Nuevo giro en la semana decisiva del brexit. El presidente del Parlamento británico, John Bercow, ha aceptado una enmienda de última hora para que los parlamentarios voten por primera vez la posibilidad de celebrar un segundo referéndum sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea. 

Se trata de una enmienda presentada por Sarah Wollaston, que recientemente dejó las filas del partido Conservador y está integrada en los independientes de la cámara, el equivalente de la Cámara. 

La proposición ha sido rechaza rotundamente por 334 votos en contra y 85 a favor. 

Además de esta enmienda, el Ejecutivo de Theresa May solicitará a la Unión Europea  una extensión de tres meses si, para el 20 de marzo, el Parlamento ha respaldado su acuerdo.

Si, por tercera vez, los diputados rechazan ese documento, entonces el Gobierno solicitará un aplazamiento mayor, que el bloque comunitario debe respaldar por unanimidad, y que obligará al Reino Unido a tener que participar en las elecciones europeas de mayo.

Las cuatro enmiendas que seleccionó hoy Bercow buscan modificar los términos de esa moción en diferentes sentidos.

El parlamentario laborista Hilary Benn propuso, por su parte, una cláusula que establece que el miércoles 20 de marzo debe reservarse para que tenga lugar un debate que inicie el proceso de permitir a los diputados votar sobre las diferentes alternativas del brexit.

El Partido Laborista respalda de forma oficial otra iniciativa que dice que el Artículo 50 debe extenderse para dar tiempo a los diputados a encontrar una mayoría para encarar el brexit.

En cuarto lugar, Bercow seleccionó la enmienda presentada por el también laborista Chris Bryant, que insta a que May no pueda volver a presentar su pacto en la Cámara de los Comunes.

Está previsto que las votaciones comiencen a partir de las 19.00 GMT, al término del debate que se está celebrando en Westminster sobre esa extensión del "brexit", que se perfila como la única opción después de que el Parlamento rechazara ayer y anteayer el acuerdo y salir de la UE a las bravas.