
Isabel Viña, directora Médico-Científica de IVB Wellness Lab.
Isabel Viña, médico: "Las frutas y verduras que comemos están llenas de químicos que alteran nuestras hormonas"
La divulgadora advierte sobre una realidad con la que todos convivimos y, sin embargo, no se le da la importancia que merece.
Más información: Felipe Isidro, experto en deporte y salud: "Si quieres adelgazar a partir de los 40, caminar no sirve de nada"
La sociedad es experta en generalizar y, lo que es preocupante, en adoptar creencias que, si bien no están constatadas, ni siquiera están demostradas, al menos, científicamente. ¿Un claro ejemplo? Que comer la fruta con piel es mejor porque "tiene más fibra" o tomar una ensalada con las verduras crudas es sinónimo de salud.
No seremos nosotros quien desmitifiquemos esta afirmación, pero la seria advertencia de la endocrina y divulgadora Isabel Viña podría cambiar tu forma de comprar, preparar y consumir frutas y verduras. La experta en hormonas lanza una preocupante advertencia: la piel de las frutas y verduras puede ser una bomba hormonal silenciosa si no tomamos precauciones.
Según la doctora Viña, los pesticidas que se acumulan en la piel de los alimentos vegetales son auténticos disruptores hormonales, capaces de alterar el funcionamiento hormonal del cuerpo humano. ¿Lo peor? Muchos de ellos no se eliminan ni pelando ni lavando superficialmente. Ello no quiere decir que no hay soluciones efectivas, pero hay que conocerlas para minimizar los riesgos al máximo.
El peligro de los disruptores hormonales
Se debe tener muy en cuenta que, tal y como explica la divulgadora médica en una reciente colaboración en el podcast Betterfoods, "Las hormonas son fundamentales para absolutamente todo lo que ocurre en nuestro cuerpo. Si ahora mismo estás bien, con energía, concentrado o concentrada, probablemente es porque tus hormonas están funcionando como deben".
Por tanto, en el momento en el que una de las hormonas humanas se altera, estas tienen un efecto que termina perjudicando a todas: "Los disruptores hormonales son sustancias que, una vez que llegan y entran en contacto con nuestra sangre, tienen el poder de afectar el equilibrio hormonal, tanto en su producción como en otros niveles. Imagina el caso de los estrógenos: un exceso de estrógenos en la mujer puede llevar a reglas dolorosas, reglas irregulares o sangrados abundantes. En los hombres, puede provocar una feminización no deseada", afirma Viña.
Esto se resume en una alteración generalizada de nuestro sistema hormonal al completo, desde su producción hasta su recorrido por la sangre. Por tanto, estos disruptores hormonales encargados de la digestión, la menstruación o la energía se ven seriamente alterados al consumir los pesticidas y otros químicos que invaden las frutas y verduras que forman parte de nuestra dieta diaria.
El peligro de los pesticidas en los alimentos
Vivimos rodeados de tóxicos. Literalmente. Desde los productos de limpieza hasta los cosméticos, pasando por los utensilios de cocina y, sí, también por lo que comemos. Y en ese último punto es donde la cosa se pone más delicada.
“Las frutas y verduras, especialmente en su piel, contienen pesticidas con potencial efecto disruptor hormonal. Aunque la piel tiene fibra y minerales, también acumula estos tóxicos”, afirma la divulgadora.
El problema es que estos pesticidas no solo afectan a nuestro sistema hormonal de forma inmediata, sino que, según estudios recientes, pueden provocar efectos a largo plazo, como desequilibrios metabólicos, trastornos del desarrollo y hasta enfermedades neurodegenerativas.
La gravedad es tal que se han encontrado microplásticos en cerebros de personas con Alzheimer y placas de arteriosclerosis. Los pesticidas y los plásticos actúan como “enemigos silenciosos”, afectando funciones vitales sin que lo notemos, hasta que es demasiado tarde.
España, a la cabeza en uso de pesticidas
No se trata de un problema aislado o exagerado. España fue el país que más pesticidas comercializó en Europa, con casi 72.000 toneladas, en un solo año (2017) según un estudio publicado por Ecologistas en Acción.
Esto no solo tiene consecuencias ambientales —suelo, agua y aire contaminados—, sino que nos afecta directamente como consumidores. Porque sí, esos pesticidas llegan a tu plato, y lo hacen a través de lo que creías que era más saludable: frutas y verduras.
Además, muchos de estos compuestos no desaparecen ni siquiera lavando los alimentos. Algunos son absorbidos por la raíz y están presentes en todo el tejido del vegetal. Es decir, el peligro no está solo por fuera, también está por dentro.
Cómo eliminar los pesticidas en los alimentos
La buena noticia es que puedes reducir hasta un 94% de estos compuestos con algo tan sencillo como lavar adecuadamente tus alimentos. La doctora Viña recomienda dos métodos que puedes aplicar ya en tu cocina:
- Método con sal. Mezcla 1 litro de agua con 1 cucharada de sal. Deja las frutas y verduras en remojo durante 10-15 minutos.
- Método con vinagre. Mezcla 750 ml de agua con 250 ml de vinagre. También deja reposar de 10 a 15 minutos.
Otra solución más radical pero efectiva es apostar por alimentos con certificación ecológica. Estos productos no utilizan pesticidas químicos y, aunque suelen ser más caros, su consumo reduce la exposición a tóxicos peligrosos. Como señala el informe anteriormente mencionado, los pesticidas deberían estar mucho más regulados, especialmente aquellos que se consideran disruptores hormonales. Sin embargo, en la práctica, su uso sigue estando ampliamente permitido.
La desigualdad aquí es evidente: el derecho a una alimentación saludable no debería ser un lujo. Debería ser una garantía para todos. Pero mientras tanto, lavar, pelar y, si es posible, consumir productos ecológicos es lo más sensato.
Otros enemigos hormonales en tu cocina
Si pensabas que todo terminaba con las frutas y verduras, te equivocas. La endocrina Isabel Viña también nos alerta sobre otros elementos cotidianos que pueden ser igual de perjudiciales:
- Sartenes antiadherentes. Muchos liberan sustancias como el PFOA o bisfenoles, conocidos por alterar el sistema hormonal.
- Agua embotellada en plástico. Transferencia de microplásticos que afectan arterias y cerebro.
- Utensilios de cocina de plástico. Al calentarlos, especialmente en microondas, liberan compuestos tóxicos.
La recomendación es clara: usa recipientes de vidrio o cerámica para calentar, utensilios de silicona grado platino o acero inoxidable, y apuesta por sartenes de hierro fundido, mineral o esmaltado.
No se trata de vivir con miedo, sino de tomar decisiones más informadas. Nuestro cuerpo es una máquina perfecta que depende del equilibrio hormonal para funcionar correctamente. Los pesticidas y plásticos rompen ese equilibrio, pero con simples gestos como lavar adecuadamente los alimentos o revisar nuestros utensilios de cocina, podemos recuperar el control de nuestra salud.