
La nutricionista Sandra Moñino.
Ni kéfir ni yogur natural: este es el mejor probiótico para la salud digestiva según la nutricionista Sandra Moñino
Es uno de los alimentos más infravalorados, sin embargo, son fáciles de tener en casa y con unos beneficios increíbles.
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Los pepinillos son algo que asociamos tanto a la hora del aperitivo que resulta impensable que estén cargados de beneficios para nuestro organismo, llegando incluso a cargarnos de energía y hasta mejorar nuestro estado de ánimo.
Y no es que lo digamos nosotros. La reconocida nutricionista Sandra Moñino, una de las voces más influyentes en el mundo de la alimentación saludable, habla de los encurtidos como "uno de los mejores alimentos que hay porque actúa como un probiótico natural".
Si aún no los has incluido en tu dieta diaria, es momento de hacerlo. En un mundo repleto de suplementos y productos milagro, hay algo profundamente reconfortante en saber que una tradición gastronómica tan nuestra como los encurtidos.
¿Por qué los encurtidos son un 'superalimento'?
Aceitunas, pepinillos, alcaparras, piparras, altramuces... pueden tener efectos tan potentes en nuestro bienestar general. Están deliciosos, son fáciles de encontrar y, si eliges bien, increíblemente saludables.
La clave está en la fermentación. Muchos encurtidos se elaboran a través de este proceso milenario que no solo conserva los alimentos, sino que genera bacterias beneficiosas para nuestro organismo.
Hablamos de los famosos probióticos, aliados naturales de nuestra microbiota intestinal. La microbiota es ese universo microscópico de bacterias buenas que habitan en nuestros intestinos.
Según Moñino, cuidar de ella es fundamental, porque influye en aspectos tan importantes como la digestión, la absorción de nutrientes, la inflamación, la energía e incluso el estado de ánimo. Porque tu bienestar emocional también depende, en parte, de lo que pasa en tu intestino.
Encurtidos: tu gran aliado
Tomar encurtidos puede parecer un detalle sin importancia, pero tiene un impacto real. Su efecto probiótico contribuye a un mejor equilibrio intestinal, lo que se traduce en una digestión más fluida, menos hinchazón y un sistema inmunológico más fuerte.
Además, son bajos en calorías y ofrecen una potente sensación de saciedad. ¿Te cuesta controlar el hambre entre horas? Un par de aceitunas o unos pepinillos pueden ser tu mejor estrategia.
No solo estamos hablando de bacterias buenas. Los encurtidos también aportan vitaminas, minerales y antioxidantes.
Las aceitunas, por ejemplo, son ricas en hierro y grasas saludables; los pepinillos destacan por su bajo aporte calórico y sus antioxidantes; y el ajo encurtido es una joya antibacteriana gracias a su contenido en alicina.
¿Todos los encurtidos son saludables?
Sandra Moñino ,advierte: "Ojo, ojo, ojo con el glutamato monosódico", dice entre risas, pero muy en serio. Este aditivo, presente en muchos productos industriales, puede alterar los efectos beneficiosos de los encurtidos y generar inflamación.
Lo mismo ocurre con el exceso de sal y vinagre, o con aquellos botes que incluyen conservantes y potenciadores del sabor poco recomendables.
La experta en nutrición asegura que son mejor los encurtidos caseros o versiones naturales sin aditivos. Y si los compras en el supermercado, revisa siempre el etiquetado.
Cuanto más simple sea la lista de ingredientes, mejor. Un buen encurtido solo necesita agua, sal, vinagre natural y, si es fermentado, tiempo.
Cómo comer encurtidos a diario
Si te animas, puedes prepararlos tú mismo en casa. Hay recetas sencillas de pepinillos, cebollitas o zanahorias encurtidas que solo requieren unos pocos ingredientes y algo de paciencia. Lo bueno de los encurtidos es que son versátiles y combinan con casi todo.
Desde en ensaladas, para dar un toque crujiente y sabroso; como picoteo saludable, entre horas o en un aperitivo sin remordimientos; en bocadillos, para sustituir salsas procesadas y hasta como guarnición ligera, que no suma calorías innecesarias pero sí mucho sabor.
Sandra Moñino no tiene dudas de que comer encurtidos no es una moda, sino como una recuperación inteligente de lo que nuestras abuelas ya sabían: la fermentación natural es buena para el cuerpo. Ahora, gracias a la ciencia y la divulgación, también sabemos por qué.
En un mundo donde buscamos cada vez más alimentos funcionales, que no solo nutran, sino que ayuden a prevenir enfermedades, los encurtidos destacan como un recurso tan simple como eficaz.