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Juan Eslava Galán es un autor prolífico, incansable. Uno escribe y escribe, con tesón, desde la ojera.  Este doctor en Letras y Premio Planeta ha firmado más de cuarenta libros: casi nada. También ha convertido su serie de ensayos “contado para escépticos” en un auténtico fenómeno editorial y cultural: la Historia de España, del mundo, de la Biblia, de Roma o de la Revolución Francesa… y ahora, de la lujuria y sus tentáculos en Amor y sexo contado para escépticos (Planeta).

Eslava Galán cree que podemos narrarnos como españoles desde el cerebro y la entrepierna, allí donde residen los deseos. Somos como deseamos, somos como hacemos el amor. El erotismo nos revela. Especialmente a las mujeres, constreñidas desde que el mundo es mundo mediante el intento de control de nuestra libido.

Fuimos Venus paleolíticas, recibimos turismo sexual, tuvimos reinas ninfómanas, clérigos a los que le iba la marcha, concubinas y butaneros. Aquí una pequeña aproximación a nuestra biografía lúbrica, a nuestras hipocresías y a nuestras fantasías.

¿Por qué se ha pensado siempre que a las mujeres no nos gustaba tener sexo? Es decir, que lo que nos interesaba era el amor, no el sexo… mientras que a los hombres se les ha acusado de lo contrario.

El universo masculino siempre ha temido al sexo de la mujer. Por eso contrataba el de la matrona asexuada, pendiente del hogar y de los hijos, convenientemente anorgásmica. O lo reducía a "la perdida aficionada al sexo" o "la puta". 

¿Quién ha sido nuestra reina española más libidinosa y por qué?

Seguramente Isabel II, que tuvo más de una docena de amantes y concibió hijos con algunos. 

"Isabel II fue nuestra reina española más libidinosa"

¿Y nuestra cortesana?

Carolina Otero, la bella Otero, demi-mondaine española en París, que cultivó amistad con casi todas las testas coronadas de Europa. 

¿Cuándo hemos sido más mojigatos en la historia de España?

Sin duda alguna, durante el nacionalcatolicismo impuesto por la Iglesia con la aprobación de Franco en la dura postguerra, ¡cuando los obispos dictaban la moda femenina...! 

La biblioteca del autor Juan Eslava Galán, en su casa en Madrid, cerca de la Plaza Mayor.

La biblioteca del autor Juan Eslava Galán, en su casa en Madrid, cerca de la Plaza Mayor. Sara Fernández.

¿Y más libres sexualmente? ¿Cómo definiría el carácter sexual español, de hombres y mujeres? “Para hacer bien el amor hay que venir al sur”, decía la Carrá. Aquí seguimos cantando esa canción con ímpetu.

Nunca hemos sido más libres que en los últimos cincuenta años, cuando nos hemos equiparado de sobra con la libertad sexual de Occidente.

Lo de la Carrá era una canción pegadiza pero no responde necesariamente a la verdad. Sí es cierto que hubo un tiempo en que la represión sexual se manifestaba en la disponibilidad de muchos solteros perseguidores de turistas desinhibidas. 

¿Cuándo empieza la idea de que una mujer con muchos amantes es una mujer de menor valor, poco menos que una prostituta, pero un hombre con muchas amantes es un tiarrón, un seductor, alguien con encanto y fuerza? ¿Es en el Neolítico, con la irrupción de la agricultura y la idea de la posesión? “Mis tierras… mis mujeres…”.

El desprecio a la mujer aficionada al sexo es un prejuicio cultural que nos acompaña a través de la historia: el hombre quiere asegurarse de que los hijos que su compañera engendra (y él debe mantener) son suyos. 

"Nunca hemos sido más mojigatos como españoles que en el franquismo, cuando los obispos dictaban la moda femenina"

Ahora que se lleva tanto el tema del regreso de la monja con la canción de Rosalía o la película Los domingos, de Alauda Ruiz de Azúa. ¿Qué hay de la vida secreta de las monjas españolas, de nuestras místicas…? ¿Hay una monja feminista y lésbica que se refugiaba en el convento con otras mujeres y mantenían relaciones eróticas y románticas entre lectura y escritura? ¿O esto lo hemos romantizado?

Los conventos de monjas han sido históricamente instituciones donde se encerraba a las mocitas de buena familia en espera del matrimonio, si éste llegaba. Naturalmente, la falta de vocación provocó instituciones como los “galanes de monjas”, que las rondaban, e historias como las de don Juan Tenorio. En mi libro expongo ejemplos de conventos que se convertían en prostíbulos encubiertos. 

¿La Iglesia católica nos ha castrado? ¿Qué porcentaje de responsabilidad tiene en el juicio a la vida sexual de las mujeres?

La Iglesia ha sido misógina desde San Pablo y San Agustín. La mujer era la tentadora, la bruja, la aliada del Demonio. Todavía no ha podido superar el prejuicio de que las mujeres no puedan acceder al sacerdocio. 

Eslava Galán asegura que la Iglesia ha sido misógina desde San Pablo.

Eslava Galán asegura que la Iglesia ha sido misógina desde San Pablo. Sara Fernández.

¿Qué sabemos del sexo durante el franquismo? ¿Y después? ¿Se ha tenido mejor sexo, lamentablemente, cuando hemos sido más castigados por él? Quiero decir: ¿la prohibición, el morbo, mejora el sexo?

Ah, la prohibición no mejora el sexo, de hecho, lo empeora. El sexo de calidad requiere participación de las dos (o más) partes. 

¿Cuál era la relación de Franco con el sexo?

A Franco le interesaba más “el mando” que el sexo. También es cierto que su señora no se prestaba a grandes excesos. 

"A Franco le interesaba más ‘el mando’ que el sexo: su señora no se prestaba a grandes excesos"

¿Qué hay del hombre impotente español? Recuerdo a Enrique IV el Impotente. ¿Tenemos casos de otros? ¿Cómo conviven la impotencia y el machismo? Quiero decir: si un hombre valía lo que valía su erección… ¿cómo lograba imponerse o ser respetado?

El hombre poderoso debía manifestarse en su potencia sexual. Recordemos que Felipe IV engendró más de cuarenta hijos en distintas mujeres y que el archimillonario Juan March abandonaba su tertulia del Palace para encamarse con la amante de turno. 

El autor Eslava Galán cree que son los modistos los que nos procuran flacas, pero en la calle ganan las curvilíneas.

El autor Eslava Galán cree que son los modistos los que nos procuran flacas, pero en la calle ganan las curvilíneas. Sara Fernández.

Por cierto… ¿el tamaño importa? 

Lo de que el tamaño no importa es un lugar común sin fundamento alguno. Las mujeres suelen opinar lo contrario. No obstante el tamaño ayuda, pero no lo es todo. 

De las Venus a hoy: ¿ellos las prefieren gordas? ¿Qué hay del cambio de canon sexual en la era de Ozempic? ¿O todo esto es falaz y pecho y cadera siempre triunfarán, por sus connotaciones eróticas pero también por sus connotaciones biológicas, dando a entender que ahí hay una próspera madre para los futuros hijos?

Modistos famosos han impuesto la mujer muy delgada y escurrida en las pasarelas, pero a los entendidos les sigue interesando la curvilínea. 

"Lo de que ‘el tamaño no importa’ es un lugar común sin fundamento: las mujeres suelen opinar lo contrario"

¿Qué cree usted que es lo que los hombres aún no han entendido del placer de las mujeres?

El que tiene cierto conocimiento del sexo sabe que el orgasmo femenino es la primera condición para su propio bienestar sexual. 

¿Es España un país de prostíbulos? ¿Desde cuándo, por qué? Dicen las expertas que es el primer país europeo en demanda de prostitución.

No sé si creerlo. Es cierto que existe una antiguo tradición del prostíbulo-casino frecuentado incluso por hombres respetables (véase mi libro, las cartas de Juan Valera). 

¿Cuál ha sido nuestro gran tabú sexual histórico?

La homosexualidad. 

¿Y nuestro gran tabú sexual presente?

Las nuevas formas de sexo libre a través de internet.