Marta Crespo, experta en Inteligencia Artificial.

Marta Crespo, experta en Inteligencia Artificial.

Protagonistas

Marta Crespo, empresaria, sobre los universitarios en España: "Son los fontaneros los que se harán millonarios"

Si las predicciones de los expertos se cumplen, estos trabajadores pasarán de ser perfiles escasos a ser perfiles estratégicos.

Más información: Sara (36), albañila con cinco años de experiencia: "Trabajo solo 8 horas y gano el triple que siendo interna"

Publicada

La llegada de la Inteligencia Artificial (IA) a la vida cotidiana ha supuesto una transformación económica, cultural y empresarial comparable a la expansión de Internet, pero mucho más acelerada. A pesar de haber abierto nuevas oportunidades, también ha encendido un debate: qué ocurrirá con el empleo y hasta qué punto determinados roles pueden ser reemplazados por máquinas.

Según un estudio difundido por Randstad Research y presentado en la sede de la patronal CEOE en Madrid, hasta el 46% de las compañías españolas consultadas dicen que usan la inteligencia artificial en su día a día para llevar a cabo alguna de sus funciones como el análisis de datos, la optimización de tareas o la automatización de procesos.

Sin embargo, mientras algunos perfiles digitales se diluyen, hay otros que emergen con una fuerza inesperada. Paradójicamente, y según confiesa Marta Crespo, CEO y fundadora de Aselvia, la primera solución de inteligencia artificial operacional en España, los empleos más demandados de los próximos años serán aquellos que, precisamente, no puedan ser reemplazados.

La importancia de los trabajos técnicos

De acuerdo con profesoras como Leticia Poole, España se ha convertido en el país de la "sobrecapacitación": el mercado laboral español produce más titulados universitarios que puestos de trabajo cualificados disponibles, de modo que muchos profesionales trabajan en empleos para los que no se necesita su nivel de formación.

"No es que la gente esté demasiado preparada, es que está preparada para lo que el mercado no necesita", resume. En otras palabras, el país produce titulados universitarios en masa mientras escasean los profesionales capaces de cubrir trabajos técnicos o manuales, esenciales para el funcionamiento cotidiano de la economía.

Como consecuencia, este tipo de trabajos experimentarán una revalorización. Lejos de ocupar un rol secundario, pasarán a ser un recurso escaso y, precisamente por ello, cada vez más valiosos para la economía y para las empresas.

Así lo ha explicado la CEO de Aselvia, Marta Crespo, en sus redes sociales. A su juicio, las profesiones tradicionalmente consideradas "manuales", como fontaneros, electricistas y mecánicos, están a punto de vivir una revalorización histórica.

Más allá de la clara demanda que van a vivir, la experta confiesa que estos oficios sufrirán una evolución en sus tareas. Y es que, según explica, esas profesiones serán las encargadas de sostener la estructura física de esta nueva era digital.

La inteligencia artificial vive en servidores, necesita sistemas eléctricos robustos, requiere kilómetros de cableado ordenado y mantenido, depende de máquinas que deben calibrarse, repararse y actualizarse. Mientras más crece la IA, más crece la necesidad de quien mantenga en pie esa infraestructura.

@marta.aselvia #ia #electricidad #parati #electricista #fontanero ♬ original sound - Marta | IA para pymes

El propio CEO de NVIDIA, la compañía que fabrica la mayor parte de los chips que alimentan esta tecnología, ha destacado que los nuevos millonarios serán precisamente los profesionales que se encarguen de este papel.

En España, donde los oficios técnicos llevan años sufriendo una falta de relevo generacional y una caída en la demanda de formación profesional, este cambio de tendencia puede tener un impacto enorme.

Si las predicciones se cumplen, estos trabajadores pasarán de ser perfiles escasos a ser perfiles estratégicos. La demanda crecerá no solo por la construcción y el mantenimiento de infraestructuras, sino también por la transformación energética, el impulso de las renovables, la modernización industrial y el auge de los centros de datos en todo el país.

Pero Crespo introduce un matiz esencial: el auge de estos trabajos no garantiza automáticamente una prosperidad generalizada. Las empresas de electricidad, fontanería o mecánica pueden verse desbordadas si no adaptan sus propios procesos a la nueva época.

Muchos autónomos y pequeñas compañías dedican más tiempo a atender llamadas, organizar agendas, preparar presupuestos o resolver incidencias administrativas que a realizar el trabajo técnico en sí. Para ella, esta situación puede convertirse en una trampa que impida aprovechar la oportunidad histórica que se avecina.

La clave está en comprender que la revolución de la IA también puede —y debe— ayudar a estos sectores a modernizarse internamente con la automatización de tareas, la digitalización de la gestión de clientes o la implementación de sistemas de atención.

Quienes no lo hagan, advierte Crespo, seguirán atrapados en una "rueda de hámster” y quienes combinen oficio técnico con organización inteligente podrán escalar sus negocios, asumir más proyectos, aumentar su facturación y posicionarse en un mercado en plena expansión.