Render del F-47
Por qué Elon Musk califica de "inútil" al F-47, la gran apuesta de Trump para los cazas de sexta generación de EEUU
Musk, que hasta hace poco más de dos meses trabajaba para Trump, ve absurda la adquisición de cazas tripulados en lugar de impulsar los drones.
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Que la relación entre Musk y Trump no ha terminado de la mejor manera no es ningún secreto. Tampoco que el multimillonario dueño de Tesla y SpaceX lleva ya muchos meses criticando cualquier programa armamentístico de EEUU en el que estén involucrados cazas tripulados.
Tras echar por tierra el F-35 de Lockheed Martin a finales del pasado año, ahora es el turno del F-47, el caza de sexta generación de la era Trump que el propio presidente estadounidense se encargó de presentar al mundo en marzo.
"Gastar más de un billón de dólares en un nuevo e inútil avión de combate tripulado en lugar de en un programa de aviones no tripulados está socavando gravemente nuestra seguridad nacional", ha publicado en su cuenta de X, la red social de la que también es propietario.
La cruzada del sudafricano contra este tipo de plataformas tripuladas no sentó nada bien a Lockheed Martin cuando mencionó, directamente, al F-35 en una de sus publicaciones. En aquella ocasión, calificando de "idiotas" a quienes seguían "construyendo aviones de combate tripulados".
A la crisis desatada por el escepticismo de Musk en noviembre, cuando ya se sabía que iba a pertenecer al núcleo duro de la administración entrante, se unió la liderada por algunos países que esperaban cerrar adquisiciones con el propio F-35. En particular, cuando se hizo público que EEUU podía dejar los cazas inutilizados a distancia, simplemente denegando algunas conexiones con servidores.
El presidente Trump durante la presentación del F-47 en el despacho oval
Y de Lockheed Martin a Boeing. Esta última es la compañía encargada del diseño, desarrollo y fabricación del F-47 que supondrá la espina dorsal de la capacidad aérea de combate de Estados Unidos en los próximos años.
La pugna de Musk contra estas dos compañías no aparece únicamente en el plano militar. Boeing y Lockheed Martin son también importantes contratistas de la NASA en varios programas clave como el cohete SLS, la nave espacial Orion o la estación lunar Gateway.
El propio Musk, como parte de su anterior trabajo en la Administración Trump en la rama de eficiencia financiera es, en parte, responsable de los recortes que estas compañías han experimentado como consecuencia de la reducción del presupuesto de la NASA.
F-47, el avión Trump
Denominado igual que el número de presidente que ostenta Trump en la historia de Estados Unidos, el F-47 es la apuesta del Pentágono para un rearme en un potencial teatro de operaciones en el océano Pacífico.
"A pesar de lo que afirman nuestros adversarios, el F-47 es realmente el primer caza tripulado de sexta generación del mundo, construido para dominar al adversario más capaz y operar en los entornos de amenaza más peligrosos imaginables", aseguran desde la Fuerza Aérea.
También explican que, durante los últimos 5 años, los aviones experimentales (denominados X dentro de la industria en EEUU) "han estado sentando las bases discretamente para el F-47".
Render del F-47
Esta parte del comunicado publicado por la Fuerza Aérea estadounidense es una de las más interesantes de todo el texto, ya que reconocen que varios prototipos llevan "cientos de horas de vuelo" registradas.
La experiencia en vuelo les ha servido para validar conceptos e ir afinando las plataformas. "Estos aviones experimentales han demostrado las innovaciones necesarias para madurar las capacidades del F-47, garantizando que cuando nos comprometimos a construir este caza, sabíamos que estábamos haciendo la inversión correcta para Estados Unidos".
"Mientras nuestros aviones X volaban en la sombra, consolidábamos nuestro dominio aéreo", apuntan desde la Fuerza Aérea. "Acelerábamos la tecnología, refinábamos nuestros conceptos operativos y demostramos que podíamos desplegar esta capacidad más rápido que nunca".
Todos estos párrafos se condensan en la siguiente frase, igualmente extraída del comunicado oficial de la USAF: "Por ello, el F-47 volará durante la administración del presidente Trump".
Tal y como recoge TWZ, se espera que sólo el contrato de Desarrollo de Ingeniería y Fabricación para el NGAD tenga un valor aproximado de 20.000 millones de dólares (18.400 millones de euros). Aunque, a lo largo de la vida completa del programa, la compañía podría recibir cientos de miles de millones de euros en pedidos.
El coste unitario por cada caza, una vez que la línea de producción esté en pleno rendimiento, se ha estimado en unos 280 millones de euros. "En comparación con el F-22, el F-47 costará menos y será más adaptable a las amenazas futuras", ha recalcado David Allvin, jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea de EEUU.
Rápido e invisible
Las especificaciones son todavía un secreto, aunque ya se van conociendo algunos detalles. Por ejemplo, ya han confirmado que el F-47 tendrá una autonomía mayor, una capacidad furtiva mejorada, será más sostenible y tendrá una mayor capacidad de mantenimiento que se traducirá en un incremento notable de la disponibilidad.
"Esta plataforma está diseñada con una mentalidad de construcción adaptable y su despliegue requerirá considerablemente menos personal e infraestructura", aseguran.
Dominate the Skies
— U.S. Air Force (@usairforce) March 21, 2025
Get your first look at what will be the most advanced, lethal, & adaptable fighter ever developed... the U.S. Air Force's F-47. pic.twitter.com/ca1CeBABb5
Además, según las palabras de Trump, se espera que la aeronave pueda superar 2 veces la velocidad del sonido (unos 2.500 km/h) mientras prescinde de estabilizadores verticales en la cola del fuselaje, característica común con otras plataformas furtivas.
El incremento en el alcance operativo, junto a una mayor velocidad máxima y el incremento de la capacidad furtiva, responde a las necesidades de Estados Unidos para emplear el caza en el teatro de operaciones del océano Pacífico.
Con el incremento armamentístico de China y su perpetua amenaza sobre Taiwán, desde el Pentágono priorizan este tipo de características que permiten ejecutar operaciones de largo radio y, al mismo tiempo, acercarse más al potencial enemigo.
El objetivo del F-47 es garantizar la "seguridad de los cielos estadounidenses y que nuestra disuasión se mantenga inquebrantable". Con este caza, aseguran que fortalecerán la posición global del país norteamericano, "manteniendo a nuestros enemigos a raya".
"Y, cuando miren hacia arriba, sólo verán la derrota segura que aguarda a quienes se atrevan a desafiarnos". El comunicado de la USAF finaliza con la siguiente frase: "'Poder aéreo en cualquier momento y lugar' no es sólo una aspiración, es una promesa".