La actriz, en un posado para Magas.

La actriz, en un posado para Magas. Esteban Palazuelos

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Triste adiós a Verónica Echegui: las profundas reflexiones que dejó sobre el feminismo, el cine y la muerte

La actriz falleció este domingo, 24 de agosto, a los 42 años. Magas repasa algunas de sus declaraciones, que reflejan fielmente su marcada personalidad.

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La temprana muerte de Verónica Echegui, a los 42 años, ha dejado mudo al mundo del cine y la cultura. Ha sido un adiós triste e inesperado, especialmente doloroso por la edad de la actriz madrileña, que había permanecido ingresada en el hospital 12 de octubre debido a una dolencia que, desgraciadamente, no ha podido superar.

Nunca trascendió en la esfera pública que estuviera enferma, así que se ha ido de una manera discreta y silenciosa, dejando a sus seres queridos y amigos desolados y una huella imborrable en la gran pantalla. Pese a su juventud, fueron muchos los papeles magistrales que nos regaló.

¿Quién no la recuerda en Yo soy la Juani, de Bigas Luna?, la película que la lanzó al estrellato en 2006. El patio de mi cárcel, de Belén Macías; Katmandú, un espejo en el cielo, de Icíar Bollaín; y La niebla y la doncella, de Andrés Koppel son algunos de sus títulos para la posteridad.

Verónica Echegui posando en una entrevista para Magas.

Verónica Echegui posando en una entrevista para Magas. Esteban Palazuelos

También exploró el universo detrás de las cámaras dirigiendo el cortometraje Tótem loba, por el que ganó un Goya, dedicado a las mujeres. Era una profesional versátil, enamorada de su profesión y muy concienciada a nivel político y social. Lo demuestran algunas de sus reflexiones que recogemos como homenaje a su memoria.

El destino a veces es caprichoso y su último trabajo interpretativo fue la serie A muerte, de Apple TV. Precisamente a raíz de este trabajo, Verónica reflexionaba hace solo unos meses sobre ese tema de manera clara.

"Creo que esta sociedad se ha esforzado mucho en que tengamos miedo a la muerte. Yo, más que miedo a la muerte, tengo miedo a la enfermedad y al sufrimiento", decía en una entrevista con Fotogramas el pasado junio.

No fue la única vez. Esto es lo que decía en Divinity: “¿Por qué hablamos tanto del físico, de la belleza, y mucho menos o no tanto del hecho de que todos morimos, de que la muerte te puede sorprender en cualquier momento? Porque actuamos, yo por lo menos, como si la muerte no existiera, como si no te fuera a tocar. Cuando todo tiene un final y hay que prepararse para ello, pero no hablamos de ello. Y sin embargo, estamos todo el día hablando de que si la arruga esto, que si la ceja lo otro…”,

La valentía era una constante en su forma de ser. "Prefiero lanzarme y errar, que quedarme en casa esperando", declaraba.

 Comprometida con la igualdad, también hablaba de feminismo sin tapujos. "Debería ser el estado natural de las cosas. Feministas tendríamos que serlo todos, porque es un tema que atañe a toda la sociedad. Aboga por los mismos derechos para todo el mundo. Punto. ¿Quién no va a querer eso?", tal y como publicó Telva en 2020.

Insistía en la idea de que es tarea de toda la sociedad en otra charla con El Mundo: “Cuando opino sobre este tema procuro transmitir que el feminismo es de todos. Los hombres también necesitan liberarse de unos roles que los limitan. Son imposiciones y presuposiciones de lo que implica ser masculino en esta sociedad”.

Y añadía: "Una gran mayoría de la sociedad aún no ha empatizado. Lo considera exagerado, una cuestión de mujeres. Emplea el término feminazi para dañar a las que defienden la igualdad y eso solo puede venir del desconocimiento de la realidad…”.

También procuraba restarle importancia a la imagen exterior como una forma de luchar contra la dictadura estética que muchas veces se impone a las mujeres. "Ya no peleo con quien me dice que estoy más fea al natural o que he engordado", decía en 2017 en Yodona.

El cine, la literatura, el arte... la cultura en todas sus expresiones le parecía indispensable. Así nos los trasladó en una entrevista concedida a Magas en septiembre de 2024: "Nos ayuda a crecer, a reflexionar. Cualquier historia, sea a través de la mirada de quien sea, siempre va a hablar de todos nosotros. El cine es una herramienta de encuentro, de desencuentro, de cuestionamiento".

En esa misma charla meditaba de nuevo sobre el dolor y la muerte: "Nacer es un sufrimiento y morir suele serlo, y siempre me pregunto por qué: tiene que ser para algo. El sufrimiento es inevitable, pero no creo que sea necesario buscarlo para aprender en el día a día. Observando puedes aprender, tomar decisiones y cambiar, irte de un lugar que es nocivo o buscarte más allá de lo evidente".

Verónica era una persona inquieta, con metas y planes, ahora truncados. Así lo confesaba a esta revista: "Me gusta hablar en inglés, en italiano y me gustaría aprender bien francés. Me ilusiona poder vivir el día con salud mental y física. Me gustaría dirigir mi primera película, pero no tengo claro todavía cuándo. Me gusta volar. ¿Te has tirado en paracaídas? Te lo recomiendo para superar miedos. Pruébalo".