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Pilar Amaya tenía 50 años y pocos seres queridos a los que sostenerse cuando la vida se torcía. No tenía hijos ni una amplia red de familiares y amigos a los que pedir ayuda. Tampoco un perfil en redes sociales que se haya llenado de comentarios recordándola tras su fatídico final.

La persona que supuestamente más le quería, un búlgaro de 47 años, la mató a golpes en un descampado del distrito de Las Chapas de la localidad malagueña de Marbella. Una vigilante de seguridad de un hotel localizó su cuerpo con evidentes signos de violencia.

Lo que no imaginaba la trabajadora es que tras esos moretones y heridas estaba la pareja sentimental de la víctima, que tras cometer el crimen huyó del lugar. Horas después, acabó presentándose en dependencias policiales asumiendo los hechos.

Ambos trabajaban como aparcacoches cerca del descampado donde se fraguó el crimen. Se ganaban unos euros como ‘gorrillas’ para tratar de subsanar la grave y precaria situación económica y social que estaban viviendo. Fuentes municipales confirmaron que la mujer no tenía un domicilio. Vivían en el interior de un coche.

La pobreza socioeconómica en el ámbito familiar es, sin duda, uno de los factores que más se repiten en el ámbito de la violencia de género. Muchas mujeres, como Pilar, quedan atrapadas en relaciones violentas sin tener un lugar seguro al que escapar. La falta de recursos les arrebata incluso la posibilidad de empezar de nuevo.

Tras el hallazgo del cuerpo, la vigilante y un vecino que pasaba por allí alertaron a los servicios de emergencias y hasta el descampado acudieron efectivos de Policía Judicial, de la Policía Científica y la comitiva judicial, que procedieron al levantamiento del cuerpo para hacerle la autopsia en el Instituto de Medicina Legal (IML).

El escenario no dejaba lugar a dudas: el cuerpo de Pilar presentaba múltiples hematomas, heridas visibles y la ropa empapada en sangre. Era evidente que había sido asesinada con extrema violencia.

Quienes conocían a la pareja afirmaron que era habitual verlos juntos. Dormían en el coche, estacionado a menudo en el mismo descampado donde Pilar perdió la vida. Se aseaban en una gasolinera cercana, cuyo personal también presenció la escena del crimen.

Algunos trabajadores de este establecimiento aseguran seguir en estado de shock. “Fue muy desagradable. Nunca había visto nada así”, contaba una de las empleadas, visiblemente afectada, tras ver el cadáver de Pilar en el suelo. “Esas imágenes se nos quedarán grabadas para siempre”, añadía con mucho dolor e indignación.

La Policía Nacional identificó rápidamente al autor, actual pareja de la víctima, y no tardó en detenerlo tras entregarse a la Policía Local. Se sospecha que el crimen fue cometido sin armas, a base de golpes, en un solar abandonado de la calle Vélez.

La zona, apenas transitada y llena de basura y botellas vacías, ofrecía el silencio y el aislamiento que el asesino pudo aprovechar para llevar a cabo su ataque.

En su momento, aquello fue el aparcamiento del complejo hotelero Pinomar y luego de un club de pádel, pero ahora estaba en desuso. El hombre pudo aprovechar esta circunstancia para llevar a cabo su cometido.

El presunto agresor no estaba en el sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (Viogén). La consejera de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía, Loles López, mostró su apoyo y cariño a familiares y amigos a través de las redes sociales.

La localidad no tardó en reaccionar

El lunes 9 de junio, Marbella guardó un minuto de silencio a las puertas del Ayuntamiento en recuerdo de Pilar, en el marco de la emblemática plaza de Los Naranjos, para manifestar su condena y repulsa por su asesinato machista, que consternó a la localidad malagueña.

La convocatoria, organizada por el Ayuntamiento de Marbella, contó con la presencia de representantes de la Corporación municipal, miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad, así como ciudadanía que se sumó a esta muestra de respeto y rechazo frente a la violencia de género y ante la fatídica pérdida de una marbellí.

La concejala de Igualdad, Isabel Cintado, fue una de las portavoces del Consistorio en este acto, desde donde trasladó el “profundo dolor de la institución” ante este grave suceso.

La concejala reiteró el compromiso inquebrantable del Ayuntamiento en la lucha contra la violencia machista, subrayando que esta lacra social “nos empobrece a todos” y que la posición del Ayuntamiento es de tolerancia cero ante cualquier forma de violencia hacia la mujer.

“No solo condenamos este asesinato, sino que reafirmamos nuestra postura firme para erradicar cualquier tipo de maltrato machista”, declaró la edil.

Ese mismo lunes, la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género confirmaba el caso como un asesinato por violencia de género. La Subdelegación del Gobierno en Málaga también acogió un minuto de silencio para condenar los hechos.

El Gobierno andaluz, a través de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, también expresó igualmente su repulsa y apoyo al entorno de la víctima, si hubiera alguien que lo necesitara, activando recursos como el servicio de atención psicológica en crisis del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), que ofrece ayuda especializada y gratuita para afrontar las consecuencias emocionales derivadas de la violencia machista.

Feminicidios

Tras confirmarse como caso de violencia de género, el de Pilar se calificó como el segundo en la provincia de Málaga en 2025 (menos de un mes después asesinaron a Zunilda en Fuengirola) y el número 13 a nivel nacional.

La primera en la región este 2025 fue Catalina, a la que todos en Benalmádena conocían como Lina. Su marido la estranguló y luego quemó la casa en la que convivía con ella dentro el pasado 9 de febrero. Sus tres hijos, menores de edad, lo vieron todo.

No estás sola

El Ministerio de Igualdad, por medio de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, quiere recordar que el teléfono 016 (es un número de teléfono gratuito y confidencial que no deja rastro en la factura), las consultas online a través del email 016-online@igualdad.gob.es, el canal del WhatsApp en el número 600 000 016 y el chat online, accesible desde la página web violenciagenero.igualdad.gob.es/, siguen funcionando con normalidad las 24 horas, todos los días de la semana.

En una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062), y en caso de ser imposible realizar una llamada, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.