Ceremonia de izado de la bandera del Knyaz Pozharsky
Rusia pone en servicio un nuevo submarino nuclear clase Borei-A y Putin avisa: "Construiremos seis más hasta el año 2030"
Rusia cuenta desde hace unos días con el submarino Knyaz Pozharsky, el más reciente de la clase Borei capaz de lanzar misiles intercontinentales.
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Lejos de ir desmantelándose por el natural desgaste de la guerra y las sanciones, la industria de la defensa de Rusia continúa trabajando a pleno rendimiento para satisfacer las necesidades de sus Fuerzas Armadas.
El perfecto ejemplo de ello son los submarinos, que no paran de salir de los astilleros, con especial relevancia en aquellos con propulsión y armamento nuclear. El último protagonista es el Knyaz Pozharsky, perteneciente a la clase Borei-A, que ha tenido hace unos días su ceremonia de izado de bandera, el equivalente a la entrega.
El presidente Putin encabezó la ceremonia, realizada en los astilleros de Sevmash (Severodvinsk), junto a varias personalidades gubernamentales y de la rama naval de las Fuerzas Armadas del país.
"En un futuro muy próximo, este nuevo submarino portador de misiles asumirá el deber de salvaguardar nuestras fronteras marítimas y fortalecer la seguridad de la Patria", aseguró Putin en el acto institucional. "Este ya es el quinto portador de misiles de la clase Borei-A entregado a la Armada en los últimos seis años".
Putin también definió a los submarinos como "el núcleo de las fuerzas nucleares estratégicas navales". Recalcando su "amplio potencial de modernización" que "garantizará la seguridad de nuestro estado durante las próximas décadas".
Ceremonia de izado de bandera del submarino Knyaz Pozharsky
"El Knyaz Pozharsky está equipado con los sistemas radioelectrónicos y armas de ataque más avanzados, como misiles balísticos Bulava, modernos torpedos y sistemas de contramedidas de sónares", apuntó el presidente ruso.
Knyaz Pozharsky
Una de las características más importantes de toda la clase Borei es que en su construcción se utilizan únicamente materiales de origen ruso.
Además, las 3 primeras unidades de esta clase aprovecharon algunos submarinos nucleares inacabados, fruto de proyectos descontinuados por motivos fundamentalmente económicos.
Esta familia de submarinos nucleares tiene una eslora de 170 metros por una manga de 13,5 metros, lo que conlleva un desplazamiento en superficie de 14.720 toneladas y 24.000 toneladas cuando está sumergido.
El submarino nuclear ruso Alejandro III, de la clase Borei-A, en el puerto de Severodvinsk Omicrono
Como sistema de propulsión recurre a un reactor nuclear que alimenta a una turbina de vapor y genera 50.000 caballos de potencia a través de una bomba de chorro. Consigue una velocidad máxima sumergida de 54 km/h, mientras que en superficie esta cifra se queda en 28 km/h.
La generación mediante un reactor nuclear le permite una autonomía prácticamente ilimitada, tan solo supeditada por los víveres a bordo del submarino cuya dotación alcanza las 130 personas.
Entre su potente arsenal destaca el Bulava, un misil intercontinental que se ha puesto a prueba en diferentes escenarios y ocasiones en los últimos años. Según medios rusos, todos los lanzamientos han sido exitosos.
El Bulava comenzó a prepararse en los años 90 dentro del Instituto de Tecnología Térmica de Moscú con el fin de representar uno de los pilares fundamentales de la proyección nuclear internacional rusa.
La capacidad de lanzamiento desde el entorno submarino le proporciona una cobertura mundial, según los medios rusos, gracias a que las posiciones de los sumergibles son secretas y pueden estar ubicados en cualquier punto del globo.
La primera prueba de vuelo propulsado —que se sepa oficialmente— se llevó a cabo en septiembre de 2005, mientras que el primer lanzamiento submarino hizo lo propio en diciembre de ese mismo año.
Ensayo del misil Bulava Omicrono
Por su parte, el inicio de la producción se produjo entre el 2007 y 2008, según recoge el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, comenzando a continuación su proceso de integración a bordo de los submarinos Borei-A.
El último Borei-A, antes del Knyaz Pozharsky, fue el Emperador Alejandro III. Este último submarino tuvo su ceremonia de izado de bandera, que equivale a la entrega a la Armada, en diciembre de 2023.
Dmitry Donskoy es el siguiente buque de la clase en el cronograma. Tiene previsto ponerse a flote en algún momento de este 2025 y entregarse a la Armada rusa el año próximo.
Más submarinos
Durante la misma ceremonia de recibimiento del Knyaz Pozharsky, Putin también indicó que, actualmente, hay más de 70 buques en diversas etapas de construcción en astilleros rusos. Y, en el astillero de Sevmash, está previsto construir 6 nuevos submarinos nucleares para el 2030.
Submarino Kazan de la clase Yasen-M
"Este trabajo rítmico y constante fortalecerá la estabilidad económica de las empresas de construcción naval y de sus socios industriales", aseguró el presidente ruso. "Pero, lo más importante, ayudará a atraer personal altamente cualificado y a seguir desarrollando alta tecnología".
Putin también apuntó a la intención de Rusia de "crear una Armada moderna y poderosa, capaz de garantizar la seguridad de Rusia" y, al mismo tiempo, defender los intereses del país en todas las áreas oceánicas del mundo.
Además de la clase Borei, otra de las familias de submarinos es la Yasen-M. El presidente ruso destacó la importancia de "seguir con la producción en serie" de esa familia de buques, así como continuar con la clase Lada.