Magda Carlas, médico y nutricionista.

Magda Carlas, médico y nutricionista.

Salud y Bienestar

Magda Carlas, nutricionista: "Comer el postre a media tarde en lugar de en la comida puede ayudarte a adelgazar"

El postre después de comer es mucho más fácil que se acumule en forma de grasa, ya que el cuerpo no lo necesita de forma inmediata y tiende a almacenarlo.

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En la búsqueda eterna de la pérdida de peso, las dietas se convierten en una de las formas más populares: proteicas, veganas, cetogénicas, baja en grasas, low carb, vegetarianas, bajas en carbohidratos, o, incluso, los ayunos intermitentes en sus múltiples variedades. Todas ellas están destinadas a unos objetivos u otros y, siempre y cuando se hagan correctamente y durante un tiempo prolongado, pueden conseguir grandes cambios.

Sin embargo, la dieta no lo es todo y, en muchos casos, el extremismo de las mismas está estrechamente vinculado al conocido "efecto rebote", en el que el cuerpo recupera los kilos perdidos rápidamente e incluso gana más peso a largo plazo. Lo importante es aprender a variar los nutrientes, combinarlos con un estilo de vida activo, descansar correctamente y, además, prestar atención a los pequeños gestos como la cantidad de sal que añadimos al plato o comer el postre a media tarde.

Así lo ha explicado la médico y nutricionista Magda Carlas en su página web. La experta ha enumerado seis "gestos que adelgazan sin dieta y sin pasar hambre", ya que "cuando el exceso es mínimo, no hay que hacer grandes maniobras. Pequeños gestos cotidianos son más que suficientes". Entre ellos, dejar el postre para la tarde, "a modo de tentempié", puede ser muy efectivo.

La mejor hora para tomar el postre

"El postre es como la sabiduría, no ocupa lugar", dice el refrán español. Este pequeño "manjar", es uno de los pasos más valorados de la comida; sin embargo, la gran mayoría de ellos incluyen altos niveles de azúcar y grasas, lo que puede contribuir al aumento de peso, problemas de salud y falta de saciedad, especialmente los industrializados.

Según explica Enric Sánchez, co-coordinador del Grupo de Trabajo de Dietoterapia en la Obesidad de la Sociedad Española de Obesidad (Seedo) a Cuidateplus, el postre en sí mismo como último plato después de la comida y la cena no es esencial para conseguir una dieta equilibrada, sobre todo, si el postre se asocia a productos dulces.

Sin embargo, si el postre es un paso indispensable de tu dieta y necesitas esa pequeña dosis de azúcar, los expertos han descubierto que hay una determinada hora en la que el cuerpo lo digiere mejor. Y es que, cuando lo comemos justo después de una comida completa, normalmente rica en hidratos de carbono, proteínas y grasas, estamos añadiendo una dosis extra de azúcar o calorías en un momento en el que nuestro cuerpo ya ha recibido suficiente energía.

Ese extra de azúcar, además de ser más perjudicial, es mucho más fácil que se acumule en forma de grasa, ya que el cuerpo no lo necesita de forma inmediata y tiende a almacenarlo. Además, si el postre contiene azúcares simples, pueden sumarse a la comida, generando una digestión más pesada y una posible somnolencia posterior.

En cambio, si ese mismo postre se consume a media tarde —ya sea una porción de tarta, unas galletas o incluso una fruta más calórica, como el plátano—, su impacto metabólico es distinto: no solo sacia el apetito puntual del tentempié, sino que también evita que recurramos a opciones menos saludables o más calóricas de forma impulsiva.

En ese momento del día, el postre posiblemente se tome solo, sin el acompañamiento de una comida completa, lo cual también puede suponer que el cuerpo lo digiera y asimile de forma distinta, utilizándolo como una fuente de energía para continuar con el día.

De esta forma, el postre pasa de ser un "exceso" al final de la comida a convertirse en una merienda planeada, consciente y hasta placentera, lo que favorece un mayor control sobre lo que comemos sin sentir que estamos sacrificando el placer de comer algo dulce y, además, una relación más equilibrada con la comida.

La nutricionista destaca que este tentempié debería tomarse acompañado de agua o una infusión, en lugar de otras bebidas azucaradas o calóricas. Esto no solo ayuda a mantener la hidratación, sino que contribuye a generar una sensación de saciedad sin añadir calorías innecesarias, además de aportar otros beneficios propios de la bebida, en el caso de que escojamos la otra opción.