100 de la compañía neerlandesa Damen. Días atrás, el Gobierno estadounidense cerró el acuerdo de licencia con ambas empresas.
Dado que Bollinger ha construido previamente dos ILSV para Israel en territorio estadounidense, el astillero ha sido seleccionado para desarrollar el buque que dará nombre a la nueva clase de LSM.
"La disponibilidad actual del diseño del ILSV para su uso en astilleros estadounidenses ofrece ventajas de ahorro de tiempo y costos, lo que facilita una construcción rápida de los buques iniciales para satisfacer la urgente necesidad del Cuerpo de Marines de contar con buques de desembarco", han argumentado desde el Comando de Sistemas Navales Marítimos (Navsea).
No obstante, el diseño de Damen ha gustado mucho a la US Navy, ya que es el que responde mejor a los requisitos técnicos originales del proyecto, en específico los referidos a la capacidad de tropas embarcadas, de cargadores y municiones, protección de la fuerza, interoperabilidad y adaptabilidad a necesidades futuras.
Además, desde la fuerza naval estadounidense han puesto en valor que varios de sus aliados en el Pacífico Occidental, como es el caso de Australia, hayan escogido el modelo de Damen como su buque de desembarco anfibio. "Esto proporcionará a la US Navy instalaciones de reparación avanzadas y apoyo logístico en la región", han subrayado desde la Navsea.