La joven se prepara para comenzar la carrera de Psicología.

La joven se prepara para comenzar la carrera de Psicología. Cedida

Protagonistas

Alejandra Monera entrará en la universidad con 15 años tras desafiar al sistema: "En los colegios normales no atendía"

En septiembre comenzará Psicología y Criminología tras haber superado una educación adaptada a sus capacidades.

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Gema Lendoiro
Publicada

Alejandra no es una adolescente común. A sus 15 años está a punto de dar el salto a la universidad —una edad que para la mayoría marca apenas el inicio del último curso de la ESO—, y su historia es el resultado de una conjunción única de talento, ambiente familiar extraordinario y un sistema educativo alternativo que ha sabido tolerar, potenciar y acompañar toda su diversidad de intereses.

Para comprender cómo ha llegado hasta aquí, basta con mirar de cerca sus pasiones, el apoyo recibido por parte de su entorno y el rol fundamental que ha jugado una visión formativa enfocada en el respeto a la diferencia.

Los orígenes

La niña entusiasta y creativa que hoy vemos en Alejandra ha crecido en un contexto excepcionalmente estimulante. Pilar Martínez, su madre, es farmacéutica y fundadora de Edulacta, la mayor comunidad de enseñanza en lactancia materna de España e Hispanoamérica.

Más allá de su labor como empresaria y divulgadora, es, sobre todo, una persona consciente de la importancia de respetar la individualidad y los ritmos de sus hijas. Su padre también es un exitoso emprendedor en el entorno tecnológico.

Desde los primeros años, la joven mostró señales de alta capacidad intelectual: curiosidad desbordante, ganas de saberlo todo e intereses que cambiaban y se acumulaban a un ritmo vertiginoso. Donde otros adultos podrían haber frenado esa inquietud, sus padres supieron cultivarla, buscando siempre espacios y recursos adecuados para no limitar la amplitud de su desarrollo.

La experiencia de Pilar en la formación y el acompañamiento de otras mujeres le permitió entender pronto que no existen caminos únicos, ni en la crianza ni en la educación.

"Yo en colegios normales no prestaba atención en clase. Para mí, no tenía sentido estudiar cosas que ya sabía". Estas palabras de Alejandra reflejan el desajuste entre sus necesidades y el modelo académico tradicional. El tedio al que se enfrentaba en el aula ponía en evidencia la falta de respuesta del sistema a aquellos que se encuentran en sus mismas circunstancias.

Un colegio alternativo

No es casualidad que Monera haya estado en un centro internacional con enfoque británico, el Montessori British. Fue su madre, conocedora de las carencias de los métodos convencionales, quien eligió deliberadamente para ella un entorno distinto al habitual.

Pilar sabía de la existencia de este centro de primera mano gracias a su amistad de años con Azucena Caballero, la jefa de estudios, y Mercedes Gil, la directora. Todas vienen de la crianza respetuosa y de la innovación en el mundo online, pero también de luchar contra el encasillamiento.

Azucena es historiadora y experta en arte, escritora y apasionada de la música y ha enseñado a sus tres hijos exitosamente en casa. Es pionera en herramientas formativas virtuales y ha instruido a miles de mujeres en Pedagogía Blanca y otras materias.

Mercedes, por su parte, es arabista, especialista en finanzas, embajadora de la e-residency de Estonia, programadora, guía Montessori y profesora en innovación educativa y pedagogía científica.

"Mi madre me lo propuso un día sabiendo que este sistema era mucho más flexible y que iba a poder ir a mi ritmo".

Desde aquí, Alejandra ha podido avanzar al compás de su capacidad real, sin las trabas ni las etiquetas que suelen marcar el destino de los niños con altas capacidades en lugares menos permeables. No tuvo que esperar a que su grupo alcanzara su nivel ni aprender a disimular para encajar. 

En cambio, recibió estímulos y desafíos a medida, material enriquecido y la posibilidad de saltar etapas cuando era lo adecuado. El resultado es un desarrollo intelectual sin mutilaciones, pero también —y quizás más importante aún— una vida emocional y social rica y equilibrada.

"Hice 5 GCSEs, o sea, asignaturas de la secundaria británica equivalente a la ESO, y en estos últimos dos años he estado haciendo A Levels, es decir, Bachillerato".

Multipotencialidad: traspasando límites

Hablar de Alejandra es hacerlo de una persona multipotencial, esa minoría de individuos que, lejos de centrarse en una sola pasión o disciplina, brillan precisamente por su capacidad de integrar saberes y habilidades muy diversos.

Participa activamente en un grupo de teatro, donde la expresión dramática y la creatividad escénica le permiten explorar su vertiente más comunicativa, lúdica y cooperativa.

En el ámbito artístico, la música ocupa un lugar central en su vida: toca varios instrumentos, tiene el grado 8 de canto en la británica Rockschool, una escuela que fomenta la experimentación y el desarrollo de talento más allá de lo convencional; y ha sido la cantante de Halley76, la banda de rock de los alumnos de Montessori British, con la que ha grabado varios videoclips.

Alejandra practicando sus dotes musicales.

Alejandra practicando sus dotes musicales. Cedida

Su versatilidad le permite navegar de la batería a la guitarra y del bajo a la voz con ganas de aprender y de crear. 

"Siempre me ha interesado mucho cómo funciona la mente humana. Siendo sincera, mi pasión es la música. Sin embargo, creo que es más viable ir por la opción de la Psicología".

Tampoco faltan los videojuegos, espacio donde combina el disfrute del ocio interactivo con retos cognitivos e incluso con la socialización virtual, tan propia de su generación. 

Sus competencias en lógica, resolución de problemas y pensamiento estratégico se ven estimuladas en este tipo de plataformas, a menudo poco comprendidas fuera del círculo juvenil pero, en su caso, completamente integradas en una trayectoria multipolar y creativa.

Hito en las capacidades

Alejandra ha alcanzado un hito poco común: ha finalizado sus A Levels británicos —pruebas de acceso universitario con reconocimiento internacional— antes de cumplir los 16 años.

Para lograr esto no solo ha sido imprescindible su capacidad intelectual, sino que también ha contado con la flexibilidad curricular de su colegio y un acompañamiento familiar que nunca ha puesto límites artificiales a su desarrollo.

"El cambio fue inmediato. Las clases eran muy diferentes a lo que estaba acostumbrada y tenía mucho más tiempo libre para actividades después de clase o ir al gimnasio por la mañana", destaca la joven.

"Por otro lado, en mi antiguo colegio estaban mis amigos, a los cuales iba a ser mucho más difícil ver. Pero fue rápido crear lazos con mis nuevos compañeros, porque nos podíamos juntar en la residencia de Murcia cuando queríamos y fui capaz de adaptarme. A partir de ahí, todo funcionó", señala rememorando parte de su formación. 

El sistema educativo alternativo que eligió su madre resultó decisivo: en lugar de obligar a Alejandra a repetir contenidos ya dominados, el colegio fue adecuando a su nivel los materiales, permitiéndole avanzar más deprisa en las áreas en las que era sobresaliente e integrando sus intereses artísticos en el día a día.

Los exámenes y tareas se personalizaron también a su madurez personal, evitando la presión innecesaria y priorizando la motivación interna.

Familia y ambiente

Su entorno ha sido esencial no solo en lo académico, sino también en su salud emocional. Tanto su madre como otras figuras adultas relevantes han entendido la importancia de acompañarla desde la escucha y la consideración, sin caer en el error de etiquetar o presionar para que dé siempre más de sí.

El haber crecido bajo la mirada respetuosa de una mujer emprendedora y flexible, acostumbrada a navegar por sistemas complejos y a crear caminos propios (como lo muestra la trayectoria de Edulacta), le ha inspirado una confianza básica para atreverse a ser diferente.

"Lo más positivo es la libertad que me dieron de poder ir a la velocidad que yo quisiera, y lo más negativo sería el hecho de ver a mis amigos a través de la pantalla, aunque es a diario y precisamente eso es lo que me permite hacer otras cosas. Madrid está a unas tres horas en tren de Murcia y cuando nos quedamos en la residencia pasamos mucho tiempo juntos".

Saberse apoyada en sus decisiones le ha permitido afrontar retos, gestionar la ansiedad que a menudo acompaña a las altas capacidades y buscar ayuda cuando lo ha necesitado.

Incluso en los momentos en los que sus intereses cambiaban rápidamente o cuando parecía que abandonaba proyectos para embarcarse en otros nuevos, recibió comprensión en vez de presión, permitiendo así que su multipotencialidad floreciera en vez de marchitarse por miedo o desánimo.

Alejandra junto a una de sus compañeras de la enseñanza Montessori.

Alejandra junto a una de sus compañeras de la enseñanza Montessori. Cedida

Universidad a los 15

Que Alejandra vaya a la universidad con tan solo 15 años no fue nunca el objetivo principal, sino la lógica de la ecuación de sumar talento, ambiente familiar estimulante y un marco escolar hecho a medida.

"A los adolescentes que sienten que no encajan en el sistema convencional les diría que se plantearan si están dispuestos a pasar todos los días de los tres, cuatro, cinco años o más que les quedan de estudios obligatorios en una estructura que no funciona para ellos", comenta la joven. 

La universidad para Alejandra es solo una etapa más en un camino que probablemente la lleve a cruzar fronteras, mezclar disciplinas y seguir aprendiendo en todas las direcciones posibles.

Tal vez estudie música, ciencias, filosofía, arte… o todo a la vez, porque su perfil polifacético invita a pensar en futuros poco convencionales. En cualquier caso, lo hará con la naturalidad de alguien que lleva años aprendiendo desde la pasión y la autenticidad, sin miedo a romper moldes.

"No tengo planes claros, pero siempre he querido empezar mi propia empresa. Si no, el trabajo de investigación me llama mucho la atención. Sea como sea, quiero seguir formándome. Ya sea sobre temas relacionados a mis estudios o alternativas diferentes, pero creo que soy una persona que necesita estar siempre nutriéndose".